La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida

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Con el mismo amor que dedicó al Complejo Científico Ortopédico Internacional “Frank País” (CCOI), trabajadores, pacientes y familiares del eminente ortopédico cubano Dr. C. Rodrigo Álvarez Cambras, recordamos el viernes 1ero. de marzo su legado.

Próximos a un año de su deceso, en la capitalina institución, evocamos en matutino especial la naturalidad y grandeza de un hombre bueno y sencillo, cabal y revolucionario.

Entre anécdotas, imágenes y recuerdos resumieron su impronta en la medicina cubana y una vida entera dedicada al desarrollo de la ortopedia y la traumatología, la investigación y la formación de las nuevas generaciones.

Álvarez Cambras, nacido el 22 de diciembre de 1934 en Candelaria, Pinar del Río, el creador de los fijadores externos Ralca y quien fuera fundador y director por más de 40 años del prestigioso Complejo Científico Ortopédico Internacional “Frank País”, demostró en su actuar diario la sensibilidad y consagración que distingue a los profesionales de la Salud.

Sin dudas, sobresalió por su sencillez personal, según lo recuerdan sus allegados, y por su marcada empatía con los pacientes.
Asimismo, el deporte cubano en el período revolucionario no puede escribirse sin su nombre, pues resultó la mano salvadora de la carrera de centenares de atletas lesionados, entre ellos varios campeones olímpicos.

En la mañana del viernes 1ero. de marzo, sus colegas y amigos hablaron de sus incontables proezas; de los efectos beneficiosos de la artroscopia y de la artroplastia total en miembros superiores; de la cirugía reconstructiva y el progreso de las células madres que se multiplican en el impulso científico que él proyectó; en resumen, de su larga y fructífera vida profesional y científica, merecedora de innumerables condecoraciones, medallas y reconocimientos.

El doctor Álvarez Cambras, distinguido como Héroe del Trabajo de la República de Cuba, ostentó además, entre otros logros académicos, el título de Especialista de II Grado en Ortopedia y Traumatología, el de Doctor en Ciencias Médicas, el de Investigador de Mérito, el de Doctor Honoris Causa de varias Universidades de América Latina y el de Profesor Honorario y
Emérito de prestigiosos centros docentes del mundo.

Fue, además, presidente de la Sociedad Cubana de Ortopedia y Traumatología por varias décadas, miembro de honor y titular de varias sociedades científicas internacionales.

Su obra es inmensa no solo en el campo de la ciencia, la investigación, la docencia, sus valores humanos trascienden todo galardón recibido, porque el profe como todos cariñosamente le decían forma parte de la historia de este país que lo acoge como uno de sus hijos excepcionales.

Fuente: Red Social facebook del CCOI “Frank País”.

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