Signado por la pandemia de la COVID-19 que ha traído consigo tantas dificultades sociales y económicas, en el año 2020 el tema de los tratados para salvar la capa de ozono, de trabajar conjuntamente y en armonía por el bien común resuena más que nunca y se convierte en un mensaje fundamental. El lema del día en esta celebración, «Ozono para la vida», nos recuerda que la capa de ozono es crucial para la vida en la Tierra y que la debemos continuar protegiendo para las generaciones futuras.
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el año 1994, proclamó el 16 de septiembre como el “Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono” (Resolución 49/114 del 19 de diciembre de 1994), para conmemorar la fecha en que se firmó en Montreal, en 1987, el protocolo relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. Esta capa estratosférica protege a la Tierra de la mayor parte de la dañina radiación ultravioleta del sol.
Este año 2020 conmemoramos, además, el trigésimo quinto aniversario del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono del año 1985 y los 35 años de los esfuerzos mundiales por la protección de la capa de ozono.
La celebración es una oportunidad para solicitar el apoyo incondicional a la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, que entró en vigencia el 1ro de enero de 2019. El propósito de esta enmienda es eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases que calientan el planeta, con lo que se puede evitar aumentos en la temperatura global de la Tierra de hasta 0.4 °C hacia finales del siglo, mientras se continúa protegiendo la capa de ozono. Si a ello se suman acciones para la mejora de la eficiencia energética en la industria de la refrigeración, con el mismo objetivo de reducción de los HFC, se podrán lograr mayores beneficios climáticos.
Fuente: Organización de Naciones Unidas (ONU)
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