Cambio climático. ¿Nuevas enfermedades para un nuevo clima?

Desde comienzos del siglo xx la temperatura terrestre ha ido aumentando de manera progresiva. Este calentamiento de la superficie terrestre, debido en gran parte al llamado efecto invernadero, podría alterar el curso natural de ciertos fenómenos naturales como el de El Niño. Recientemente se han publicado varios artículos acerca del cambio climático. Algunos autores han planteado la hipótesis de si ello podría tener algún efecto sobre la salud humana o facilitaría incluso la reaparición de ciertas enfermedades erradicadas actualmente.

Desde antiguo es conocida la relación entre el clima y las enfermedades. En estos últimos años estamos asistiendo a un cambio en el patrón estacional de ciertas enfermedades y al resurgimiento de algunas erradicadas hasta ahora. A partir de la Revolución Industrial la temperatura global de la Tierra ha sufrido un progresivo incremento, se estima que durante el siglo xx ésta ha aumentado una media de 0,6 ºC1, triplicándose esta tendencia desde 19762. Según previsiones del Panel Intergubernamental Para El Cambio Climático (IPCC), para finales del siglo xxi se habrá producido un aumento global de entre 1,4-5,8 ºC1. A ello contribuyen en gran medida la emisión creciente de los gases invernadero procedentes en su mayoría de la combustión de residuos fósiles y formados por una mezcla variable de dióxido de carbono, metano, dióxido de nitrógeno, dióxido de sulfuro, clorofluorocarbonos y vapor de agua. Estos gases no son en sí mismos nocivos, puesto que retienen parte de la energía solar emitida a la Tierra, lo que permite la existencia de la biodiversidad de especies actual, y sin su existencia la temperatura terrestre sería de unos —18 ºC3. Su carácter perjudicial estaría más bien en relación con su diferente proporción.

Este calentamiento terrestre se ha asociado a un aumento en la frecuencia de fenómenos naturales y a la magnificación de sus efectos . Así, fenómenos como el de El Niño , producido por una interacción entre la atmósfera y el Pacífico tropical que aumenta la temperatura de la superficie marina y produce un desequilibrio en el nivel del mar a ambos extremos del Pacífico4, se traduce en mayores precipitaciones en el Pacífico Este y sequías en el sudeste asiático, Australia y el sudeste de EE.UU.5.

Todo esto tiene una indudable repercusión en la salud humana, y si bien hay datos que apuntan a una relación causal entre el cambio climático y determinadas enfermedades, ésta es muy difícil de demostrar debido a la multicausalidad de las enfermedades, que dificulta la evaluación del clima per se en estudios epidemiológicos; la lentitud del efecto antropogénico y la latencia de sus efectos, o la vulnerabilidad de las poblaciones a las enfermedades condicionada por factores sociales, demográficos, económicos, etc.6, variando la expresividad del cambio climático en ellas.

Rev Clin Esp. 2009;209:234-40