El pasado 16 de agosto de 2021 conmemoramos el 17 aniversario del fallecimiento del Comandante Dr. Alberto Oscar Ibietatorremendía Vega, quien había nacido el 13 de septiembre de 1917, en Jagüey Grande, Matanzas.
De la mano de la Profesora Consultante María del Carmen Amaro Cano, Vice-Presidenta Sociedad Cubana Historia de la Medicina, recordamos hoy que Ibietatorremendía Vega se inscribió en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana en el curso académico 1938-1939 y se graduó con la calificación de sobresaliente, otorgándosele el título de Doctor en Medicina el 23 de febrero de 1950, con la tesis titulada: “El peritaje médico legal en los accidentes de trabajo”.
Ejerció su profesión como médico en diferentes instituciones de la capital, entre las que se encuentran el Hospital Universitario “General Calixto García”, el Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” (hoy Comandante Manuel “Piti” Fajardo) y el Hospital Ortopédico “Fructuoso Rodríguez”.
Se inició en la vida política en La Joven Cuba, desde junio de 1934, junto al líder anti-imperialista Antonio Guiteras Holmes, repartiendo proclamas en actos públicos, veladas artísticas, teatros y en cualquier acto público donde tuviera la oportunidad de divulgar su sentido revolucionario.
Perteneció al Partido Auténtico y a la Juventud Ortodoxa (donde conoció a Fidel Castro). Finalmente ingresó al Movimiento del 26 de Julio, del que fue responsable y su tesorero en Jagüey Grande; participando en la gestión de bonos del Movimiento 26 de Julio, adquisición de dinamita y su traslado a Matanzas; sabotaje a la Compañía Eléctrica de Jagüey; lanzamiento de cadenas a redes eléctricas para provocar apagones, y de tachuelas y alcayatas en carreteras, entre otras acciones.
Debido a su actividad política estuvo en prisión en Jagüey, Jovellanos y Matanzas, por lo cual tuvo que vivir en la clandestinidad en La Habana, en múltiples ocasiones, hasta su incorporación a la Sierra Maestra.
Ya en la Sierra Maestra es recibido por un grupo de escopeteros en cuyo frente se encontraba el ‘Chino’ Figueredo y conducido a la Comandancia de La Plata (Columna No. 1). Allí trabajó en la construcción del hospital de dicha comandancia y curó a heridos vestidos de verde y amarillo, hasta que fue asignado definitivamente como médico a la columna del Comandante Juan Almeida Bosque, en III Frente Oriental.
Entre las intervenciones quirúrgicas que realizó se recogen dos amputaciones. La primera realizada en conjunto con el Dr. Páez Inchausti a un compañero, apodado ‘Pepe’, con una gangrena producida por un tiro en una pierna; y la otra, de más complejidad técnica, del miembro superior al entonces Capitán Gener Luna.
Además de sus compañeros y población en general, atendió a varios prisioneros, entre ellos al Teniente Coronel de la dictadura Nelson Carrasco Artiles, de un tiro en el tobillo y fue operado satisfactoriamente. Prestó apoyo médico en diversos combates, como Puerto de Moya, Contramaestre, Caney del Sitio, Dos Palmas, Palma Soriano, y al rendirse la guarnición de El Cobre, ocupó el Hospital “Ambrosio Grillo”.
Al triunfo de la revolución, y junto a la caravana de la victoria, solicitó permiso para ocupar su ciudad natal, reuniéndose luego con su columna y ocupando el campamento militar de Managua. Se le asignaron varias responsabilidades, tesorero-pagador del Ejército Rebelde y del Movimiento 26 de Julio, y Jefe del Cuerpo Médico del Ejército de Occidente.
Por sus antecedentes en la lucha insurreccional y méritos obtenidos hasta la victoria del Ejército Rebelde, el 13 de junio de 1959 fue ascendido a Comandante.
En el campamento militar de Managua participó en todos los acuartelamientos y movilizaciones; durante el ataque a Playa Girón permaneció como reserva y el apoyo médico a las unidades de tanques partió de allí. Durante la Crisis de Octubre fue movilizado a una unidad en la costa norte de Las Tunas, en un hospital de campaña, y en la lucha contra bandidos en la Sierra del Escambray se alistó en el hospital del Salto del Hanabanilla, donde formó parte del Estado Mayor de las fuerzas que dirigía el Comandante Filiberto Olivera.
Durante la migración masiva de los profesores universitarios para sabotear la enseñanza superior, ante el llamado de Fidel para cubrir las plazas dejadas por ellos, asumió inicialmente como Profesor Instructor y después como Auxiliar en el Hospital Ortopédico “Fructuoso Rodríguez”.
Fue un deportista de alto rendimiento, principalmente en esgrima. Con el equipo de la Universidad de La Habana ganó diferentes eventos, tanto en florete como sable, su arma favorita; equitación y tiro; participó como parte del equipo en un evento deportivo con la Universidad de Columbia en Nueva York.
Al regresar de la misión internacionalista en Argelia fue designado Jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Universitario “General Calixto García”; también laboró en el Hospital Militar “Carlos J. Finlay”, en la antigua Clínica Dependientes (hoy Hospital General Clínico Quirúrgico 10 de Octubre), en el hospital de la Prisión del Príncipe y, por diversas razones, también apoyó a hospitales de otras provincias.
Cumplió además con diversas responsabilidades administrativas y científicas, entre las que se destacan: director e instructor de la Escuela de Inseminación artificial de “El Dique” (hoy Centro Nacional de Inseminación Artificial) donde terminó la primera planta de inseminación, y director de veterinaria del INRA.
Realizó varios viajes al continente europeo como embajador itinerante en España, Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca y Suecia; luego visitó varias ciudades europeas, acompañado de los prestigiosos profesores de Ortopedia y Traumatología, Ceballos, Tabares y Monreal Acosta. En 1962 viajó a Moscú como miembro de la delegación cubana al Congreso Mundial por la Paz.
Cumplió dos misiones internacionalistas entre 1967-1969, en la República Popular de Argelia y Nicaragua.
A los 50 años de edad debutó con una diabetes mellitus, enfermedad que fue deteriorando su salud de forma insidiosa; culminando con la amputación de los miembros inferiores, a los 80 años de edad, situación que enfrentó con gran estoicismo y espíritu. Falleció siete años después, en La Habana, al cuidado de su familia.
Referencia bibliográfica:
Haga un comentario