Basada en la propia posibilidad del organismo humano de reemplazar por células sanas a las dañadas, como consecuencia de diversos procesos ocurridos en los tejidos, la medicina regenerativa es una de las ramas más promisorias y fascinantes de la práctica médica contemporánea.
No por casualidad muchos científicos la sitúan en idéntico rango de impacto de lo que en su tiempo representó la transfusión sanguínea y el trasplante de médula ósea, devenidos en la actualidad procederes habituales y de reconocido valor en el tratamiento de diferentes dolencias.
Sus pilares básicos son la terapia con células madre y la administración de proteínas bioactivas que tienen capacidad regenerativa. Dada su factibilidad, constituyen las variantes más utilizadas a nivel internacional, complementadas en ocasiones con la ingeniería de tejidos en vivo.
Como sucedió con la biotecnología y la ingeniería genética, Cuba también incursionó tempranamente en la medicina regenerativa y el 24 de febrero del 2004 tuvo lugar en el país la primera aplicación con células madre derivadas de la médula ósea, en un paciente que presentaba la isquemia de un miembro inferior, así se logró evitar la amputación de la extremidad afectada.
Según refiere a Granma el doctor en Ciencias Porfirio Hernández Ramírez, coordinador del Grupo Nacional de Medicina Regenerativa y Células Madre, del Ministerio de Salud Pública, aquel fue el primer caso reportado para el continente americano y el área del Caribe en ese tipo de dolencia específica, y el segundo conocido en el mundo.
En el 2016 la medicina regenerativa fue extendida a todas las provincias y al municipio especial Isla de la Juventud. Al cierre del pasado año sumaban 11 298 los pacientes cubanos tratados con células madre, fundamentalmente en las especialidades de Angiología, Ortopedia y Traumatología. [Por: Orfilio Peláez]
Fuente: Periódico Granmja Internacional, Cuba. 03/02/2018
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