Hay buena evidencia de que el aire contaminado aumenta el riesgo de problemas respiratorios como el asma, así como la inflamación de órganos, el empeoramiento de la diabetes y otras afecciones potencialmente mortales. Pero una nueva investigación sugiere que la contaminación del aire también puede generar algo más: enfermedad renal crónica o ERC, que ocurre cuando los riñones de una persona se dañan o no pueden filtrar la sangre adecuadamente.
Recientemente publicado en PLOS ONE, un estudio de la Universidad de Michigan destaca la conexión menos conocida.
«Similar a fumar, la contaminación del aire contiene toxinas dañinas que pueden afectar directamente los riñones», dice Jennifer Bragg-Gresham, M.S., Ph.D., epidemióloga de Michigan Medicine y autora principal del estudio.
«Los riñones tienen un gran volumen de sangre que fluye a través de ellos, y si algo daña el sistema circulatorio, los riñones serán los primeros en sentir esos efectos».
Las personas con diabetes, obesidad, presión arterial alta o enfermedad cardíaca tienen un mayor riesgo de desarrollar CKD. Es por eso que los pacientes de alto riesgo que viven en áreas muy pobladas o contaminadas deben reconocer el peligro y tomar precauciones, dice Bragg-Gresham.
Fuente:
Intramed. Noticias médicas. Medicina general. 27 de agosto de 2018
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