La prevalencia mundial de la obesidad se ha más que duplicado en las últimas cuatro décadas y actualmente afecta a más de mil millones de personas. Más allá de su reconocimiento como una condición de alto riesgo que está vinculada causalmente a muchas enfermedades crónicas, la obesidad ha sido declarada una enfermedad per sé, que resulta en una calidad de vida deteriorada y una esperanza de vida reducida.
Cabe destacar que dos tercios del exceso de mortalidad relacionada con la obesidad son atribuibles a la enfermedad cardiovascular. A pesar del vínculo cada vez más reconocido entre obesidad y una amplia gama de manifestaciones de enfermedades cardiovasculares, incluyendo enfermedad aterosclerótica, insuficiencia cardíaca, enfermedad tromboembólica, arritmias y muerte cardíaca súbita, la obesidad ha sido poco reconocida y abordada de manera subóptima en comparación a otros factores de riesgo cardiovascular modificables.
Esta guía es el resultado de la revisión por expertos de la evidencia científica acumulada sobre el tema. Provee de una visión integrada sobre obesidad y riesgo cardiovascular, así como de la importancia de crear estrategias para su abordaje.
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