A diferencia de lo que muchos pudieran imaginar para estas fechas, Cuba vive su peor brote desde el inicio de la pandemia, entrando por primera vez en la fase de transmisión comunitaria. Las altas cifras de contagios registrados en la Mayor de las Antillas en los últimos meses, vuelven a centrar las miradas en las curvas y modelos matemáticos en busca de la añorada respuesta de “cuándo pasará la epidemia”.
Para el Dr. Cs. Pedro Más Bermejo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología, tras 16 meses de trabajo, la palabra clave para lograr mayor efectividad en los pronósticos es trabajo colectivo.
La experiencia ha hecho que estos modelos tengan ajustes y mejores interpretaciones, atendiendo a dónde ocurren los focos de trasmisión. Se ha tenido que hacer una evaluación de los resultados de los modelos para mejorar la precisión de las proyecciones. A veces sucede que, eventualmente, en una provincia un aumento inesperado de los de casos ocurre en una institución cerrada, que tiene un impacto limitado en la trasmisión comunitaria y los modelos reflejan este crecimiento, de ahí la importancia de la interpretación epidemiológica integrada.
La llegada de las vacunas se convirtió en el gran rayo de esperanza durante 2021 para muchos ciudadanos, tras meses de altas cifras de fallecimientos, sucesivas olas de infecciones y confinamientos interminables por la COVID-19.
Aplicar la vacuna del coronavirus no es una carta blanca para ignorar las medidas de salud como el uso de mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos. Un elemento en el que coinciden los expertos cubanos y alertan ante la compleja situación epidemiológica que vive el país.
Entre tanto el decano de la Facultad de Matemática, Dr. C. Raúl Guinovart Díaz, apunta que en los inicios del proceso de vacunación no se detiene el crecimiento de los contagios, hay una especie de inercia hasta que se comienza a frenar, debido a que los anticuerpos demoran un tiempo en alcanzar el nivel necesario.
Para que ese tiempo sea más corto deben mantenerse y cumplirse las medidas epidemiológicas y sanitarias, incluidas la limitación de la movilidad de las personas, el impulso del teletrabajo y evitar las aglomeraciones. En este momento compite el verano porque aumenta el movimiento de las personas. La vacuna no frenará en seco la trasmisión. (Más información)
Fuente: Cubadebate
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