Diagnóstico

Un 50 % de los médicos dice necesitar una mayor formación para realizar la prueba espirométrica.

El 70 % de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no sabe que padece la enfermedad, según ha informado el Médico de Familia del Centro de Salud El Torrejón (Huelva), Antonio Ortega Carpio, durante el encuentro «Aire y EPOC», organizado por Novartis.

La EPOC afecta a 1,5 millones de españoles y provoca la muerte de 18 000 cada año. Por este motivo, los expertos reunidos han destacado la importancia de formar a los profesionales sanitarios en las técnicas de uso de las herramientas de diagnóstico precoz, así como en la interpretación de los resultados.

En este sentido, la prueba espirométrica es uno de los principales métodos para la detección y el seguimiento de la enfermedad que permite medir la magnitud absoluta de las capacidades y volúmenes pulmonares así como los flujos respiratorios. «Se trata de una prueba sencilla de unos 30 minutos que se realiza en los centros de salud y que consiste en hacer que el paciente sople con la máxima intensidad entre 6 y 10 segundos a través de un tubo, para comprobar si presenta obstrucciones al respirar y si sus volúmenes respiratorios son normales», ha indicado Ortega.

Sin embargo, esta prueba no está todo lo implementada que debería en los centros de salud españoles. Y es que, según ha explicado el experto, la espirometría está disponible en el 80 % de los centros de Atención Primaria de España y en un 92 % de los centros en el caso de Andalucía, y, sin embargo, su uso es «escaso», como consecuencia de la «falta» de conocimiento de la técnica y la «dificultad» de la interpretación por parte de los médicos.

«Un 50 % de los médicos considera que necesitan mayor formación para implementar esta técnica», ha dicho, para señalar el papel «fundamental» que juega el médico de Atención Primaria en la detección precoz de la enfermedad dado que es la «puerta de entrada» de estos pacientes al Sistema Nacional de Salud.

Por todo ello, durante el encuentro también se ha abordado la enfermedad desde un punto de vista práctico, ofreciendo a los profesionales sanitarios la posibilidad de compartir experiencias y de formarse, a través de los diferentes talleres organizados, en algunas de las pruebas más habituales para la detección de las enfermedades respiratorias: la espirometría y la placa de tórax.

«La EPOC se manifiesta en los pacientes por la sensación de falta de aire o disnea, por la tos y la expectoración y por las exacerbaciones, episodios en los que se incrementa esta sintomatología. Todos estos síntomas «deterioran la calidad de vida de los pacientes y afectan a su actividad diaria, haciendo que este se encuentre cada vez más limitado», ha comentado el neumólogo del Hospital de Alta Resolución de Loja (Granada), Bernardino Alcázar.

Además, ha resaltado, las mañanas son el momento del día en el que el paciente se encuentra más sintomático. En este sentido, ha asegurado que el empleo de fármacos broncodilatadores es uno de los pilares del tratamiento, ya que permiten que los bronquios del paciente permanezcan abiertos en el tiempo, haciendo que este note menos síntomas y una menor dificultad respiratoria.

Por su parte, el neumólogo del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, José Luis López-Campos, ha destacado la eficacia de Seebri Breezhaler (glicopirronio) como tratamiento broncodilatador de larga duración administrado en una dosis única diaria para el tratamiento de la EPOC.

«Glicopirronio es un anticolinérgico de acción prolongada con efecto 24 horas, que se toma una vez al día y ofrece un inicio de acción más rápido que otros anticolinérgicos previamente disponibles. Gracias a estas características, el tratamiento proporciona una mejoría de la función pulmonar, de la sensación de disnea y una menor sensación de ahogo, aumentando la capacidad de hacer ejercicio y disminuyendo el número de agudizaciones», señaló.
octubre 11/2013 (JANO.es)

Los anticuerpos monoclonales se encuentran cada vez más presentes en el diagnóstico y tratamiento de diferentes enfermedades, entre ellas las oncológicas; a pesar de su manifiesta utilidad, el número de antígenos tumorales es muy reducido y ello se debe en gran parte a las estrategias empleadas para su identificación y validación. Los procedimientos convencionales de identificación de antígenos tumor-específicos utilizan muestras tumorales procesadas en el laboratorio y herramientas de búsqueda genómica o proteómica. El problema de este sistema es que se pierde el contexto del tumor original.

