El viroma, población de virus que reside en el organismo humano, y los retrovirus endógenos integrados al genoma humano, podrían ejercer influencia en la salud y las enfermedades que aparecen durante el envejecimiento. Algunas consideraciones al respecto aparecen en Hurme M. Viruses and immunosenescence – more players in the game. Immunity & Ageing, 2019;16:13.
Anticuerpos IgG2 contra la microbiota intestinal se asociaron con diabetes tipo I, en presencia de haplotipos HLA DR3/DR4, según Paun A, Yau C, Meshkibaf S, Daigneault MC, Marandi L, Mortin-Toth S, et al. Association of HLA-dependent islet autoimmunity with systemic antibody responses to intestinal commensal bacteria in children. Science Immunology 2019;4(32):eaau8125.
En la sección: Autoinmunidad, Microbioma. Publicado en: .
Un antígeno de la microbiota intestinal, regulado por la dieta, afecta la actividad de linfocitos T reguladores y efectores en el colon. Los detalles aparecen en Wegorzewska MM, Glowacki RWP, Hsieh SA, Donermeyer DL, Hickey CA, Horvath SC, et al. Diet modulates colonic T cell responses by regulating the expression of a Bacteroides thetaiotaomicron antigen. Science Immunology 2019;4(32):eaau9079.
En la sección: Inflamación, Inmunidad de mucosas, Inmunología en otras especialidades, Linfocitos T, Microbioma. Publicado en: .
Los ácidos grasos de cadena corta producidos por bacterias intestinales tienen un efecto protector sobre la diabetes mellitus tipo I, de acuerdo con Vatanen T, Franzosa EA, Schwager R, Tripathi S, Arthur TD, Vehik K, et al. The human gut microbiome in early-onset type 1 diabetes from the TEDDY study. Nature 2018;562:589–594.
En la sección: Autoinmunidad, Infectología, Microbioma. Publicado en: .