La primera semana de agosto sirve de pretexto para incrementar las acciones de información, promoción y educación sobre la lactancia materna. Entre sus beneficios, se menciona siempre la influencia sobre la inmunidad, tema sobre el que hay novedades. Se suele decir que la lactancia es la primera vacuna pero, en realidad, es mucho más que eso.
La presencia de anticuerpos en la leche materna es, probablemente, el punto más socorrido, pues el nutritivo líquido contiene las tres principales clases de inmunoglobulinas: G, M y A. Esta última es protagonista, por su mayor abundancia y su importante papel en la neutralización de los patógenos a nivel de las mucosas. Sin embargo, la riqueza y diversidad de componentes inmunitarios en la leche materna va mucho más allá.
Entre otros elementos del sistema inmune que recibe el recién nacido al lactar están:
– Células: neutrófilos, macrófagos, linfocitos T, linfocitos B, células madre. Estas poblaciones celulares son funcionales, representan una forma de microquimerismo y pueden tener, entre otras acciones, influencias reguladoras y educativas sobre el sistema inmune del neonato.
– Microbiota: la diversidad de efectos del microbioma sobre el proceso salud-enfermedad en el humano hacen pensar en la complejidad y la importancia de las interacciones de la microbiota de la leche humana con el organismo que apenas se expone a un nuevo entorno.
– Otras moléculas: además de los anticuerpos, se ha reportado la presencia de citocinas, factores del complemento, enzimas, péptidos antimicrobianos, oligosacáridos, exosomas y ácidos nucleicos (microARNs y ADN libre). Es de suponer que no sean desprecianles las influencias que sobre el sistema inmune neonatal tiene tal variedad de mediadores y efectores.
Por ello, más que un alimento, más que una vacuna: lactar está entre las primeras y más determinantes influencias que recibirá el niño al nacer, no solo para la maduración y funcionalidad de su sistema inmunitario, sino para su salud, por el resto de sus días.
Más información en:
– Faa G, Pichiri G, Coni P, Dessì A, Fraschini M, Fanos V. They will be famous: Multipotent stem cells in breast milk. World J Clin Pediatr 2025;14(2):101080.
– Dombrowska-Pali A, Wiktorczyk-Kapischke N, Chrustek A, Olszewska-Słonina D, Gospodarek-Komkowska E, et al. Human Milk Microbiome-A Review of Scientific Reports. Nutrients. 2024 May 8;16(10):1420.
– Cristóbal-Cañadas D, Parrón-Carrillo R, Parrón-Carreño T. Exosomes in Breast Milk: Their Impact on the Intestinal Microbiota of the Newborn and Therapeutic Perspectives for High-Risk Neonates. Int J Mol Sci. 2025 Apr 5;26(7):3421.
– Slater AS, Hickey RM, Davey GP. Interactions of human milk oligosaccharides with the immune system. Front Immunol. 2025 Jan 14:15:1523829.
– Rezai T, Fell-Hakai S, Guleria S, Toldi G. The Role of Breast Milk Cell-Free DNA in the Regulation of the Neonatal Immune Response. Nutrients. 2024 Dec 19;16(24):4373.
– Paul A, Bui T, Muelbert M, Toldi G. T lymphocytes in human milk: Their role in immune system maturation through maternal microchimerism. J Reprod Immunol. 2025 Mar:168:104451.
Lactancia materna e inmunidad neonatal: más que un alimento, más que una vacuna
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