enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer fue descrita por primera vez en el año 1906. Noventa años más tarde, seguimos sin contar con una cura para este trastorno que afecta a una de cada diez personas mayores de 65 años. Quienes sufren de alzhéimer padecen graves déficits de memoria, disminución progresiva de la capacidad de cognición y muerte neuronal.

Durante los últimos veinte años, los estudios han señalado la acumulación de agregados de proteína beta-amiloide (Aβ) como el suceso principal en su origen. Ahora, un estudio liderado por Francisco José Muñoz, investigador principal en el departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), en España, arroja luz sobre la acumulación de estos agregados en el cerebro, descubriendo que la presencia de peroxinitrito en el ambiente extracelular promueve la formación y la estabilización de los agregados de beta-amiloide. Ampliar…

Científicos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) descubrieron, tras cinco años de investigaciones, que la piel humana es una «ventana» para detectar trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer y Parkinson.

El hallazgo, que ha sido considerado por especialistas como relevante y de impacto mundial, será presentado en la 67 reunión anual de la Academia Americana de Neurología, a celebrarse del 18 al 25 de abril en Washington.

El líder de la investigación, doctor Ildefonso Rodríguez Leyva, dijo que el estudio permitió descubrir que la proteína alfa-sinucleína, que se encuentra anormalmente depositada en las neuronas del cerebro en enfermos con Alzheimer y Parkinson, también se localiza en la piel.

El catedrático de la Facultad de Medicina de la UASLP destacó que la importancia de este descubrimiento radica en que, a través de una simple prueba cutánea, se pueden diagnosticar esos trastornos neurodegenerativos, cuya detección hasta ahora resulta difícil.

En la actualidad, el procedimiento médico para detectar la proteína es por medio de una biopsia, pero que es complicado obtener una muestra del tejido cerebral en un paciente vivo, explicó.

El también representante internacional de la Academia Mexicana de Neurología mencionó que aunque se necesita más investigación al respecto, «estos hallazgos son emocionantes, porque potencialmente podríamos comenzar a realizar biopsias de pacientes vivos para conocer más sobre estas enfermedades».

Subrayó que lo ideal será que «cualquier persona tenga acceso a este estudio, el cual sería muy fácil de realizar en un laboratorio de patología convencional y a un costo muy económico».

La investigación continúa ahora sobre las células de los enfermos para entender un poco más la fisiopatogenia de estos trastornos, con el objetivo de contribuir más al conocimiento de estos padecimientos, agregó.

Por su parte, la doctora María Esther Jiménez Cataño, co-líder de la investigación, dijo, que se trata de un estudio enriquecedor, en el cual se lograron conjuntar diferentes disciplinas de la medicina.

Refirió que se llevaron a cabo múltiples y variados intentos por buscar el mismo tipo de moléculas que estaban presentes en el cerebro de los pacientes enfermos en otras partes del cuerpo y que finalmente las encontraron en la piel.

Comentó que los resultados de este trabajo fueron enviados previamente a diferentes congresos, foros y revistas médicas internacionales, donde se presentaban sólo como una novedad, sin embargo, se trata de una investigación pionera a nivel mundial.

El diagnóstico de Alzheimer y Parkinson con una muestra de piel ha sido del interés de la Academia Americana de Neurología, por lo que el proyecto potosino será presentado en su próximo Congreso, que tendrá lugar del 18 al 25 de abril en la Washington, Estados Unidos.

Rodríguez Leyva dijo sentirse realmente satisfecho de que esta investigación, que contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, permitirá que en algún momento se puedan curar estos padecimientos y detectarlos más oportunamente.

En el país, más de 350 mil personas padecen Alzheimer y por arriba de 500 mil tienen la enfermedad de Parkinson, según datos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México.

La propuesta es resultado del trabajo desarrollado por investigadores de las Facultades de Medicina, Ciencias y Ciencias Químicas de la UASLP y del Hospital Central «Ignacio Morones Prieto».

El líder de la investigación adelantó que también estudian otra enfermedad llamada «parálisis supranuclear progresiva», en conjunto con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México.

