La atención en el domicilio de un caso sospechoso o confirmado de la COVID-19, tanto en adultos como en niños, puede plantearse cuando la atención hospitalaria no esté disponible o no pueda ofrecerse con todas las garantías de seguridad.
Estas orientaciones breves, publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mes de agosto del año 2020, se confeccionaron con el objetivo de servir de guía, en cuestiones relativas a la atención en el domicilio, de casos sospechosos o confirmados de la COVID-19 para los profesionales de la salud pública y de la prevención y el control de infecciones, los gestores de los servicios de salud, los trabajadores de la salud (sanitarios) y otros proveedores de servicios comunitarios cualificados que se ocupen de estas actividades.
Atender a una persona infectada en el domicilio, en lugar de en un centro médico o especializado, aumenta el riesgo de transmisión del virus al resto de las personas que se hallan en el hogar. Sin embargo, el aislamiento de quienes están infectados por el SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, puede contribuir en gran medida a cortar las cadenas de transmisión.
En el documento se señala que la decisión de aislar a una persona infectada y atenderla en el domicilio depende de tres factores: la evaluación clínica del individuo en el que se ha detectado la presencia del SARS-CoV-2, la evaluación del entorno doméstico y la capacidad de vigilar la evolución clínica de un paciente con la COVID-19 en el domicilio. Se ofrecen, además, recomendaciones sobre cómo valorar cada uno de estos factores.
Fuente: Organización Mundial de la Salud. Atención en el domicilio a casos sospechosos o confirmados de COVID-19 y manejo de sus contactos [Internet]. Ginebra, Suiza: OMS; 2020 [citado 21 Sep 2020]. 10 p. Disponible en: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/333967/WHO-2019-nCoV-IPC-HomeCare-2020.4-spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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