cáncer de páncreas

Investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en el suroeste de Suecia, desarrollaron un nuevo método para intentar diagnosticar a tiempo el cáncer de páncreas, indicaron el martes en un comunicado.

«Tenemos muchas esperanzas de que el método permita detectar más casos precoces (…) en una fase en la que el cáncer aún se puede tratar o detener», declaró una médica del hospital universitario de Sahlgrenska en Gotemburgo, Karolina Jabbar, según el comunicado.

«Es como una endoscopia ordinaria, con la diferencia de que un tubo emite ultrasonidos y permite ver el órgano mucho mejor para extraer el líquido», explicó la investigadora a la AFP.

«Gracias a este método de análisis, se puede determinar en qué fase está el cáncer», agregó.

Este procedimiento, que permite limitar el uso de la cirugía, se podría empezar a usar en un plazo máximo de cinco años.

El cáncer de páncreas tiende a expandirse rápidamente por el cuerpo y es particularmente letal, puesto que en muchos casos solo se descubre una vez que ha avanzado más allá del páncreas.

Los pacientes que no reciben tratamiento normalmente mueren entre tres y seis meses después y la tasa de supervivencia de cinco años después se encuentra en tan solo un 4 %.
marzo 20/2014 (AFP)

Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Investigadores japoneses han desarrollado un nuevo método capaz de detectar el cáncer de páncreas a través de la saliva tras conseguir un diagnóstico acertado en un 84 % de los casos, informó el diario Nikkei.

El equipo médico, que incluye científicos de la Universidad de Medicina de Tokio y la Universidad de Keio -también en la capital nipona-, esperan que el nuevo método sirva para realizar un diagnostico prematuro de la enfermedad lo que permitiría emplear cirugía, algo que en este tipo de cáncer es inusual.

Los experimentos se realizaron en cuatro centros médicos con muestras de saliva proveniente de más de un centenar de pacientes, entre ellos enfermos de cáncer de páncreas y personas sanas.

Con las pruebas, el grupo de científicos descubrió que la saliva de los enfermos de páncreas contiene más cantidad de una sustancia que forma parte de una encima encargada del desarrollo de este tipo de cáncer.

Los científicos confían en poder encontrar próximamente empresas interesadas en comercializar su producto, a la espera de que pueda venderse en un año, detalló el diario.

Generalmente el cáncer de páncreas se detecta en un estado avanzado, con lo que en el 80 % de los pacientes la cirugía es algo ineficaz al haberse ya extendido a otras células del cuerpo tales como los nódulos linfáticos o el hígado.
noviembre 14/2013 (EFE)

Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

El cáncer de páncreas es la cuarta causa principal de muerte por cáncer, y mientras los médicos de familia en Canadá solo ven 1 caso al año, se espera que el número de casos aumente a medida que la población envejezca. Una revisión en  Canadian Medical Association Journal ofrece una visión general del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad basada en la evidencia para los médicos generales.

El principal factor de riesgo para el cáncer de páncreas es el tabaquismo, aunque alrededor del 20 % de los pacientes tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Los síntomas generalmente se manifiestan 10 años después del inicio de la enfermedad, lo que significa que el despistaje tiene ventajas teóricas aunque no existen protocolos de despistaje estandarizados basados en la evidencia. Para las personas con cáncer de páncreas hereditario, la selección de un protocolo de investigación limitada comienza 10 años antes de haberse diagnosticado al pariente más joven o a los 40 años, lo que ocurra primero. Las pruebas de diagnóstico incluyen ultrasonidos abdominales y tomografías computarizadas, estas últimas se utilizan para diagnosticar la etapa del cáncer y la ubicación de la posición del tumor en relación con los vasos y otros órganos.

La cirugía puede ser exitosa para los cánceres que no se han propagado más allá del páncreas, con una supervivencia a los 5 años del 15 %, pero superior en algunos casos (25 %). La quimioterapia adyuvante, especialmente con gemcitabina, que tiene una toxicidad más baja que otros tratamientos, se recomienda para todos los pacientes. Los beneficios de la terapia con radiación son inciertos acuerdo con las pruebas.
«… La cirugía es el único tratamiento con potencial curativo», escriben los Dres. Steven Gallinger y Zaheer Kanji del Departamento de Cirugía de la Universidad Health Network, Toronto, Ontario.

