El 19 de mayo de 2021 la variante de preocupación delta (en inglés Delta Variant of Concern, VOC), anteriormente conocida como VOC indio o B 1.617.2, que se destaca por su capacidad para replicarse más rápidamente que otras, se convirtió en la cepa dominante del SARS-CoV-2 en Escocia. El alfa VOC (anteriormente conocido como Kent VOC, B.1.1.7, o gen S negativo) que anteriormente había sido la cepa predominante ha sido reemplazada rápidamente por esta nueva variante.
En este artículo, publicado en la revista The Lancet, los autores se propusieron utilizar la plataforma EAVE II para realizar un análisis de cohorte que permitiera describir el perfil demográfico de los pacientes con la COVID-19, investigar el riesgo de ingreso hospitalario por esta enfermedad y estimar la efectividad de las vacunas BNT162b2 (vacuna Pfizer-BioNTech) y ChAdOx1 nCoV-19 (vacuna Oxford-AstraZeneca) para prevenir los ingresos hospitalarios por la COVID-19 en los casos positivos para el gen S. También utilizaron un diseño de prueba negativa para estimar la efectividad de las vacunas contra el riesgo de infección por el SARS-CoV-2.
EAVE II es una plataforma para la vigilancia de la COVID-19 en toda Escocia que se ha utilizado para rastrear y pronosticar la epidemiología de esta enfermedad, informar la estratificación del riesgo e investigar la efectividad y la seguridad de las vacunas. Comprende los conjuntos de los datos nacionales de la atención de la salud de 5.4 millones de personas (aproximadamente el 99 % de la población escocesa) vinculados a través del número único del Índice de Salud Comunitaria de Escocia.
El análisis se basó en todas las personas que se sometieron a una prueba de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para el SARS-CoV-2 en el período en estudio, y se compararon las proporciones de los resultados positivos entre las personas vacunadas respecto a las no vacunadas en el momento de la realización del test, ajustadas según los datos demográficos y las covariables temporales.
De acuerdo con los métodos utilizados los autores definieron una admisión hospitalaria por la COVID-19 si ocurrió dentro de los 14 días posteriores a la obtención de un resultado positivo para el SARS-CoV-2. También se incluyeron las personas que fueron positivas en los 2 días posteriores a la admisión al hospital.
Se excluyeron a las personas evaluadas durante una estancia hospitalaria desde el día 3 en adelante, así como las infecciones por la COVID-19 adquiridas en el hospital. El análisis cubrió el período del 1º de abril al 6 de junio de 2021 para la distribución demográfica de los casos. El 1º de abril de 2021 el 44.7 % de la población de Escocia había recibido una dosis de la vacuna contra la COVID-19 y el 7.6 % había recibido dos dosis. Entre las personas de 65 años o más, los porcentajes fueron de 91.2 % y 15.9 %, respectivamente.
Al final del período de estudio (es decir, el 6 de junio de 2021), el 59.4 % había recibido una dosis y el 39.4 % las dos dosis; las proporciones correspondientes fueron de 91.7 % y de 88.8 %, respectivamente para las personas de 65 años o más.
Durante el lapso estudiado hubo 19 543 infecciones confirmadas por el SARS-CoV-2, de las que 377 fueron ingresadas en el hospital por esta enfermedad; 7723 (39.5 %) de estos casos confirmados y el 134 (35.5 %) de los ingresos hospitalarios eran positivos para el gen S.
El análisis de regresión de Cox reveló que los casos positivos para el gen S se asociaron con un mayor riesgo de ingreso hospitalario por la COVID-19: cociente de riesgo (HR) 1.85 (intervalo de confianza, IC, del 95 %: 1.39-2.47) en comparación con los casos con el gen S negativo, después de ajustar por edad, sexo, privación, tendencia temporal y comorbilidades. Un mayor número de comorbilidades aumentó el riesgo del ingreso hospitalario por la COVID-19.
En general, un efecto fuerte de la vacuna no se manifestó claramente hasta al menos 28 días después de la primera dosis (HR 0.32, 95 % CI 0.22-0.46).
Entre los casos con gen S negativo, el efecto de la vacunación (al menos 28 días después de la primera o la segunda dosis) fue reducir el riesgo del ingreso hospitalario (HR 0.28, IC del 95 %: 0.18-0.43) en comparación con los no vacunados.
El cociente de riesgo correspondiente para el ingreso hospitalario en los casos positivos para el gen S fue de 0.38 (IC del 95 %: 0.24-0.58), con un valor de p de la prueba de interacción de 0.19, lo que sugiere que no hubo evidencia de un efecto diferencial de la vacuna sobre los ingresos hospitalarios en estos sujetos.
Teniendo en cuenta toda la cohorte de la población (en lugar de solo los casos hospitalarios), el análisis de la prueba negativa para estimar la efectividad de la vacuna en la prevención de la infección por SARS-CoV-2, confirmada por la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (RT-PCR), mostró que en comparación con los no vacunados, al menos 14 días después de la segunda dosis, BNT162b2 (vacuna Pfizer-BioNTech) ofreció una muy buena protección: 92 % (IC 95 % 90-93) para los casos con gen S negativo, 79 % (75-82) para los gen S positivo.
Sin embargo, la protección asociada con ChAdOx1 nCoV-19 (vacuna Oxford-AstraZeneca) fue sustancial pero reducida: 73 % (IC del 95 %: 66-78) para los casos con gen S negativo versus 60 % (53-66) para aquellos con gen S positivo.
Al restringir el análisis a los sujetos del estudio que informaron síntomas en el momento de la prueba se observaron cambios similares en los efectos de la vacuna Pfizer-BioNTech durante al menos 14 días después de la segunda dosis, pero con intervalos de confianza más amplios asociados con el tamaño reducido de la muestra. Para la vacuna Oxford-AstraZeneca, el cambio resultó mayor como consecuencia de la mayor disminución del efecto de la vacuna sobre los casos con el gen S negativo.
En resumen, los autores plantean que en Escocia la variante delta VOC, que es casi un 60 % más transmisible que la variante alfa VOC, se encontró principalmente en los grupos más jóvenes y con mayor poder adquisitivo.
El riesgo de ingreso hospitalario por la COVID-19 se duplicó aproximadamente en aquellas personas infectadas con la variante delta VOC, en comparación con el alfa VOC, y aumentó particularmente en aquellos con cinco o más comorbilidades relevantes.
Tanto las vacunas contra la COVID-19 de Oxford-AstraZeneca como la de Pfizer-BioNTech fueron efectivas para reducir el riesgo de la infección por el SARS-CoV-2 y de la hospitalización por la COVID-19 en personas con la variante delta VOC, pero estos efectos sobre la infección parecieron disminuir en comparación con aquellas infectadas con la variante alfa VOC.
Los investigadores consideran insuficiente el número de ingresos hospitalarios para comparar las vacunas en este aspecto. Por otra parte, la vacuna Oxford-AstraZeneca pareció menos eficaz que la de Pfizer-BioNTech para prevenir la infección por SARS-CoV-2 en personas con delta VOC, pero dada la naturaleza observacional de estos datos las estimaciones de la eficacia de estas vacunas, derivadas de este estudio, deben interpretarse con cautela.
Fuente: Sheikh A, McMenamin J, Taylor B, Robertson C. SARS-CoV-2 Delta VOC in Scotland: demographics, risk of hospital admission, and vaccine effectiveness. The Lancet [Internet]. [citado 28 Jul 2021];397(10293):2461-2. Disponible en: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)01358-1/fulltext doi: 10.1016/S0140-6736(21)01358-1
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