Aproximadamente el 80 % de los pacientes hospitalizados con la COVID-19 informan síntomas persistentes hasta varios meses después del inicio de la infección. Sin embargo, el conocimiento de los resultados a largo plazo entre las personas que padecieron la forma leve de la COVID-19 es escaso y los datos de la prevalencia se ven obstaculizados por los sesgos en la selección y los grupos no óptimos de control.
En este artículo, publicado en la Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense, JAMA su sigla en inglés), mediante un estudio de cohorte los autores identificaron los síntomas a largo plazo relacionados con la forma leve de la COVID-19 entre los profesionales de la salud del Hospital Danderyd, Estocolmo, Suecia a los que se les realizó un seguimiento durante 8 meses.
Los datos demográficos, los síntomas y la gravedad (leve o grave) y las enfermedades crónicas se obtuvieron mediante cuestionarios al inicio del estudio. Se excluyeron los participantes que eran seropositivos para la IgG (inmunoglobulina G) anti-pico del SARS-CoV-2 al inicio del período de observación que informaron síntomas graves, al igual que los inicialmente seronegativos que se seroconvirtieron durante el seguimiento. A todos los sujetos seleccionados se les tomó una muestra de sangre cada 4 meses.
Los investigadores encontraron, al comparar los participantes seropositivos a la COVID-19 versus los seronegativos, que el 26 % frente al 9 % informó al menos un síntoma moderado a grave que duró como mínimo 2 meses (riesgo relativo, RR, 2.9 [intervalo de confianza, IC del 95 %, 2.2 a 3.8]) y el 15 % frente al 3 % declaró por lo menos 1 síntoma moderado a grave que duró hasta 8 meses o más (RR, 4.4 [IC del 95 %, 2.9-6.7]. Los síntomas entre moderados a graves más comunes, que duraron como mínimo 2 meses en el grupo seropositivo, fueron anosmia (pérdida del olfato), fatiga, ageusia (pérdida de la capacidad gustativa) y disnea.
De los participantes seropositivos a la COVID-19, el 8 % reportó que sus síntomas a largo plazo interrumpieron de forma moderada a marcada su vida laboral, en comparación con el 4 % de los sujetos seronegativos en estudio (RR, 1.8 [IC del 95 %, 1.2-2.9]).
El 15 % de los seropositivos a la COVID-19 manifestó que sus síntomas a largo plazo interrumpieron de forma moderada a notable su vida social, en comparación con el 6 % de los participantes seronegativos (RR, 2.5 [IC del 95 %, 1.8-3.6]); y el 12 % informó que sus síntomas a largo plazo interrumpieron de forma moderada a notable su vida familiar, en comparación con el 5 % de los sujetos seronegativos estudiados (RR, 2.3 [IC del 95 %, 1.6-3.4]).
Igualmente, el 11 % de los participantes seropositivos manifestaron una alteración de moderada a marcada en cualquier categoría de la Escala de Discapacidad de Sheehan, además de tener al menos 1 síntoma de moderado a grave que duró como mínimo 8 meses, en comparación con el 2 % de los seronegativos (RR, 4.5 [ IC del 95 %, 2.7-7.3]).
Los resultados de este estudio mostraron que una parte considerable de las personas de bajo riesgo, con la forma leve de la COVID-19, presentaron una diversidad de síntomas a largo plazo, y que estos interrumpieron su vida laboral, social y hogareña. Las limitaciones del estudio incluyen la posibilidad de sesgo de recuerdo y la calificación subjetiva de los síntomas. En opinión de los autores se necesitan más investigaciones para comprender los mecanismos subyacentes a las secuelas a largo plazo relacionadas con la COVID-19.
Fuente: Havervall S, Rosell A, Phillipson M, Mangsbo SM, Nilsson P, Hober S, et al. Symptoms and Functional Impairment Assessed 8 Months After Mild COVID-19 Among Health Care Workers. JAMA [Internet]. 2021 [citado 24 May 2021];325(19):2015-6. Disponible en: https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2778528 doi: 10.1001/jama.2021.5612
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