La deslumbrante memoria de Rodrigo Álvarez Cambras

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Algunas de las más famosas leyendas del deporte cubano no habrían tenido lugar sin la leyenda del ortopédico que las hizo posible. Poniendo nombres a los hechos: ni Juantorena habría ganado “con el corazón” los 400 y 800 metros planos en Montreal 76, ni María Caridad Colón habría ganado el oro olímpico en Moscú 80, sin la maestría y la audacia de un médico llamado Rodrigo Álvarez Cambras.

Qué memoria descomunal, comentó más de un asistente a la presentación del libro, en formato digital Tal como lo viví, una biografía en casi 300 páginas de quien muchos consideran el padre de la ortopedia en Cuba.

Ocurrió en la mañana del 22 de diciembre, Día del Educador y cumpleaños 86 del creador de los fijadores externos Ralca y quien fuera fundador y director por más de 40 años del prestigioso complejo hospitalario «Frank País», donde presentó el libro, rodeado de personalidades del deporte, el arte, la ciencia o la diplomacia, que se cuentan entre sus agradecidos pacientes.

La fascinante historia personal del hombre, las luchas y los riesgos del revolucionario, las anécdotas del médico de los pacientes famosos.

Todo o casi todo lo que recuerda y es mucho y muy interesante, está en los textos, breves y concisos y en las fotos reveladoras de la obra, prologada por Eusebio Leal, presentada por el Doctor en Ciencias Históricas Félix Julio Alfonso y narrada a grandes rasgos por su protagonista principal ante colegas, familiares y amigos.

Citando de memoria a sus pacientes y los detalles de lesiones y cirugías que hicieron historia, Álvarez Cambras fascinó al auditorio, conformado también por jóvenes trabajadores del hospital. Las anécdotas del libro parecían saltar a la realidad desde los asientos del teatro, desde donde las glorias del deporte confirmaban sus historias.

Fidel, jefe y amigo entrañable, es una presencia recurrente en el testimonio. «Viví para cumplir las órdenes del Comandante en Jefe», declaró con orgullo Álvarez Cambras, al dedicarle su obra al líder de la Revolución cubana. También a sus cinco hijos y a su esposa Mabel Rodríguez, a quien considera coautora del libro, por ser quien transcribió y ordenó sus memorias, en un período en que el autor sufrió cinco operaciones que prácticamente le inhabilitaron una parte de sus extremidades superiores y permaneció por cuatro meses en cuidados intensivos.

Como dijera el Dr. Roberto González, actual director del «Frank País», al resumir la presentación: «Esta es la historia del pensamiento de Fidel, de lo que soñó para este hospital». Contada con sencillez y gracia, la biografía de Álvarez Cambras es un fresco y apasionante acercamiento a ocho décadas de la historia nacional, aderezada con anécdotas personales de su intervención en acontecimientos de relevancia mundial.

Si usted que lee ahora es de los que, como yo, creyó alguna vez que Alain Delón fue atendido en el «Frank País» o que Álvarez Cambras trasladó mensajes importantes para evitar guerras y conflictos en Oriente Medio, en este libro encontrará la verdad tal como la vivió su autor. [Por: Arleen Rodríguez Derivet]

Tomado de: Cubadebate – 23 diciembre 2020

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