cerebro

Investigadores de la Escuela Universitaria de Medicina de Washington en St. Louis, Estados Unidos, han identificado el mecanismo por el cual una proteína sirtuina específica llamada SIRT1 funciona en el cerebro para provocar un retraso significativo en el envejecimiento y un aumento de la longevidad, ambos asociados con una dieta baja en calorías.

La longevidad está en el cerebro.
Entre los científicos, el papel de las proteínas sirtuinas en la mejora de la longevidad ha sido objeto de acalorados debates por los resultados contradictorios de muchos trabajos diferentes. Por su parte, el filósofo y el científico japonés Ekiken Kaibara describió por primera vez el concepto de control de la dieta como un método para lograr una buena salud y la longevidad en 1713. Murió al año siguiente a la madura edad de 84 años, una larga vida para una persona del siglo XVIII.

Desde entonces, la ciencia ha demostrado un vínculo entre una dieta baja en calorías (sin malnutrición) y la longevidad en una variedad de modelos animales. En el nuevo estudio, Shin-ichiro Imai y sus colegas han demostrado que SIRT1 solicita la actividad neuronal en áreas específicas del hipotálamo del cerebro, lo cual provoca cambios físicos dramáticos en el músculo esquelético y el aumento del vigor y la longevidad.

«En nuestros estudios de ratones que expresan SIRT1 en el cerebro, encontramos que las estructuras musculares esqueléticas de ratones viejos se parecen a tejido muscular joven», subrayó Imai. «Ratones de 21 meses de edad (el equivalente a 70 años humanos) parecen tan activos como los de cinco meses de edad», agrega.

Menos calorías retrasan el envejecimiento
Imai y su equipo comenzaron su búsqueda para definir los momentos críticos responsables de la conexión entre la restricción alimentaria y la longevidad con el conocimiento de estudios previos sobre que la proteína SIRT1 juega un papel en el retraso del envejecimiento cuando se restringen las calorías. Para ello, analizaron ratones que habían sido modificados genéticamente para producir en exceso la proteína SIRT1, algunos de ellos en los tejidos del cuerpo y otros solo en el cerebro.

«Hemos encontrado que solo los ratones que sobreexpresan SIRT1 en el cerebro (llamados BRASTO) tuvieron una prolongación significativa de la vida y retraso en la edad, al igual que los ratones normales criados en regímenes de restricción de la dieta», dijo Imai, experto en la investigación del envejecimiento y profesor en los departamentos de Biología del Desarrollo y Medicina.

Los ratones BRASTO demostraron una extensión significativa de la vida sin sufrir restricción dietética. Además de los cambios positivos del músculo esquelético en los ratones BRASTO, los autores también observaron incrementos importantes en la actividad física durante la noche, como la temperatura corporal y el consumo de oxígeno en comparación con los controles emparejados por edad.

Más longevos
Los ratones se caracterizan por ser más activos durante la noche. Los roedores BRASTO también experimentaron un sueño mejor o más profundo y, tanto machos como hembras, tuvieron un aumento significativo en la longevidad. El promedio de vida de los ratones BRASTO en el estudio, cuyos resultados se publican en Cell Metabolism, se amplió en un 16 % en el caso de las hembras y un 9 % para los machos.

Traducido a los seres humanos, esto podría significar un extra de 13 o 14 años para las mujeres, por lo que su promedio de vida sería de 100 años, y un añadido de siete años a la vida de los hombres, aumentando su promedio de vida a unos 80 años, según calcula Shin. Asimismo, se observó un retraso en la muerte por cáncer en los ratones BRASTO frente a los roedores control.

Imai dijo que el perfil de la longevidad y la salud en los ratones BRASTO parece ser el resultado de un cambio en el inicio del envejecimiento en lugar del ritmo de envejecimiento. «Lo que hemos observado en los ratones BRASTO es un retraso en el momento en que comienza el declive relacionado con la edad, por lo que mientras la tasa de envejecimiento no cambia, el envejecimiento y el riesgo de cáncer se ha pospuesto», explica.

Reducir el envejecimiento
Una vez controlada la reducción del envejecimiento en el cerebro, el equipo de Imai rastreó el centro de control del envejecimiento que regula dos áreas del hipotálamo llamadas los núcleos hipotalámicos y dorsomedial lateral. Así, fueron capaces de identificar los genes específicos dentro de esas áreas que se asocian con SIRT1 para dar inicio a las señales nerviosas que provocan las respuestas físicas y de comportamiento observadas .

