cáncer

Las células madre tumorales pueden ser identificadas por sus capacidades fluorescentes, lo que ayudará a implementar tratamientos más eficaces, según un estudio publicado en la Revista «Nature Methods».
Ese tipo de células son responsables del origen del cáncer y de la resistencia del organismo a los tratamientos como la quimioterapia, y su detección resulta compleja ya que de toda la masa tumoral, representan solo el uno o dos por ciento.
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en España, es líder de un proyecto que ha caracterizado un nuevo marcador específico de las células madre cancerígenas: la riboflavina o vitamina B2, un pigmento que emite fluorescencia verde como resultado de su acumulación en vesículas intracelulares.
La propiedad luminosa permite rastrear y aislar las células sin la utilización de anticuerpos y de otras técnicas de mayor dificultad y costes económicos, ya que es una vía sencilla y barata, explica el estudio.
La presencia de la Vitamina B2 en las células madre tumorales se debe al aumento de la proteína ABCG2, responsable del transporte de dicha vitamina hacia el interior de las vesículas intracelulares que confieren luminosidad a las células, aunque la justificación de este fenómeno aún no está claro, señala.
La meta de la investigación está en la evolución de los tratamientos para el cáncer ya que al realizar una biopsia en la que se puedan separar las células autofluorescentes se pueden obtener mejores resultados en cuanto a su sensibilidad a los fármacos, indican los autores del trabajo.
La investigación pretende ganarle algo de tiempo a la rapidez con la que se expanden las células cancerígenas en un cuerpo humano, mediante las pruebas de medicamentos que puedan impedir su avance y probablemente detectar el origen de la enfermedad en cada caso.
Hasta el momento las pruebas se realizan en varios tipos de tumores y muestras de pacientes con cáncer de páncreas, hígado, colon y pulmón.
octubre 2/2014 (PL)
Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2014 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Científicos en Estados Unidos crearon un nuevo tratamiento contra el cáncer basado en bacterias que se multiplican en condiciones de escasez de oxígeno, divulgó recientemente la revista «Science Translational Medicine».

El doctor Bert Vogelstein y su equipo de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, y otros 40 especialistas de esa institución, la Universidad de Texas y otras entidades, mostraron que la inyección de una versión debilitada de una bacteria anaeróbica, «Clostridium novyi», elimina un tumor de forma precisa y localizada sin afectar al tejido normal circundante.

La idea de usar bacterias para combatir el cáncer data de la década de 1890, cuando el investigador William Coley notó que algunos pacientes que desarrollaron infecciones postquirúrgicas experimentaban una disminución de su enfermedad o incluso se curaban por completo.

Según los estudiosos, la bacteria «Clostridium novyi» prolifera con el escaso oxígeno de los tumores pero se detiene una vez que alcanza el tejido sano. Los investigadores creen que podría resolver el tratamiento de ciertos tumores inoperables.
septiembre 2/2014 (PL)

Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2014 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

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El centro Nacional del Cáncer de Japón espera  desarrollar antes de cinco años un método que permitirá un diagnóstico precoz  de 13 tipos de cáncer mediante una simple prueba de sangre, anunció esta semana.
Este proyecto de 7900 millones de yenes (57 millones de euros) debería  contribuir sobre todo a la detección del cáncer de pecho, estómago, esófago,  pulmón, hígado, vesícula, páncreas, colon, ovarios, próstata y vejiga.
También podría ayudar a la detección precoz de patologías degenerativas  como la enfermedad de Alzheimer.
Se trata de comprobar la presencia en la sangre de microácidos  ribonucleicos (microARN), cuyo aumento se supone que señala el desarrollo de un  cáncer. Más de 2500 variedades de estas moléculas fueron descubiertas en el  cuerpo humano y podrían servir de «marcadores» para detectar diferentes tipos  de cáncer, un método mucho más rápido que la batería de exámenes a veces  pesados que se realizan actualmente.
Varios equipos científicos de Europa y Estados Unidos también se interesan  por el papel de los microARN en los casos de diversos tipos de cáncer pero los  japoneses esperan poder ir más lejos en las investigaciones, que todavía no han  permitido elaborar un test comercial.
El programa está dirigido por la Organización Japonesa de las Nuevas  Energías y Tecnologías Industriales (Nedo) que apoya programas de investigación  de gran magnitud en diversos ámbitos, con la participación de varias empresas,  entre ellas Toray Industries y Toshiba, que tiene grandes ambiciones en el  campo médico.
El proyecto se sustentará en los datos de 65 000 pacientes facilitados por  el Centro Nacional del Cáncer. «Si conseguimos desarrollar el primer test  mundial de alta precisión en Japón, esto podrá aumentar varios años la  esperanza de vida de la gente y contribuir al desarrollo de las industrias  japonesas», aseguró Tomomitsu Hotta, presidente del centro, citado por la  agencia Kyodo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer mató a 8,2  millones de personas en 2012. Los más letales son los de pulmón, estómago,  hígado, colon y pecho.
agosto 19/2014 (AFP) –
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Un estudio demuestra que una inyección de una versión modificada de la bacteria Clostridium novyi puede disminuir los tumores presentes en ratas, perros y finalmente, en humanos.

