Con profundo dolor informamos que en la mañana de ayer, 27 de febrero de 2016, dejó de existir físicamente la Dra. Olga Rodriguez Fernández, Profesora Titular y Consultante de Pediatría, especialista de 1er Grado en Pediatría y de 2do Grado en Nefrología, Master en Ciencias, ejemplo de profesional revolucionario, abnegada e incansable trabajadora de nuestro sector que a pesar de su enfermedad estuvo laborando hasta sus últimos días en que fue hospitalizada.
Olga Rodríguez Fernández fue fundadora y jefa del servicio de Nefrología Pediátrica del Hospital Pediátrico Universitario “José Luis Miranda” en la ciudad de Santa Clara, provincia de Villa Clara, en 1985 inaugura el servicio de hemodiálisis del propio hospital y posteriormente organiza la red nefropediatrica en los 13 municipios de la provincia. Participo en la acreditación del servicio de nefrología para la realizar los trasplantes renales en dicha institución en el año 2010.
Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Nefrología y de Pediatría y de la Asociación Latinoamericana de Nefrologia Pediátrica (ALANEPE) que fue fundadora. En 1981 hizo un entrenamiento en nefrología y hemodiálisis en el Instituto de Nefrologia, más tarde realizo un entrenamiento en Nefrologia Pediátrica en el Hospital “Federico Gómez” de la capital mexicana, en el servicio de nefrología pediátrica del Profesor Gustavo Gordillo. Olga Rodríguez se destacó por sus estudios sobre el reflujo vesico-uretral y las infecciones urinarias en los niños entre otras tantas investigaciones realizadas en su larga trayectoria profesional.
Cumplió misión internacionalista en la República Popular de Argelia por espacio de 2 años y medio y en Sudáfrica donde permaneció durante 7 años. Fue acreedora de múltiples distinciones, diplomas y medallas, entre las que se encuentran la de Trabajador Internacionalista, “Piti Fajardo” del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Salud, medalla y certificado por la educación cubana, otorgado por el Ministerio de Educación Superior, medalla “Pepito Tey” por 25 años en la docencia medica superior y la medalla Frank País de 2do grado. Vanguardia Nacional de la ANIR en 1996.
El ejemplo de su intenso trabajo, polémica contra todo lo mal hecho y destacada como formadora de múltiples especialistas de pediatría en su provincia, lo cual multiplica en sus alumnos y en todos los que les conocimos. Fue además un excelente ser humano, una entrañable amiga y compañera. El dolor de su partida solo podrá ser aliviado con el recuerdo de su legado.
Lleguen a sus familiares, compañeros, amigos, ex alumnos, nuestras más sinceras condolencias.
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