Esta obra ofrece una visión general de las desigualdades sociales según varios indicadores relacionados con la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes en una subregión que se considera que presenta niveles altos de desigualdad: América Latina y el Caribe.
Para que el informe, Desigualdades en la salud en América Latina y el Caribe. Una línea de base de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para mujeres, niños y adolescentes, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (United Nations International Children’s Emergency Fund, Unicef) contribuya a establecer los valores de referencia para la Agenda 2030, se hace hincapié en la medición de estas desigualdades alrededor del año 2014.
De esta forma, en el se evalúan las desigualdades sociales en la salud, a nivel de país, que se registraron alrededor del año 2014 en la América Latina y el Caribe, como punto de referencia para la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con especial énfasis en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, que se vincula con la salud y el bienestar.
Para ello, se analizaron los datos de 22 países en relación con los cinco indicadores prioritarios de la cobertura y los resultados de salud centrados en la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes: la demanda de la planificación familiar satisfecha con los métodos modernos; la tasa de fecundidad de las adolescentes; la proporción de partos atendidos por personal de salud especializado; la mortalidad neonatal; y la mortalidad de menores de 5 años.
También se incluye en el análisis el registro de los nacimientos, que es un indicador del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, pero resulta muy importante para garantizar los derechos fundamentales y el acceso a los servicios de salud. Para evaluar las desigualdades sociales a partir de estos indicadores, se utilizaron seis dimensiones clave de la estratificación socioeconómica en función de la disponibilidad de los datos: riqueza, lugar de residencia, región subnacional, sexo del bebé, nivel de instrucción de las madres y las mujeres, y edad de las mujeres.
En concreto, se estimaron métricas de desigualdad simples, denominadas de “brecha absoluta” y “brecha relativa”, para cada país y cada indicador utilizando todas las dimensiones de la estratificación, y se estimaron las métricas complejas centradas en evaluar las desigualdades basadas en la riqueza.
El análisis indica que, en la mayoría de los países de la América Latina y el Caribe, persisten desigualdades sustanciales basadas en la riqueza en lo que respecta a la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes, que favorecen a los grupos de mayor riqueza.
Las desigualdades en los resultados y las coberturas en salud también favorecen a quienes residen en las zonas urbanas y tienen un mayor nivel de instrucción.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud (OPS)
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