Uno de cada tres adultos sufre hipertensión arterial, una condición que causa cerca de la mitad de todas las muertes por apoplejía y problemas cardiacos en el mundo, y uno de cada diez, diabetes mellitus, destacó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe anual sobre estadísticas sanitarias.
«Este informe ofrece una evidencia más del dramático incremento de las condiciones que desencadenan las dolencias de corazón y otras enfermedades crónicas, particularmente en los países pobres y en desarrollo», dijo la directora general de la OMS, Margaret Chan.
Chan subrayó el preocupante hecho de que «en algunos países africanos, la mitad de la población adulta sufra hipertensión», razón por la cual la OMS quiere llamar la atención sobre «el creciente impacto de las enfermedades no contagiosas».
Por primera vez el estudio estadístico de la OMS incluye información de 194 países sobre los altos niveles en hombres y mujeres de la presión sanguínea y glucosa en sangre, que revela, entre otras cosas, que los diagnósticos y los tratamientos baratos de estas dolencias han reducido el problema en el primer mundo.
La inquietud de la organización es que en lugares como África, donde no se aplican estas medidas preventivas, la mayor parte de las personas con estas dolencias no saben que corren un «alto riesgo de muerte y discapacidad por un ataque al corazón o una apoplejía».
Por primera vez se incluye también información sobre niveles de glucosa en sangre, que indica que mientras que la prevalencia media global está en torno al 10 %, hasta un tercio de la población en algunos países del pacífico sufre esta dolencia.
La OMS recuerda que si no se trata, la diabetes puede causar enfermedades cardiovasculares, ceguera y fallo renal.
La tercera gran preocupación es el exceso de peso, ya que «en todas las regiones del mundo, el número de obesos se duplicó entre 1980 y 2008?, manifestó Ties Boerma, director del Departamento de Estadísticas Sanitarias y Sistemas de la Información de la OMS.
«Hoy, alrededor de 500 millones de personas (el 12 % de la población mundial) son consideradas obesas», según Boerma.
El nivel más alto de obesidad se registra en la región de las Américas (un 26 % de los adultos) y el más bajo en el sudeste asiático (3 % de los adultos), siendo mayor la proporción de mujeres obesas que la de hombres, con el impacto que esto representa en cuanto a riesgo de diabetes, problemas de corazón y cáncer.
La conclusión es que las enfermedades no contagiosas son actualmente la causa de dos terceras partes de las muertes en el mundo, por lo que la OMS trabaja en un marco de seguimiento y una serie de metas voluntarias para prevenir y controlar el problema.
El informe será uno de los asuntos que se aborden en la próxima Asamblea Mundial sobre la Salud de la OMS en Ginebra (entre los días 21 y 26 de mayo), que también se hará eco de los avances logrados.
Según la OMS, desde que hace más de una década se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU, «se ha logrado un progreso sustancial en la reducción de la mortalidad infantil y maternal, debido al VIH, la tuberculosis y el paludismo».
La malnutrición infantil es la causa subyacente de aproximadamente el 35 % de las muertes de niños de menos de 5 años, aunque en el caso de los países en desarrollo ha habido cierta mejora: entre 1990 y 2010 la proporción de niños de esas edades que presentaban peso por debajo de lo recomendable pasó del 29 al 18 %.
En cuanto a la reducción de la mortalidad entre menores de cinco años, en las últimas dos décadas se redujo en un 35 %, desde las 88 muertes por cada 1000 nacimientos vivos en 1990 (un total de 10 millones de niños) a las 57 por cada mil (7,6 millones) en 2010.
«Las reducciones han sido particularmente impactantes en las muertes por diarreas y por sarampión», destacó la organización.
Especialmente significativo es el dato sobre África, donde se producen la mitad de las muertes de menores de cinco años, ya que la tasa de reducción pasó del 1,5 % (1990-2010) al 2,8 % (2005-2010).
El dato de reducción es importante también en lo que se refiere al número de muertes maternales (de 543 000 en 1990 a 287 000 en 2010), pero la OMS indica que «la tasa de reducción es solo la mitad de lo necesario para lograr el objetivo relevante de los ODM». Mayo 15/2012 (EFE)