«El progreso acelerado en la comprensión del cáncer de páncreas, se basa en sólidas asociaciones entre los clínicos y científicos básicos, reflejados en el esfuerzo global actual para desarrollar programas de cáncer de páncreas más integrados. La secuenciación de próxima generación ha revolucionado el campo de la genética del cáncer de páncreas», escriben los autores.

La secuenciación de los genomas de 750 muestras de páncreas ayudará en la comprensión de la enfermedad y en última instancia conducirá  a un tratamiento «personalizado».
octubre 18/2013 (Eurekalert.org)

El resumen no aparece publicado en Pubmed.

Zaheer S. Kanji, Steven Gallinger. Diagnosis and management of pancreatic cancer. CMAJ 2013, doi: 10.1503/cmaj.121368.

El cáncer de páncreas es la cuarta causa principal de muerte por cáncer, y mientras los médicos de familia en Canadá solo ven 1 caso al año, se espera que el número de casos aumente a medida que la población envejezca. Una revisión en  Canadian Medical Association Journal ofrece una visión general del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad basada en la evidencia para los médicos generales.

El principal factor de riesgo para el cáncer de páncreas es el tabaquismo, aunque alrededor del 20 % de los pacientes tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Los síntomas generalmente se manifiestan 10 años después del inicio de la enfermedad, lo que significa que el despistaje tiene ventajas teóricas aunque no existen protocolos de despistaje estandarizados basados en la evidencia. Para las personas con cáncer de páncreas hereditario, la selección de un protocolo de investigación limitada comienza 10 años antes de haberse diagnosticado al pariente más joven o a los 40 años, lo que ocurra primero. Las pruebas de diagnóstico incluyen ultrasonidos abdominales y tomografías computarizadas, estas últimas se utilizan para diagnosticar la etapa del cáncer y la ubicación de la posición del tumor en relación con los vasos y otros órganos.

La cirugía puede ser exitosa para los cánceres que no se han propagado más allá del páncreas, con una supervivencia a los 5 años del 15 %, pero superior en algunos casos (25 %). La quimioterapia adyuvante, especialmente con gemcitabina, que tiene una toxicidad más baja que otros tratamientos, se recomienda para todos los pacientes. Los beneficios de la terapia con radiación son inciertos acuerdo con las pruebas.
«… La cirugía es el único tratamiento con potencial curativo», escriben los Dres. Steven Gallinger y Zaheer Kanji del Departamento de Cirugía de la Universidad Health Network, Toronto, Ontario.

«El progreso acelerado en la comprensión del cáncer de páncreas, se basa en sólidas asociaciones entre los clínicos y científicos básicos, reflejados en el esfuerzo global actual para desarrollar programas de cáncer de páncreas más integrados. La secuenciación de próxima generación ha revolucionado el campo de la genética del cáncer de páncreas», escriben los autores.

Investigadores han encontrado una relación inversa estadísticamente significativa entre los niveles prediagnósticos de adiponectina plasmática, una hormona secretada por las células de grasa que tiene propiedades sensibilizantes a la insulina y antiinflamatorios, y el riesgo de cáncer de páncreas, según un estudio publicado recientemente en Journal of the National Cancer Institute.
Los niveles bajos de adiponectina en plasma están asociados con la resistencia a la insulina que se manifiesta en la obesidad y la diabetes mellitus, ambos de los cuales son factores de riesgo para el cáncer de páncreas. Con el fin de determinar si los niveles prediagnósticos plasmáticos de adiponectina tienen relación con un mayor riesgo de cáncer de páncreas, los científicos reunieron los datos de cinco estudios prospectivos de cohortes de Estados Unidos, pareados y 468 casos de cáncer de páncreas sujetos con 1080 sujetos de control sanos por cohorte, año de nacimiento, tabaquismo, estado de ayuno y mes de la extracción de sangre. «Nuestros datos proporcionan evidencia adicional de un vínculo biológico entre la obesidad, la resistencia a la insulina y el riesgo de cáncer de páncreas y también sugieren un papel independiente de la adiponectina en el desarrollo del cáncer de páncreas», escriben los autores, Ying Bao, del Channing Laboratory del Hospital Brigham and Women y de la Escuela de Medicina de Harvard y sus colegas.
En un editorial acompañante, Jianliang Zhang, profesor asociado de Oncología y Steven N. Hochwald, del Departamento de Oncología Quirúrgica del Roswell Park Cancer Institute: «La detección temprana de la evaluación de la adiponectina tiene el potencial de mejorar las tasas de supervivencia de los pacientes con tumores de páncreas. También se invita a especular que las intervenciones terapéuticas para aumentar los niveles circulantes de adiponectina puede prevenir el desarrollo de cáncer de páncreas».
diario 17/2012 (Diario Médico)
Ying Bao. Low adiponcetin Associated With Increased Pancreatic Cancer Risk. JNCI 2012, doi:10.1093/jnci/djs637.
Ying Bao, Edward L. Giovannucci, Peter Kraft, Meir J. Stampfer, Shuji Ogino, Jing Ma, et. al. A Prospective Study of Plasma Adiponectin and Pancreatic Cancer Risk in Five US Cohorts JNCI 2012, doi:10.1093/jnci/djs474.