«Hemos encontrado que la sobreexpresión de SIRT1 en el cerebro conduce a un aumento en la respuesta celular de un receptor llamado receptor de orexina tipo 2 en las dos áreas del hipotálamo», dijo el primer autor Akiko Satoh, científico postdoctoral en el laboratorio de Imai, quien añade que el aumento de la respuesta por el receptor de señalización va del hipotálamo a los músculos esqueléticos, pero queda por descubrir el mecanismo por el cual la señal se dirige específicamente a los músculos esqueléticos.
septiembre 13/2014 (www.magazinedesalud.com)

Akiko Satoh, Cynthia S. Brace, Nick Rensing, Paul Cliften, David F. Wozniak, Erik D. Herzog, et. al. Sirt1 Extends Life Span and Delays Aging in Mice through the Regulation of Nk2 Homeobox 1 in the DMH and LH. Cell Metabolism
18(3) pp. 380 – 391.

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Investigadores han estudiado en los últimos años el efecto de una proteína denominada conexina 43, que consigue frenar la proliferación del glioma, el tumor cerebral más frecuente, gracias a que hace disminuir el oncogén c-Src en células madre de glioma.

La conexina 43 es fundamental para que los astrocitos se comuniquen entre sí, pero se ha comprobado que cuando hay un tumor cerebral, dejan de trabajar de manera cooperativa debido a la desaparición de la proteína y, por lo tanto, de su forma de comunicación.

Los investigadores descubrieron que la conexina 43 interactuaba con la proteína c-Src, que tiene unas funciones muy importantes en la proliferación de las células, ya que se trata de un oncogén, es decir, ayuda a convertir una célula normal en tumoral. De alguna forma, la conexina 43 consigue modular la proliferación de las células tumorales y ahora se ha hallado que sólo una pequeña parte interactúa con c-Src, y ello parece ser suficiente para disminuir la proliferación celular y, por tanto, el tumor.

Sin embargo, es inviable aplicar la proteína completa como herramienta terapéutica, así que los investigadores han logrado diseñar un péptido, es decir, una molécula formada por varios aminoácidos, que reproduce el efecto de la proteína, haciendo disminuir a c-Src y, a su vez, la proliferación de células tumorales.
febrero 17/2014 (Neurologia.com)

Gangoso E, Thirant C, Chneiweiss H, Medina JM, Tabernero A.A cell-penetrating peptide based on the interaction between c-Src and connexin43 reverses glioma stem cell phenotype.Cell Death and Disease 5, e1023;23 Ene 2014, doi:10.1038/cddis.2013.560

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El cerebro de los hombres y el de las  mujeres están conectados de manera muy diferente, reveló el lunes un estudio  realizado mediante escáner, que parece confirmar estereotipos sobre actitudes y comportamientos propios de cada sexo.

«Estos mapas de la conectividad cerebral muestran diferencias impactantes,  aunque también complementarias, en la arquitectura del cerebro humano, que  ayudan a elaborar una potencial base neuronal que explique por qué los hombres  son brillantes en algunas tareas y las mujeres en otras», apuntó Ragini Verma,  profesora de radiología en la facultad de medicina de la Universidad de  Pensilvania (este) y principal autora de estos trabajos publicados en las Actas de la Academia estadounidense de las Ciencias (PNAS).

Este estudio, llevado a cabo entre 949 personas con buena salud (521  mujeres y 428 hombres) de entre nueve y 22 años, revela en el hombre una mayor cantidad de conexiones en la parte delantera del cerebro, centro de  coordinación de las acciones, y la trasera, donde se halla el cerebelo,  importante para la intuición. Las imágenes muestran también una gran cantidad  de conexiones dentro de cada uno de los hemisferios del cerebro.

Semejante conectividad sugiere que el cerebro masculino está estructurado  como para facilitar los intercambios de información entre el centro de la  percepción y el de la acción, según Ragini Verma.

En cuanto a las mujeres, estas conexiones unen el hemisferio derecho, donde  se halla la capacidad de análisis y el tratamiento de la información, hasta el  hemisferio izquierdo, centro de intuición, explica.

