El síndrome de dificultad respiratoria aguda producido por la COVID-19 provoca alteraciones en el intercambio de oxígeno y la excreción de dióxido de carbono con consecuencias neurológicas.
El objetivo de este estudio es describir las implicaciones del oxígeno y el dióxido de carbono sobre la dinámica cerebral durante el tratamiento ventilatorio del síndrome de dificultad respiratoria aguda en el accidente cerebrovascular.
Se realizó una búsqueda en bases referenciales como: PubMed/Medline, SciELO, Google Académico y BVS Cuba. Los términos incluidos fueron brain-lung crosstalk, ARDS, mechanical ventilation, COVID-19 related stroke, ARDS related stroke y su traducción al español.
Fueron referenciados libros de neurointensivismo y ventilación mecánica artificial. El período de búsqueda incluyó los últimos 20 años. Se seleccionaron 46 bibliografías que cumplieron con los criterios de selección.
Se ha descrito que los niveles de oxígeno y dióxido de carbono participan en la neurorregulación vascular en pacientes con daño cerebral. Algunas alteraciones alusivas son la vasodilatación cerebral refleja o efectos vasoconstrictores con reducción de la presión de perfusión cerebral. Como consecuencia aumenta la presión intracraneal y aparecen afectaciones neurocognitivas, isquemia cerebral tardía o herniación del tronco encefálico.
Los autores concluyen que el control de la oxigenación y la excreción de dióxido de carbono resultaron cruciales para mantener la homeostasis neuronal, evita la disminución de la presión de perfusión cerebral y el aumento de la presión intracraneal. Se sugiere evitar la hipoxemia e hiperoxemia, limitar o eludir la hipercapnia y usar hiperventilación hipocápnica solo en condiciones de herniación del tallo encefálico.
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