Abdala es una vacuna de subunidad proteica recombinante desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba que utiliza la levadura Pichia pastoris como microorganismo de expresión. Su formulación incluye el dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína recombinante del SARS-CoV-2, con gel de hidróxido de aluminio como adyuvante.
En este artículo, publicado en la prestigiosa revista The Lancet Regional Health – Americas en el año 2022, los autores se fijaron como objetivo estimar la efectividad de la vacuna cubana anti-COVID-19, Abdala, para la protección contra la enfermedad grave y la muerte por la COVID-19, con un esquema de vacunación de tres dosis (0-14-28 días).
Para ello se desarrolló un estudio de cohorte retrospectivo en La Habana, Cuba, en el que se analizó las bases de datos del Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la República de Cuba (12 de mayo a 31 de agosto de 2021) para evaluar la efectividad del preparado en la prevención de la enfermedad grave y la muerte por la COVID-19 (resultados primarios).
Se utilizaron los modelos de Cox que tienen en cuenta el estado de la vacunación que varía con el tiempo y se ajustaron según los datos demográficos para estimar las razones de riesgo. Se realizó un análisis de subgrupos por grupo de edad y un análisis de sensibilidad que incluía un subgrupo de personas analizadas por la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa. Se modelizaron los casos y las muertes diarias teniendo en cuenta diferentes valores de efectividad.
El estudio incluyó a 1 355 638 personas (edad media: 49.5 años [desviación estándar, DE: 18.2]; 704 932 mujeres [52.0 %]; no se dispone de los datos sobre el origen étnico): 1 324 vacunados (parcial/completamente) y 31 433 no vacunados. La efectividad estimada de la vacuna Abdala contra la enfermedad grave fue del 93.3 % (intervalo de confianza, IC, 95.0 %: 92.1-94.3) en los parcialmente vacunados y del 98.2 % (IC 95.0 %: 97.9-98.5) en los totalmente vacunados, y contra la muerte fue del 94.1 % (IC 95.0 %: 92.5-95.4) en los parcialmente vacunados y del 98.7 % (IC 95.0 %: 98.3-99.0) en los totalmente vacunados.
La efectividad de la vacuna superó el 92.0 % en todos los grupos de edad. Los casos y las muertes diarias durante el periodo de estudio correspondieron a una efectividad superior al 90.0 %, tal y como predecían los modelos.
Estos resultados contribuyen a una mejor comprensión de los efectos de Abdala en la infección por el SARS-CoV-2 y destacan la importancia de estos estudios para demostrar la protección de la vacuna contra la enfermedad grave y la muerte por la COVID-19, y ratifican la utilidad de las vacunas como herramientas esenciales para controlar la enfermedad y disminuir sus efectos.
Estos datos también pueden ser útiles para los responsables de las políticas sanitarias para su uso en el control de la COVID-19 en sus respectivos entornos.
El seguimiento de estos valores de efectividad a lo largo del tiempo y la necesidad de aplicar las dosis de refuerzo para mantener una protección eficaz son tareas pendientes que requieren más investigación. Sin embargo, los investigadores consideran que merece la pena repetir que las vacunas por sí solas no resolverán los problemas asociados a la pandemia; el éxito en la superación de estos retos requiere un sistema sanitario capaz de actuar de forma rápida y organizada. Esta fue una gran fortaleza que contribuyó a la capacidad de lograr resultados en Cuba en un tiempo comparativamente corto.
En conclusión, el análisis de la efectividad de la vacuna de subunidad proteica de Abdala es el primero realizado en Cuba y es similar a otros realizados en el mundo. Demostró su elevado efecto protector frente a las formas graves y a la muerte por la infección con el SARS-Cov-2, con un esquema completo de tres dosis (0-14-28 días), en un escenario con claro predominio de la variante de preocupación delta. Asimismo, se demuestra que la estrategia de vacunación implementada, con un esquema reducido, de aplicación acelerada y masiva en la población, proporcionó resultados satisfactorios contra la enfermedad grave y los desenlaces mortales en los adultos y puede ser viable en un país de bajos ingresos.
Los datos de este estudio, comparados con otros realizados en diferentes países, apoyan el beneficio de las vacunas contra la COVID-19 como medidas de salud pública y sugieren que su uso rápido, organizado y masivo es una estrategia correcta para controlar la pandemia, siempre teniendo en cuenta las características del sistema de salud. La incapacidad de las vacunas contra la COVID-19 disponibles para prevenir eficazmente la infección, su eficacia potencial contra las diferentes variantes de interés, la duración de su protección a largo plazo y la necesidad de las dosis de refuerzo son cuestiones que requieren mayor atención.
Fuente: Más PI, Dickinson FO, Almenares K, Sánchez L, Guinovart R, Vidal M, et al. Cuban Abdala vaccine: Effectiveness in preventing severe disease and death from COVID-19 in Havana, Cuba; A cohort study. The Lancet Regional Health – Americas [Internet]. 2022 [citado 26 Sep 2022]; 16:[10 p.]. Disponible en: https://www.thelancet.com/action/showPdf?pii=S2667-193X%2822%2900183-1 doi:10.1016/j.lana.2022.100366
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