Un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) muestra que, una vez más, se han batido récords, y en algunos casos se han pulverizado, con respecto a los niveles de los gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie, el calor y la acidificación de los océanos, el aumento de nivel del mar, la pérdida de la capa de hielo marino de la Antártida y el retroceso de los glaciares.
Un nuevo Informe sobre el estado del clima mundial de la Organización Meteorológica Mundial, publicado en el mes de marzo del año 2024, confirmó que 2023 fue el año más cálido desde que hay registros, con una temperatura media mundial cerca de la superficie de 1.45 °C por encima de los niveles preindustriales. Marcó, además, el decenio más cálido desde que hay registros.
Las olas de calor, las crecidas, las sequías, los incendios forestales y la rápida intensificación de los ciclones tropicales provocaron desdicha y caos, trastornando la vida cotidiana de millones de personas y ocasionando pérdidas económicas valoradas en miles de millones de dólares.
Se batieron récords con respecto al calor oceánico, el aumento de nivel del mar, la pérdida de hielo marino antártico y el retroceso de los glaciares.
El contenido de calor oceánico alcanzó su nivel más alto en 2023, según un análisis consolidado de datos. Las tasas de calentamiento muestran un aumento especialmente marcado en las dos últimas décadas.
En 2023, el nivel medio del mar a escala mundial alcanzó un máximo histórico en los registros satelitales (desde 1993), lo que refleja el calentamiento continuado de los océanos (dilatación térmica), así como la fusión de los glaciares y los mantos de hielo.
La extensión del hielo marino antártico fue, con creces, la más baja de la que se tiene constancia, con una superficie máxima al final del invierno inferior en 1 millón de km2 a la del año récord anterior, lo cual equivale al tamaño combinado de Francia y Alemania.
Los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos tuvieron repercusiones socioeconómicas graves en todos los continentes habitados, y menguaron el desarrollo económico de muchas regiones.
Durante el año 2023 agravaron las dificultades relacionadas con la seguridad alimentaria, los desplazamientos de la población y las repercusiones para las poblaciones vulnerables, lo que demuestra cómo los choques climáticos socavan la resiliencia y crean nuevos riesgos en materia de protección en las poblaciones más vulnerables.
Entre ellos cabe mencionar los episodios graves de las crecidas, los ciclones tropicales, el calor extremo y la sequía, y los incendios forestales asociados.
La transición hacia las energías renovables es un motivo de esperanza. La generación de energía renovable, que aprovecha principalmente las fuerzas dinámicas de la radiación solar, el viento y el ciclo del agua, se ha situado en la vanguardia de la acción climática debido a las posibilidades que ofrece para alcanzar los objetivos de descarbonización.
En 2023, las incorporaciones de capacidad renovable aumentaron casi un 50 % respecto a 2022, ascendiendo a un total de 510 gigavatios (GW), lo que representa el mayor ritmo observado en las dos últimas décadas.
Sin embargo, el costo de la inacción climática es mayor que el de la acción climática. Existe un gran déficit de financiación para la acción climática. En un escenario promedio, para una trayectoria de 1.5 °C, las inversiones anuales en financiación climática han de multiplicarse por más de seis, alcanzando casi los 9 billones de dólares en 2030 y otros 10 billones de dólares hasta 2050.
El costo de la inacción es aún más elevado. De forma agregada para el período 2025-2100, el costo total de la inacción se estima en 1 266 billones de dólares, es decir, la diferencia entre las pérdidas en un escenario sin introducción de cambios y las que se producirían en una trayectoria de 1.5 °C. Sin embargo, es probable que esta cifra sea una estimación extremadamente baja.
Fuente: Organización Meteorológica Mundial (OMM)
Comentarios enviados:
Jorge Luis Inastrilla Quesada @ 10:38 am
Estoy muy interesado en el tema del cambio climático, siento que se ha convertido en un problema de salud grave, en el cual nuestras poblaciones todavía desconocen.