Otro proyecto que desarrollan es «La enfermedad de Parkinson y su relación con la tractografía», trabajo que llevan a cabo con el doctor Luis Concha Noyola, egresado de la UASLP e investigador del área de Neurociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

abril 5 / 2015 (Notimex).-  Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

En: Noticias #

Una biopsia de la piel serviría para diagnosticar de forma precoz y hasta el momento, impensable, enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, según propone un trabajo llevado a cabo por científicos mexicanos. A falta de que se corroboren sus resultados, los autores los presentarán en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Neurología. Ampliar…

En: Noticias #

Un gen regulador que se activa durante el desarrollo del cerebro fetal, llamado REST, se vuelve a encender con los años para proteger del envejecimiento a las neuronas ante diferentes tipos de estrés

¿Por qué las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, afectan sólo a las personas mayores? ¿Por qué algunas personas viven más de 100 años con la función cognitiva intacta, mientras que otros desarrollan demencia mucho antes? Durante más de un siglo las investigación sobre las causas de la enfermedad de alzhéimer se ha centrado en las placas y ovillos de proteínas anormales que aparecen en los cerebros de las personas afectadas con estas enfermedades . Sin embargo, los científicos saben que, por lo menos, falta una pieza de este complejo rompecabezas, porque algunas personas que tienen esta acumulación de proteínas anómalas muestran pocos o casi ningún signo de deterioro cognitivo.

Ahora, una investigación que se publica en Nature ( doi: 10.1038/nature13163.) podría ofrecer finalmente una explicación. Los investigadores han descubierto que un gen regulador que se activa durante el desarrollo del cerebro fetal, llamado REST, se vuelve a encender con los años para proteger del envejecimiento a las neuronas ante diferentes tipos de estrés, incluyendo los efectos tóxicos de las proteínas anómalas. Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en EE.UU., también han visto que dicho gen se pierde en las regiones claves del cerebro de personas con alzhéimer y con deterioro cognitivo leve.

«Nuestro trabajo plantea la posibilidad de que los ovillos y placas anormales de proteínas asociadas con la enfermedad de Alzheimer y otras patologías neurodegenerativas pueden no ser suficientes para causar la demencia; es posible que además exista un fallo en el sistema de respuesta al estrés del cerebro», asegura Bruce Yankner, coordinador del estudio. Yankner cree que si estos datos son ciertos se abrirá «una nueva vía para desarrollar opciones diferentes de tratamiento para las personas con alzhéimer».

Yankner fue el primer científico en demostrar en la década de 1990 los efectos tóxicos de la proteína beta amiloide, una de las claves de la enfermedad de alzhéimer.

Centenarios sanos

La demencia, señala este experto, «no es un resultado inevitable del envejecimiento. Sabemos que es posible que el cerebro humano funcione normalmente durante un siglo o más. Así que es probable que haya evolucionado un mecanismo cuyo fin sea preservar la función cerebral y mantener las células cerebrales vivas en los organismos que viven muchos años, como los humanos»
.
Y en su opinión la pieza que faltaba en esta puzzle es el gen REST. Al primero que se fijó en este gen fue el genetista Tao Lu, al comprobar que era un regulador de un interruptor que enciende o desactiva los genes del envejecimiento en el cerebro humano. El hallazgo sorprendió en un primer momento, ya que hasta entonces sólo se conocía la actividad de dicho gen durante el periodo fetal, antes del nacimiento, cuando otros genes claves permanecen apagados hasta que las células progenitoras están listas para diferenciarse en neuronas maduras y funcionales. Y se pensaba que el gen se inactivaba en el cerebro poco después del nacimiento, aunque sí se mantiene activo en otras partes del cuerpo y parece proteger contra varios tipos de cáncer y otras enfermedades.

Yankner también se sorprendió en un primer momento pero, cuando lo pensó detenidamente, todo parecía tener sentido. ¿En qué momentos de la vida son las neuronas más vulnerables? La primera vez ocurre durante el desarrollo fetal, cuando la pérdida de neuronas jóvenes sería devastadora. La segunda durante el envejecimiento, cuando éste es bombardeado por el estrés oxidativo y el plegado anómalo de agregados de proteínas, como la beta-amiloide y la proteína tau en la enfermedad de Alzheimer. Tiene mucho sentido, afirma: «el gen se activa cuando es necesario proteger las neuronas».

