La comunidad ortopédica ha visto cómo la pandemia de COVID-19 diezmó los volúmenes quirúrgicos electivos en la mayoría de los países. Los pacientes y los trabajadores esenciales, como los proveedores de atención médica, siguen estando legítimamente preocupados sobre cómo comenzar apropiadamente a regresar al trabajo y la actividad comunitaria de una manera segura y con conductas responsables.
Muchos creen que las pruebas de presencia de anticuerpos a gran escala podrían ayudar a impulsar la toma de decisiones basada en evidencias, tanto a nivel individual como social.
Pero sucede que se ha publicado tanta información correcta como información errónea sobre las pruebas de anticuerpos.
La educación sobre el rol y las bases científicas de tales pruebas es de vital importancia para que los programas de diagnóstico se comprendan y gestionen de manera eficaz.
Estas pruebas utilizadas para el diagnóstico de la COVID-19 evalúan la respuesta inmunitaria al virus en los pacientes mediante la detección de la presencia de 3 tipos de anticuerpos (IgG, IgM e IgA) que el cuerpo produce ante la infección.
Las pruebas de la respuesta inmunitaria no logran la misma tasa de detección que los test diagnósticos que detectan la presencia del genoma viral en una infección temprana, ya que el cuerpo necesita tiempo para responder a la invasión viral antigénica. Aunque estos anticuerpos son menos útiles para monitorear la respuesta inmediata y no están indicados en la confirmación y el cribado de la infección temprana activa, sí son esenciales en la evaluación de eventos de recurrencia secundaria del virus en la comunidad.
Debido a que el genoma viral ya no es detectable después de la recuperación del paciente, el estado inmunológico y el estado de una población determinada relacionados a su capacidad para contraer o resistir la infección se basará en su título de anticuerpos.
Este tipo de test diagnóstico es una prueba serológica (de sangre) y documenta la presencia de anticuerpos producidos por el sistema inmunológico contra el SARS-CoV-2.
Detectar la inmunidad de una población expuesta, monitorear la propagación de la enfermedad, probar el estado de infección de una fuerza laboral, segmentar y estudiar la progresión de la infección, proporciona datos que pueden ser utilizados para tomar decisiones informadas sobre medidas de cuarentena y distanciamiento físico regional o local y se pueden utilizar para estratificar el riesgo de los proveedores de atención médica, policías, bomberos, trabajadores de servicios públicos y otros empleados esenciales de la fuerza laboral.
Estas pruebas también pueden proporcionar tranquilidad a los cirujanos que no están seguros si han estado expuestos al virus, o si alguna vez desarrollaron inmunidad. El conocimiento permite fundamentar el uso del equipo de protección personal y la voluntad de trabajar con COVID-19 pacientes positivos en el ámbito electivo.
Understanding Antibody Testing for COVID-19. David Jacofsky, Emilia M. Jacofsky, Marc Jacofsky. The Journal of Arthroplasty 35 (2020) S74-S81
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