La inyección de una versión modificada de la bacteria Clostridium novyi puede orientar una fuerte y precisa respuesta antitumoral en ratas, perros, y por primera vez, en humanos, según un estudio realizado por investigadores del Centro de Cáncer Johns Hopkins Kimmel (Estados Unidos).

En la investigación, publicada en Science Translational Medicine(DOI: 10.1126/scitranslmed.3008982), se les administró una inyección de dicha bacteria modificada a ratas a las que se les habían inducido tumores cerebrales, llamados gliomas. Este tratamiento consiguió eliminar las células tumorales evitando a las células sanas con muy poco margen ya que están se encontraban a sólo unos pocos micrómetros de distancia. A pesar de esto, las ratas que habían recibido este tratamiento sobrevivieron una media de 33 días después de que fuera implantado el tumor, mientras que las que no había recibido una inyección de Clostridium novyi habían muerto a los 18 días.

En una segunda fase del estudio, se probó una inyección tumoral directa de esporas de Clostridium novyi en 16 perros que habían sido tratados por tumores de origen natural. Seis de los perros tuvieron una respuesta antitumoral 21 días después del primer tratamiento. Tres de esos seis, mostraron una erradicación completa de los tumores y la longitud del diámetro más largo de los tumores se redujo en un 30 % en otros tres perros.

Finalmente en el ensayo clínico fase I, se le administró a una mujer con tumor abdominal, una inyección con las mismas esporas de Clostridium novyi en el brazo en el que tenían metástasis. Aunque este tratamiento redujo significativamente el tumor alrededor del hueso, también produjo a la paciente una fuerte inflamación y la formación de abscesos. Este ensayo se realizó en el  Centro de Cáncer MD Anderson y por el momento no se ha podido probar su efectividad en un número suficiente de personas que pueda determinar una respuesta exacta a la tratamiento.

Los autores afirman que a diferencia que los de las ratas, los tumores de los perros comparten muchas similitudes genéticas con los tumores de loa humanos. Además, acentúan que tanto perros como humanos podrían ser tratados con los mismos medicamentos y responder de manera muy similar.

Por último, los investigadores del estudio opinan que los avances en humanos de esta inyección continúan pero que de momento lo resultados finales de este estudio no son determinantes como para desarrollar un tratamiento definitivo. Aun así, apuestan por un combinación de los tratamientos tradicionales como la quimioterapia junto con la aplicación de la inyección de Clostridium novyi, aunque esta combinación solo ha sido probada en ratones.
agosto 14/2014 (Diario Médico)

N. J. Roberts, L. Zhang, F. Janku, A. Collins, R-Y. Bai, V. Staedtke.Intratumoral injection of Clostridium novyi-NT spores induces antitumor responses. Sci. Transl. Med. 13 Ago 2014:Vol. 6, Issue 249, p. 249ra111

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Investigadores de seis universidades de tres continentes desarrollaron, tras dos décadas de investigación, un mecanismo que hace que las células cancerígenas se autodestruyan, informó la revista especializada Nature Chemistry ( doi:10.1038/nchem.2021).

El hallazgo aportará un nuevo enfoque en la búsqueda de un remedio contra el cáncer.

La idea conciste en crear una molécula que transporte iones de sodio y cloruro a las células de cáncer propiciando su autodestrucción, un tratamiento que también podría ayudar a pacientes con fibrosis quística.

El artículo recuerda que en los seres vivos las células tienen una concentración estable de iones en sus membranas plasmáticas, y varios mecanismos impiden que esa concentración cambie.

Dichos mecanismos son necesarios, pues la alteración de la concentración de iones puede iniciar el proceso llamado apoptosis, o muerte celular programada provocada por ella misma, muy importante para que un organismo pueda librarse de las células peligrosas o dañadas.

El problema es que las células cancerígenas bloquean la apoptosis, ya que cambian el modo de transportar los iones por sus membranas, añade la investigación.