Después de haber descubierto el posible nuevo papel del gen REST, Yankner y equipo identificaron los genes específicos que regulan el envejecimiento neuronal. «Vimos que REST desactiva los genes que promueven la muerte de las células cerebrales y contribuyen a diversas características patológicas de la enfermedad de Alzheimer, como las placas amiloides y los ovillos neurofibrilares, mientras enciende los genes que ayudan a en la repuesta al estrés de las neuronas». Los experimentos en el laboratorio revelaron que la inactivación de REST hizo que las neuronas fueran vulnerables a los efectos tóxicos del estrés oxidativo y a la proteína beta amiloide.

Ratones con alzhéimer

Para confirmar el papel de REST «in vivo», el equipo trabajó con ratones que carecían del gen, aunque únicamente en sus cerebros, y observaron lo que ocurría a medida que envejecían. «Los ratones estaban sanos como adultos pero, a medida que envejecían, las neuronas comenzaron a morir en las mismas zonas del cerebro que en la enfermedad de Alzheimer: el hipocampo y la corteza -señala Yankner- Esto sugiere que el gen REST es esencial para que las neuronas se mantengan con vida durante el envejecimiento cerebral». Junto con Monica Colaiácovo, el equipo también descubrió, gracias al modelo del gusano «C. elegans», que la función protectora de REST es compartida en todas las especies.

El paso siguiente era ver cómo funciona el gen en humanos. Así, obesrvaron que el gen está activado en aquellas personas con un envejecimiento normal, pero los cerebros de las personas que desarrollaron deterioro cognitivo leve mostraban una disminución en su actividad. «La pérdida en la actividad del gen se correlaciona estrechamente con la pérdida de memoria, especialmente la memoria episódica o autobiográfica, el tipo que suele disminuir en los inicios de alzhéimer», indica Yankner.

Y además han visto que en la enfermedad de Alzheimer, REST se desvía de su camino hacia el núcleo, queda envuelto en un proceso llamado autofagia, y es finalmente destruido. Lo mismo observaron en el tejido cerebral de personas con otras enfermedades neurodegenerativas que implican la demencia, como la demencia frontotemporal y demencia de cuerpos de Lewy.

Descubrir cómo se activa REST y de qué forma se desvía de su camino proporciona nuevas ideas para atacar el alzhéimer. Por ejemplo, asegura este investigador, en lugar de centrarnos únicamente en la reducción de los niveles de beta amiloide, sobre todo porque los ensayos clínicos realizados hasta ahora no han tenido mucho éxito, se podría actuar sobre el gen REST con compuestos como el litio, que ha demostrado en el laboratorio que puede estimular su función.

Los investigadores también han tratado de resolver el enigma de por qué algunas personas que envejecen pueden albergar cambios patológicos relacionados con el alzhéimer, pero sin desarrollar demencia. Utilizando los datos del Religious Orders Study and the Rush Memory and Aging Project, examinaron muestras de tejido cerebral de personas con cambios patológicos propios de esta demencia, pero algunos de ellos no habían desarrollado la enfermedad. Y vieron que los que envejecieron saludablemente tenía más cantidad de REST en el núcleo de sus neuronas en llas regiones claves del cerebro. «Esto sugiere que una persona puede ser capaz de resistir a los efectos tóxicos de la patología de alzheimer si los niveles de REST se mantienen elevados». Si pudiéramos activar esta red de genes de resistencia, seríamos capaces de intervenir en la enfermedad en fases muy iniciales».

En estudios adicionales los investigadores encontraron que el gen REST está relacionado con el aumento de la longevidad. Los niveles REST eran más altos en los cerebros de personas que vivían en más de 90 o 100 años y permanecieron cognitivamente intactos, y lo estaban específicamente en las regiones del cerebro vulnerables a la enfermedad de Alzheimer, lo que sugiere que podrían estar protegidos de la demencia.