Esta investigadora explica que los hombres son en promedio más aptos para  aprender y ejecutar una sola tarea, como andar en bicicleta, esquiar o navegar,  mientras que las mujeres tienen una memoria superior y una mayor inteligencia  social, que las vuelve más aptas a ejecutar tareas múltiples y a encontrar  soluciones para el grupo.
diciembre 10/2013 (AFP)

Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Madhura Ingalhalikar,  Alex Smith, Drew Parker, Theodore D. Satterthwaite, Mark A. Elliott, Kosha Ruparel, et. al. Sex differences in the structural connectome of the human brain. PNAS 2013, doi:10.1073/pnas.1316909110.

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Una proteína cuya producción se incrementa mediante el ejercicio físico de resistencia, como correr, nadar o pedalear en una bicicleta, ha sido aislada y administrada a ratones que no hacían ejercicio físico, y el resultado ha sido la activación de genes que promueven la salud cerebral y estimulan el crecimiento de nuevas sinapsis, necesarias para el aprendizaje y la memoria.

Los llamativos resultados de esta investigación, realizada por el equipo de Bruce Spiegelman, Christiane Wrann y Michael E. Greenberg, del Instituto Oncológico Dana-Farber en Boston, dependiente de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, ayudan a explicar la capacidad que el ejercicio físico del tipo descrito tiene para mejorar la función cognitiva, particularmente en personas de edad avanzada.

Si la proteína puede ser obtenida en una forma estable e incluirse en un medicamento que resulte seguro y práctico de administrar a pacientes humanos, ello podría permitir la aplicación de mejores terapias contra la degeneración cognitiva en las personas ancianas y frenar los daños causados por enfermedades neurodegenerativas como la de alzhéimer y la de párkinson, según los investigadores.

Lo más notable es, sin duda, el hecho de que esta sustancia natural pueda ser administrada en el torrente sanguíneo y con ello se logren los mismos efectos sobre el cerebro que se consiguen mediante los ejercicios físicos de resistencia.

En una investigación anterior, el grupo de Spiegelman comprobó que la proteína, llamada FNDC5, es producida al esforzar los músculos, como sucede al correr, nadar o pedalear en una bicicleta, y se libera en el torrente sanguíneo en forma de una variante llamada irisina.

El incremento de FNDC5 estimula a su vez la expresión de una proteína, la que se conoce como Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (BDNF por sus siglas en inglés), que es esencial para la creación de nuevas sinapsis en el hipocampo, una región cerebral esencial para la memoria y el aprendizaje, y más específicamente en el giro dentado, una parte del hipocampo.
octubre 1/2013 (Diario Salud)

Wrann CD, White JP, Salogiannnis J, Laznik-Bogoslavski D, Wu J, Spiegelman BM.Exercise Induces Hippocampal BDNF through a PGC-1a/FNDC5 Pathway.Cell Metab. 2013 Oct 8. doi:10.1016/j.cmet.2013.09.008

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Durante el sueño el cerebro elimina más residuos como la proteína beta-amiloide responsable de la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurológicos, publicó la revista especializada Science ( doi: 10.1126/science.1241224.).

Según los expertos, el denominado sistema glinfático, descubierto el año pasado, se encarga de esta actividad.

El mecanismo suple al sistema linfático, responsable de la eliminación de residuos celulares en el resto del cuerpo, pero cuya función no se extiende al órgano de la cabeza.

Los investigadores observaron en ratones una especie de mecanismo de tuberías en los vasos sanguíneos del cerebro que permite al líquido cefalorraquídeo quitar los residuos e incorporarlos al sistema circulatorio que los lleva hasta el hígado, el cual elimina de la sangre las sustancias nocivas.

Asimismo, mediante nuevas tecnologías de imagen los científicos comprobaron que el sistema glinfático era casi diez veces más activo durante el sueño y que, al dormir, el cerebro elimina de forma significativa más beta-amiloide.

Además, durante este momento del día las células del cerebro se reducen un 60 %, lo que permite que los residuos se eliminen con mayor eficacia, señala el artículo.

En la actualidad, se planifican futuros experimentos para evaluar este proceso de limpieza del cerebro en humanos.

Estudios previos plantean que el sistema glinfático está gestionado por las células de ese órgano conocidas como células gliales, de ahí su nombre.

Asimismo, abarca todos los rincones del cerebro de manera eficiente a través de lo que los científicos llaman el flujo global.
octubre 18/2013  (PL)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Xie L, Kang H, Xu Q, Chen MJ, Liao Y, Thiyagarajan M.Sleep drives metabolite clearance from the adult brain.Science. 2013 Oct 18;342(6156):373-7.

