Un tratamiento agresivo con fármacos contra la anemia podría ofrecer el mejor enfoque para pacientes que se realizan diálisis de riñón y sufren un caso severo del trastorno, dijeron investigadores estadounidenses. Pero un uso intensivo de esos medicamentos empeoró la situación de pacientes con enfermedad renal en estadio terminal y anemia leve, reportó el equipo de investigadores en Journal of the American Medical Association (JAMA).
Los resultados podrían ayudar a los reguladores a analizar las nuevas restricciones sobre los agentes estimuladores de eritropoyesis (ESA por su sigla en inglés), como Epogen de Amgen Inc. El 95% de los pacientes con enfermedad renal crónica toman ESA.
“Eliminar la cobertura o restringir severamente la comercialización de los ESA significaría privar a los pacientes de sus efectos positivos”, dijo el doctor Wolfgang Winkelmayer, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California.
Hace pocos días, los reguladores estadounidenses dijeron que los proveedores de la salud que tratan a los enfermos de cáncer con ESA deben ser entrenados en su uso y documentar que han informado a los pacientes acerca de los riesgos, según guías aprobadas por las autoridades.
En un principio, los pacientes con cáncer que sufren anemia a menudo responden bien a los ESA, pero, a largo plazo, los fármacos pueden hacer que los tumores crezcan más rápido y acorten la supervivencia del paciente. Las nuevas disposiciones, que entran en vigencia el 24 de marzo, se aplican a los productos Epogen y Aranesp, de Amgen Inc y a Procrit, de Johnson & Johnson.
Para el estudio en pacientes con enfermedad de riñón en fase terminal, Winkelmayer y su equipo evaluaron diferentes tratamientos usados en 4500 personas en centros de diálisis de Estados Unidos.
Fuente: Boletín Al Día 07/03/2010
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