Sin embargo Yanker está seguro que «hay algo más en juego que no ha sido visto ni medido. REST no será el fin de todo».
marzo 20/2014 (RI)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Kim HM, Drake D, Liu XS, Bennett DA, Colaiácovo MP, Yankner BA.REST and stress resistance in ageing and Alzheimer’s disease.Nature ;507(7493):448-54. 2014 Mar 19

En: Noticias #

¿Qué es lo que hace que una persona tenga alzhéimer? Investigadores de la Universidad de Cádiz, que, en colaboración el Hospital Puerta del Mar, la Harvard Medical School y el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, han publicado en la revista Psychoneuroendocrinology (doi: 10.1016/j.psyneuen.2013.05.010.) un artículo en el que se relaciona la diabetes milletus tipo 2 con enfermedades que poseen algún tipo de demencia vascular, como el alzhéimer.

«Nos hemos centrado en analizar una relación que cada vez tiene más aceptación dentro de la comunidad científica, hemos analizado mucha bibliografía que muestra una relación muy estrecha entre diabetes y alzhéimer, y en la que se afirma que la diabetes es un factor de riesgo importante para alzhéimer u otro tipo de demencia vascular», explica Mónica García-Alloza, una de las autoras del estudio.

Los investigadores comenzaron a trabajar con un ratón sin receptor para la lectina (es decir es un animal que no siente saciedad en ningún momento, por lo que es obeso y come compulsivamente), lo que lo ha llevado a una alteración en todo su metabolismo, a desarrollar una resistencia insulínica y a acabar teniendo diabetes de forma muy temprana.

«Comenzamos a trabajar en estos ratones para ver cómo estaba su sistema nervioso central y curiosamente vimos un modelo experimental que estaba caracterizado muy bien a nivel periférico para estudios de síndrome metabólico o para analizar modelos de obesidad o diabetes, pero que a nivel central realmente no lo estaba», afirma García-Alloza.

«Lo que nos sorprendió muchísimo fue que en el momento en que sacamos el primer cerebro de un ratón afectado por diabetes mellitus tipo 2 vimos que tenían una atrofia cerebral brutal. Los cerebros eran muchísimo menores que los cerebros de otros ratones de la misma edad que sí tenían lectores para la lectina», continúa la doctora.

A lo largo del tiempo, lo que estos científicos han comprobado es que estos ratones que padecen diabetes sufren daños primero en la corteza y luego el hipocampo, dos regiones cerebrales especialmente relevantes en los procesos de aprendizaje y memoria.

Es decir, «en nuestro modelo parece que antes se afecta la corteza y conforme avanza la patología diabética se afecta también el hipocampo. También observamos que el cerebro de estos ratones tiene un aumento muy importante de hemorragias espontáneas, lo que nos lleva a relacionar la diabetes con un tipo de demencia vascular». Este hecho, «no es sorpresivo, pero la verdad es hasta ahora nadie lo había visto con tanta claridad», dicen los investigadores.

Ratones con alzhéimer

El nuevo estudio ha llevado a este grupo de investigadores a afirmar que «estos ratones tienen características patológicas similares a lo que se observa en la enfermedad de Alzheimer porque la fosforilación de tau, que es una proteína que al hiperfosforilarse termina dando lugar a ovillos neurofibrilares (conglomerados anormales de proteínas), también está aumentada».

Este hecho «aumenta con la edad y también afecta preferentemente a la corteza, esto es algo que se ve de manera muy secuencial», sostiene Mónica García-Alloza. Primero, se ve afectada la corteza y después el hipocampo. Pero eso no es todo, «estos ratones también tienen limitaciones cognitivas muy importantes, como ocurre en los pacientes que tienen alzhéimer». Es más, «se observan que van empeorando a medida que la enfermedad va avanzando. Cuando la diabetes mellitus está muy cronificada, los problemas cognitivos son muy importantes».