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Aumentar la ingestión de antioxidantes (vitaminas C, E y selenio) podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas hasta en dos tercios, según concluye un trabajo que se publica en la edición digital de la revista Gut.
De hecho, el trabajo indica que uno de cada doce (8,3 %) de esos tumores podría evitarse. La conclusión se extrae del estudio Prospectivo Europeo de Investigación en Cáncer (EPIC).
El trabajo ha estudiado a más de 23 500 personas con entre 40 y 74 años reclutadas para el EPIC entre 1993 y 1997. Los participantes completaron un diario exhaustivo sobre su alimentación, que se cotejó con una base de 11 000 alimentos diferentes. De los sujetos analizados, 49 personas desarrollaron un tumor pancreático en los diez años siguientes a entrar en el estudio. El 55 % eran varones. En 2010 la cifra aumentó a 86 personas, de las que el 44 % eran hombres. Como media, estos pacientes vivieron seis meses tras el diagnóstico.
Los investigadores compararon las ingestas nutricionales de los diagnosticados con el tumor en los diez años de seguimiento en el EPIC con las de otros 4000 sujetos sanos. La ingestión diaria de selenio en el grupo situado en el 25 % que más cantidad consumía redujo aproximadamente la mitad el riesgo del cáncer pancreático comparado con los individuos en el 25 % que menos consumían el antioxidante. La reducción del riesgo, aunque no tan acusada, se confirmaba también para la ingesta de vitamina C, E y selenio.
El selenio está presente en los cereales, frutos secos, pescado y carne; la vitamina E en diversos aceites vegetales, frutos secos, semillas, margarinas y la yema de huevo, mientras que la vitamina C se encuentra en frutas y verduras.
julio 24/2012 (Diario Médico)

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Un equipo de científicos halló un gen involucrado en el desarrollo del cáncer de páncreas, difundió la revista Nature en su más reciente edición. Se trata del gen USP9X que cuando está apagado permite el crecimiento descontrolada de las células, indicaron expertos del Instituto Wellcome Trust Sanger en Gran Bretaña y la organización Cancer Research. En un experimento con ratones, los científicos encontraron que entre los roedores saludables, el gen activado evita que las células comiencen a dividirse de forma desordenada. Los expertos explicaron que la adherencia de compuestos químicos a las células causa la desactivación del gen USP9X. Durante el estudio, buscaron supresores tumorales que protegen contra el desarrollo del cáncer. Además de encontrar otros genes vinculados al desarrollo de ese tipo de neoplasia, hallaron al USP9X que puede estar defectuoso en un 15 %  de los cánceres de páncreas. Medicamentos que se encuentran disponibles en la actualidad tienen resultados alentadores en el tratamiento del cáncer de pulmón y es posible que también puedan ser útiles para tratar el 15 %  de las neoplasias en el páncreas. «Este estudio fortalece nuestro entendimiento de que debemos investigar la biología de las células para identificar todos los genes que desempeñan un papel en el cáncer», indicó uno de los autores principales del estudio, David Adams. Abril 30/2012 (PL)

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