La columna de la Dra Isis Betancourt en la Revista Avances Médicos de Cuba , de Prensa Latina es parte del Proyecto HistArtMed, grupo de trabajo singular dentro de la Sociedad Cubana de Medicina Interna. Esta es otra de sus entregas, recreando las manos, parte de los que nos distingue como especie, ejecutoras de las creaciones más exquisitas de la humanidad. Disfrútenla:
La mano es la porción terminal de los brazos o extremidades anteriores de los seres humanos y de algunos primates. En otros mamíferos y especies animales, este tipo de apéndices también se llaman manos para distinguirlos de los pies o de los miembros inferiores. En los humanos son diferentes: precisamente la posición del pulgar permite la pinza digital o agarre en forma de pinza, que aparece entre los ocho y nueve meses de edad. Esto hizo al hombre gigante en la evolución con el trabajo, el empleo de herramientas y la creación.
Con las manos se puede hablar mediante el lenguaje de señas, leer con el
sistema Braille, pintar, esculpir, interpretar música, construir, brindar y recibir placer a través de las caricias y saludar como muestra de afecto y respeto.
Entre los lusitanos, romanos, musulmanes, visigodos y otros pueblos, desde tiempos remotos se establecía la pena de amputación de la mano ante determinados delitos, un castigo antiguo que llega a nuestros días.
La quiromancia (del griego cheir, ‘mano’; manteia, ‘adivinación’) —práctica común entre los asirios, los egipcios y los hebreos, que mereció el reconocimiento de filósofos como Platón y Aristóteles y fue muy difundida durante la Edad Media con auge en el siglo XIX— se basa en la interpretación de las líneas o pliegues de las palmas de las manos.
El lector coincidirá en que, aunque se han creado obras sin ellas, clásicos como La Gioconda, de Da Vinci; El David, de Miguel Ángel; El pensador, de Rodin; y La gitana tropical, de Víctor Manuel; se deben al talento, inspiración y manos prodigiosas de los artistas. Por otra parte, han sido representadas en frutos de la plástica como El caballero de la mano en el pecho, de El Greco; Manos que oran, de Alberto Durero; y la serie de las manos de Oswaldo Guayasamín.
No se puede olvidar que Ravel compuso su Concierto para la mano izquierda para el célebre pianista Paul Wingesten, que había perdido la derecha en la Primera Guerra Mundial.
La importancia de estas extremidades en la Medicina no se limita al reconocido papel de los cirujanos en las operaciones, también son instrumentos útiles para la realización del examen físico, en la palpación y percusión.
Identificar a las manos de estos especialistas como fuente de infecciones que complicaban las intervenciones quirúrgicas y muchas veces ponían fin a la vida de los pacientes, motivó el surgimiento de las medidas de asepsia y antisepsia, que incluyen el lavado de las manos y la utilización de los guantes de látex por médicos y enfermeros.
Las manos expresan muchas enfermedades, algunas sencillas como las micosis de los dedos o tan invalidantes como la artritis reumatoidea, la osteoartritis y la gota. Los dedos en palillos de tambor se notan en los fumadores y en quienes padecen de problemas respiratorios crónicos.
Pacho Alonso cantaba “dame la mano y caminemos por el camino que conduce a la felicidad”, una hermosa letra que nos recuerda el privilegio de contar con esas prolongaciones, que hoy me permitieron escribir para ustedes.
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