El logro de los científicos de Corea de Sur, Estados Unidos, Reino Unido y Arabia Saudita es que crearon un transportador de iones sintético que se une a los iones de cloruro y es capaz de iniciar la apoptosis tanto en las células normales como en las cancerígenas.

Aunque hace dos décadas fue descubierta la prodigiosina, un transportador natural con capacidades similares, el transportador sintético es mucho más eficaz, y ha demostrado que funciona en sistemas biológicos.
agosto 12/2014 (PL)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Sung-Kyun Ko, Sung Kuk Kim, Andrew Share, Vincent M. Lynch, Jinhong Park.Synthetic ion transporters can induce apoptosis by facilitating chloride anion transport into cells.  Nature Chemistry.  11 Ago 2014

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La verdadera causa de la muerte de un tercio de los pacientes de cáncer no radica en el avance tumoral sino en el proceso de transformación de la grasa blanca o «mala» en parda o «buena».

La mayor parte de quienes investigan el cáncer se concentran en la biología del tumor en sí. Pero Michele Petruzzelli, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), buscando vías de ataque indirecto a la enfermedad, decidió poner el foco en el resto del organismo. Su trabajo sobre la respuesta del cuerpo al tumor ha descubierto que la caquexia, la extrema delgadez y debilidad que acaba siendo la auténtica causa de la muerte de un tercio de los enfermos de cáncer, se desencadena por un proceso hoy muy estudiado no para combatir el cáncer, sino la obesidad: la conversión del tejido graso blanco en pardo.

Malas consecuencias
«Es la primera vez que este fenómeno, que podríamos llamar quemagrasa, se asocia a un efecto negativo», explica Petruzzelli, miembro del grupo de Erwin Wagner, director del Programa Fundación BBVA-CNIO de Biología Celular del Cáncer. «Lo que vemos es que la transformación de grasa blanca en grasa parda, que es ahora uno de los temas estrella de la investigación por sus potenciales efectos positivos contra la obesidad y la diabetes, tiene consecuencias muy perniciosas en el contexto del cáncer», señala el investigador en un trabajo que se publica en el último número de Cell Metabolism (DOI: org/10.1016/j.cmet.2014.06.011).

Los profesionales consideran además que si se logra reducir la transformación del tejido graso los síntomas de la caquexia mejoran, aunque no desaparezcan del todo. Lo demuestran bloqueando moléculas mediadoras de la inflamación -un proceso vinculado a la caquexia-, en concreto la citocina IL-6. «La inhibición del paso de grasa blanca a parda representa por tanto una vía prometedora para mejorar la caquexia en los pacientes de cáncer», señala el artículo.

El CNIO cuenta con numerosos modelos animales -en ratones- de distintos tipos de cáncer. Así que el punto de partida de este trabajo, ha explicado Petruzzelli, fue seleccionar una docena de estos ratones modelo y estudiar qué cambios sucedían en sus cuerpos a medida que se desarrollaba el tumor.

Transformación
Observaron numerosos cambios en los órganos de los animales, que variaban en función del tipo de modelo y tumor. Sin embargo, el efecto de la transformación de grasa blanca en marrón se dio en todos ellos, y muy pronto, antes de que se manifestaran los síntomas ya conocidos de la caquexia.

El interés del trabajo aumenta porque llama la atención, y relaciona, dos procesos -la transformación de la grasa blanca en parda y la caquexia- que por motivos distintos han sido poco estudiados, pero que en los últimos años se han convertido en temas calientes de la investigación en todo el mundo.

En el contexto de la actual epidemia de obesidad, la grasa blanca ha sido apodada mala, mientras que la parda es la buena. El descubrimiento de que los humanos adultos pueden convertir la grasa blanca en parda mediante el ejercicio o la exposición a bajas temperaturas ha abierto una nueva vía de ataque a la obesidad, y de hecho ya está en marcha la búsqueda activa de herramientas farmacológicas para inducir la transformación, fenómeno esencial para los enfermos de cáncer.

Marcadores que guían
En oncología, la caquexia, es un fenómeno que se explicaba como que el organismo se consume a sí mismo tratando de cubrir las necesidades energéticas del tumor en constante crecimiento. Pero hoy se sabe que pueden producir caquexia tumores de todos los tamaños, incluso muy pequeños, y en etapas muy tempranas de su desarrollo porque, según las investigaciónes, este fenómeno está muy ligado a la inflamación.

Los resultados indican que si se actúa bloqueando uno de los agentes que promueven la inflamación, la citocina IL-6, se reduce sustancialmente el proceso de transformación de la grasa y, consecuentemente, la caquexia, aunque los investigadores resaltan que no se logra la curación: la IL6 es sólo una de diversas citocinas implicadas y bloquearla no es suficiente.

