La junta directiva de la Sociedad Cubana de Medicina Interna como parte de la sociedad civil cubana ha sentido la necesidad de decir presente y expresar su posición ante las recientes expresiones del recién electo presidente de Brasil Jail Bolsonaro en franca difamación sobre la calidad humana y científica de la misión médica cubana integrada al Programa Más Médicos en Brasil. Frente a las motivaciones insanas propias de la corriente política ultraderechista que el mismo representa, se impone poner claridad sobre las reales razones que estan detrás de tales actos contra nuestros compatriotas y colegas de profesión.
Hay razones de fondo para que el actual gobierno electo de Brasil haya boicoteado el programa Mas Médicos en Brasil. Todas son políticas, ninguna científica.
En primer lugar ese es un programa que refleja interés en el mejoramiento humano de una parte de la sociedad que no es prioridad para ese gobierno. Ese sector mayoritario que no puede pagar la medicina privada, más temprano que tarde tendrá que protestar por las medidas antisociales que están por venir y no se limitarán al programa Más Médicos en Brasil.
Ese programa además es un reflejo de un tipo de sociedad que ha sido ejemplo para las grandes masas populares de Brasil y toda América Latina. Esa imagen de solidaridad que irradia Cuba con su personal médico en zonas donde no quieren trabajar otros naturales del Brasil, es otro blanco del boicot.
Ese tipo de médico que Cuba envía a cumplir misiones, que junto al reporte económico que necesita un país como el nuestro, también reporta una visión del cuidado en salud diferente. El médico de familia cubano no está formado para la competencia voraz capitalista que también se manifiesta dentro de gran parte del propio gremio médico brasileño. Nuestros médicos generales integrales se distinguen por su capacidad para acercarse emocionalmente a sus pacientes, por tener un enfoque de riesgo, por tomar en cuenta los factores sociales que influyen en el estado de salud de cada enfermo y la población a la que pertenece. Y hablar de esos factores sociales les puede resultar incómodo a los políticos del actual gobierno electo. Entre esos factores sociales en un país con tanta riqueza está la distribución desigual en una sociedad donde se fomenta el utilitarismo a ultranza y el individualismo.
La representación médica cubana coexiste allí con otro tipo de médico de esa sociedad donde la formación es hacia una medicina curativa, en estrecho vínculo con la industria farmacéutica y con resortes de mercado. Es una táctica muy mal intencionada pretender valorar los conocimientos de los médicos cubanos desde esa posición que pretende someter a criterios de evaluación iguales a médicos a todas luces diferentes en la prioridad de valores como el humanismo del formado en Cuba y el pragmatismo mercantil del contexto brasileño.
Algo que distingue a los médicos cubanos es su relación contractual, moral y ética con el estado. Esa relación que Bolsonaro cataloga de esclavista y pretende desligarlos del compromiso con su patria. El médico cubano no recibe, ni tiene que recibir pago íntegro directo del estado de Brasil, excluyendo al estado cubano que condicionó históricamente su acceso a la carrera y su formación. El médico cubano sabe que cumple una misión que combina el beneficio personal con el social. La pretensión de sembrar individualismo y egoísmo es una táctica conocida, propia de considerar la deslealtad al prójimo y a la patria una característica natural y deseable.
Hay momentos en que la vida nos da una oportunidad de demostrar el valor del decoro como prioridad en la escala de valores por encima del interés económico.
Es lamentable que hayan inducido la retirada de nuestra misión en Brasil, pues se dejan atrás pacientes que van a sentir la ausencia de nuestra medicina y nuestros médicos que sin duda tenían un acercamiento más humano a ese pueblo.
Como internistas cubanos nos solidarizamos con nuestros colegas de profesión y con esos sectores de población que tendrán la tarea de defenderse y crecer políticamente pues es en ese terreno donde los engañan y manipulan. Este conflicto no se limita a dos visiones de la función sanitaria de los médicos, ese conflicto afecta directamente a esos pacientes y serán ellos y las fuerzas progresistas de ese gigante económico los principales encargados de reconquistar las condiciones que permiten la presencia de la misión solidaria cubana.
Junta directiva SOCUMI
Prof. Dr. Miguel A. Serra @ 9:37 pm
Muy bueno. La dignidad no puede perderse nunca. “El educador cubano debe trabajar de manera constante y consciente por el incremento de su propio capital ético y por elevar el de sus educandos, porque debemos de formar hombres de conciencia, en lugar de farsantes de sociedad”… Félix Varela.