El trabajo es un paso inicial para ver qué bases comunes hay entre la diabetes y la enfermedad de Alzheimer. «A partir de ahora seguiremos trabajando en esta línea aunque con un nuevo modelo, un modelo transgénico que transforma placas seniles», en palabras de la doctora García-Alloza.
enero 8/2014 (SINC)
Juan Jose Ramos-Rodriguez, Oscar Ortiz, Margarita Jimenez-Palomares, Kevin R. Kay, Esther Berrocoso, Monica Garcia-Alloza: Differential central pathology and cognitive impairment in pre-diabetic and diabetic mice.Psychoneuroendocrinology. Vol. 38, Issue 11, Pag 2462-2475. 2013 Jun 21

En: Noticias #

El estudio Association Between Serum Cholesterol Levels and Cerebral Amyloidosis, publicado en JAMA Neurology (doi: 10.1001/jamaneurol.2013.5390), demuestra que las personas con altos niveles de colesterol HDL y niveles bajos de colesterol LDL, tienen bajos niveles de placas amiloides en el cerebro.

Según Bruce Reed, autor principal del estudio y director asociado al UC Davis Alzheimer’s Disease Center, en Estados Unidos, «desde hace tiempo se asocian los niveles altos colesterol con el riesgo de padecer alzheimer, pero este estudio relaciona por primera vez el colesterol con las placas amiloides». «Los niveles de colesterol perjudiciales para la salud podrían estar directamente causados por altos niveles de placas amiloides, lo que genera que la persona sufra alzheimer, de la misma manera que estos modelos promueven enfermedades de corazón» aclara.

El estudio se realizó con 74 hombres y mujeres de 70 años o más pacientes de clínicas cardiacas de California, o que pertenecían a grupos de apoyo o al UC Davis. De ellos, tres tenían demencia leve, 33 eran cognoscitivamente normales y 38 sufrían daños cognoscitivos leves. Los niveles de placas amiloides de los participantes se midieron a través de PET. Los investigadores encontraron que los que tenían altos niveles de LDL y pocos niveles de HDL, también tenían más cantidad de placas amiloides. El estudio no analizó el mecanismo por el cual el colesterol promovía esos depósitos de placas amiloides. «Este estudio alerta sobre el hecho de que las personas que se están tratando el colesterol y que además experimentan una pérdida de memoria, deben cuidar también su salud cardiovascular», explica Reed.
enero 1/2014 (Diario Médico)

Reed , Villeneuve , Mack , Decarli , Chui , Jagust .Associations Between Serum Cholesterol Levels and Cerebral Amyloidosis.JAMA Neurol. 2013 Dic 30.

En: Noticias #

Especialistas del español Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas identificaron en el líquido cefalorraquídeo un posible biomarcador para el diagnóstico precoz del alzhéimer.

El estudio, publicado en la revista Annals of Neurology ( doi: 10.1002/ana.23955.), precisa que el nuevo biomarcador, una disminución de los niveles de ADN mitocondrial (mtDNA) circulante, puede medirse de forma precisa empleando ensayos de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR).

Los expertos comprobaron que tanto en el alzhéimer causado por mutaciones génicas como en el esporádico, se produce una disminución de mtDNA circulante en el referido líquido de color transparente que baña el encéfalo y la médula espinal.

Según el artículo, las variaciones en los niveles de concentración de mtDNA aparecen hasta 10 años antes de presentarse los primeros síntomas de la enfermedad y precede a los cambios químicos (de Ab1-42) en el líquido cefalorraquídeo.

Hasta el momento se han aceptado dos biomarcadores para el diagnóstico precoz del alzhéimer, la acumulación de beta-amiloide en el cerebro o el bajo contenido de Ab1-42 en el líquido cefalorraquídeo.

Los científicos sugieren realizar más análisis en animales y ensayos clínicos terapéuticos en personas, para determinar si la reducción de mtDNA circulante refleja un factor etiológico y si puede ser modificado con tratamientos.
agosto 14/2013 (PL)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Podlesniy P, Figueiro-Silva J, Llado A, Antonell A, Sanchez-Valle R, Trullas R.Low CSF concentration of mitochondrial DNA in preclinical Alzheimer’s disease.Ann Neurol. 2013 Jun 22

En: Noticias #