Este hallazgo sugiere que los antiinflamatorios podrían ayudar a combatir la caquexia, pero no es posible predecir qué enfermos afectados por el cáncer la desarrollarán.

«Se abriría una vía en este sentido al descubrir procesos muy iniciales en la caquexia. Plantea la posibilidad de identificar biomarcadores que ayuden a predecir qué pacientes van a desarrollar caquexia, de forma que podamos tratarles de forma preventiva», añade Petruzzelli.
julio 17/2014 (Diario Médico)

Michele Petruzzelli, Martina Schweiger, Renate Schreiber,Ramon Campos-Olivas, Maria Tsoli, John Allen.A Switch from White to Brown Fat Increases Energy Expenditure in Cancer-Associated Cachexia.Cell Metabolism.Jun 11 2014

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Una nueva investigación dirigida por Alison Allan, PhD, científica de la Universidad Occidental y el Instituto Lawson de Investigación de la Salud, muestra por qué el cáncer de mama a menudo se disemina al pulmón o produce metástasis en este órgano.

El cáncer de mama es el cáncer diagnosticado con más frecuencia y es la segunda causa más frecuente de muertes relacionadas con cáncer en mujeres de Norteamérica. Si se detecta en una etapa temprana, la quimioterapia y la radioterapia habituales tienen una alta tasa de éxito, pero una vez que la enfermedad se disemina a zonas extramamarias, muchos tratamientos usuales fracasan. En concreto, el pulmón es uno de lo órganos de metástasis del cáncer de mama más frecuentes y letales y esto ha tenido una repercusión importante en la calidad de vida y la sobrevida de las pacientes.

Investigaciones previas realizadas por el equipo de investigación de Allan han demostrado que un tipo específico de célula del cáncer de mamá, la célula precursora del cáncer (CPC) de mama, es la que interviene en las metástasis en modelos animales, sobre todo las pulmonares.

En este estudio, publicado en Neoplasia (DOI: 10.1593/neo.132076), los investigadores crearon un sistema de modelo ex vivo (fuera del organismo viviente) innovador que estimula diferentes entornos de órgano.

Observaron que las CPC de mama tienen una propensión específica a emigrar hacia el pulmón y crecer en este órgano e identificaron interacciones específicas entre las CPC de mama y proteínas derivadas del pulmón que se podían alterar para reducir la conducta metastásica del cáncer de mama.

Allan dice que en las metástasis hay una teoría llamada la hipótesis de la siembra y el suelo. «De una manera análoga a un diente de león, por lo que respecta a la semilla, las semillas vuelan por todas partes. Sin embargo, no necesariamente crecen en todos los lugares donde se depositan; crecen únicamente en suelo favorable que tiene los nutrimentos correctos que brindan apoyo al crecimiento de las semillas en un entorno extraño.

En la situación de las metástasis, las células tumorales («siembras») se considera que representan factores importantes que atraen a las células tumorales a órganos específicos y respaldan su supervivencia y crecimiento para formar tumores metastásicos», explica Allan, profesora asociada del Departamento de Oncología y Anatomía y Biología Celular de la Escuela de Medicina y Odontología Schulich de la Universidad Occidental.

«Se ha realizado muchos investigación sobre las células cancerosas debido a que son fáciles de estudiar, pero no se ha hecho mucho por comprender el «factor del «Hemos descubierto algunas proteínas específicas que se producen en el pulmón y que parecen interactuar con las células precursoras malignas, volviendo a los pulmones un lugar favorable para el crecimiento de las células cancerosas».

La investigación fue financiada por la Fundación Canadiense de Cáncer de Mama – Región Ontario. En lo sucesivo, la aplicación clínica de este conocimiento podría tener importantes repercusiones para mejorar el tratamiento futuro del cáncer de mama. Los resultados de este estudio también sentarán las bases para estudios clínicos futuros dirigidos a investigar si el aumento de las CPC de mama en el tumor primario puede predisponer a algunos pacientes a las metástasis pulmonares, y si tal es el caso, si la vigilancia dirigida (es decir, mediante el análisis con estudios por imágenes o ex vivo) pueda ser útil para la detección temprana y el tratamiento satisfactorio.
mayo 4/2014 (Medcenter.com)

Jenny E. Chu, Ying Xia, Benjamin Chin-Yee, David Goodale, Alysha K. Croker, Alison L. Allan. Lung-Derived Factors Mediate Breast Cancer Cell Migration through CD44 Receptor-Ligand Interactions in a Novel Ex Vivo System for Analysis of Organ-Specific Soluble Proteins. Neoplasia, abril de 2014

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