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Nuestro cerebro acumula información durante el día pero, ¿cómo la registra en nuestra memoria? ¿Qué hace que esta memoria perdure en el tiempo? Uno de los mecanismos principales es la consolidación de la memoria. De todo lo que vemos o aprendemos durante el día, el cerebro filtra qué olvidaremos y qué recordaremos.

Según la literatura científica, el momento óptimo para esta consolidación es mientras dormimos. Y se produce gracias a la reactivación de la información.

Ahora, investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), de la Universidad de Barcelona y del Hospital de Bellvitge, todos en España, han demostrado por primera vez en humanos el papel clave del hipocampo –estructura cerebral relacionada con la memoria– en los procesos de reactivación y consolidación de la memoria.

El estudio se ha realizado en pacientes de un tipo de epilepsia que se caracteriza por una atrofia y alteración de las neuronas del hipocampo. Esta alteración puede ser en uno de los dos hipocampos (epilepsia unilateral) o en ambos (bilateral).

Así, mientras los pacientes estaban ingresados antes de ser operados se les realizó una prueba para ver si la reactivación durante el sueño de la información recibida durante el día producía beneficios en la consolidación de la memoria.

«Antes de ir a dormir se les presentaba una serie de parejas de sonidos e imágenes (por ejemplo, un aplauso correspondía a la imagen de una mesa), y se les pedía que se aprendieran las parejas asociadas. Durante la noche, en una fase profunda del sueño, se les repetía la mitad de los sonidos aprendidos y a primera hora de la mañana se les preguntaba por las asociaciones», explica Luis Fuentemilla, coordinador del estudio.

En el grupo control –sin daños en el hipocampo– y en los pacientes con epilepsia unilateral –con solo uno de los hipocampos dañados– se observó que recordaban mejor las asociaciones que se habían reactivado durante la noche. En cambio, en los pacientes que tenían los dos hipocampos dañados no tenían ningún beneficio.

«Esta es la prueba que demuestra el papel clave que juega el hipocampo en el reactivación y consolidación de la memoria», subraya Fuentemilla. Para los autores, este descubrimiento podría servir para experimentar con terapias que incluyan la reactivación de la memoria durante el sueño en pacientes con lesiones cerebrales, pero también podría abrir una nueva línea de investigación sobre cuáles son los mecanismos neuronales que sirven para fijar lo que aprendemos.
septiembre 19/2013 (noticiasdelaciencia.com)

Fuentemilla L, Miró J, Ripollés P, Vilà-Balló A, Juncadella M, Castañer S.Hippocampus-Dependent Strengthening of Targeted Memories via Reactivation during Sleep in Humans.Curr Biol. 2013 Sep 23;23(18):1769-2013 Sep 5.doi: 10.1016/j.cub.2013.07.006.

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Las fibras del sistema nervioso central dañadas pueden recuperarse a la misma velocidad que se observa en la regeneración nerviosa del sistema nervioso periférico. Esta similitud se ha constatado en modelos de raton con el cerebro lesionado y se publica en Nature Communications (doi:10.1038/ncomms3038 ). El hallazgo contradice la creencia extendida de que el sistema nervioso central carece de la capacidad para regenerarse tras una lesión.

Los daños en el sistema nervioso central convergen en cambios estructurales microscópicos que pueden dar lugar a un amplio rango de efectos, incluidas la parálisis y la debilidad muscular. Gran parte de la investigación en este campo se ha centrado en la médula espinal y en la sustancia blanca cerebral, dando por hecho que la sustanciaia gris ofrecía una capacidad de recuperación más limitada.

Sin embargo, los científicos coordinados por Vicenzo De Paola, del Medical Research Council, en Londres, no dieron este supuesto por hecho y midieron a nivel microscópico la respuesta en los circuitos neuronales de los ratones con daño cerebral a lo largo de un año.

De esta forma, descubrieron que existe una clase específica de fibras nerviosas que recrecen espontáneamente y no se encuentran en cerebros no lesionados; esa actividad se debe en parte a la ausencia de cicatrices gliales que secreten factores de crecimiento inhibidores.
junio 27/2013 (Diario Médico)

A. J. Canty, L. Huang, J. S. Jackson, G. E. Little, G. Knott. In-vivo single neuron axotomy triggers axon regeneration to restore synaptic density in specific cortical circuits open. Nature Communications. 25 Jun 2013

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