«Se trata de una visión tumoricéntrica», apunta Luis Álvarez-Vallina, jefe de la Unidad de Inmunología Molecular del Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) del Hospital Puerta de Hierro (Majadahonda), en Madrid. «Sin embargo, cada vez tenemos más datos que avalan la influencia del microambiente tumoral, y cómo diferentes tipos celulares desempeñan un papel clave en el desarrollo del cáncer; por tanto, la expresión de antígenos en estos tipos celulares puede ser de utilidad como dianas diagnósticas y terapéuticas».

Prueba de concepto
Partiendo de la idea de que eran necesarias otras fórmulas que preservaran el contexto del tumor, el grupo de Álvarez-Vallina ha demostrado que es posible realizar la selección de los anticuerpos in vivo frente a antígenos tumorales expresados en su entorno original. En concreto, el procedimiento utilizado es una adaptación de la estrategia ideada por Erkki Ruoslahti, del Centro del Cáncer del Instituto de Investigación Sanford-Burnham (La Jolla, California), y que este científico empleaba en la selección de genotecas (repertorios) de péptidos, para identificar dianas vasculares (códigos postales vasculares, siguiendo la denominación de Ruoslahti).

En colaboración con el grupo americano, los científicos del IIS Puerta de Hierro adaptaron esta tecnología (denominada phage display) para la selección de genotecas de anticuerpos humanos y, finalmente, para identificar un nuevo marcador de cáncer de próstata. Los resultados de esta línea de investigación, iniciada hace seis años, se acaban de publicar en la PNAS.

«Viaje alucinante»
Para ello, han partido de un modelo murino al que injertaron células de cáncer de próstata humano. El tumor resultante estaba vascularizado y con un estroma semejante al que se encuentra en tumores primarios de próstata. Emulando el viaje alucinante de Asimov, introdujeron por la vía sistémica de los ratones un repertorio de genotecas de anticuerpos (colección de millones de anticuerpos diferentes), cada uno de ellos unido a una partícula viral (bacteriófago).

Los bacteriófagos circularon por el animal hasta que algunos se anclaron en el tumor. Una vez extraído, se determinó la secuencia de las partículas virales dominantes localizadas selectivamente en el tumor, tras varias rondas de selección. A partir de un reducido número de candidatos, identificaron un anticuerpo con excepcionales propiedades de localización tumoral y caracterizaron la diana: el complejo PA28alfaß del proteasoma. En esa tarea han contado con la colaboración de otros grupos de investigación en España, Estonia y Estados Unidos. El trabajo valida el marcador y revela que se sobreexpresa en muestras humanas de cáncer de próstata primario y metastásico. Estos hallazgos han sido patentados por la Fundación de Investigación Biomédica del Hospital Universitario Puerta de Hierro.

«Además de la trascendencia del procedimiento utilizado, el marcador es importante. Ahora tenemos que demostrar cuál podría ser su valor real en la clínica; y también determinar si está presente en suero, de forma circulante, lo que implicaría utilidad diagnóstica, así como si tiene utilidad pronóstica en los pacientes con el cáncer». Por último, y no menos interesante, habrá que determinar si anticuerpos frente al complejo PA28alfaß del proteasoma pueden tener valor terapéutico real en el cáncer de próstata.

Una técnica de selección aplicable a diferentes enfermedades

Al introducir por vía sistémica un bacteriófago con un anticuerpo control o un bacteriófago con un anticuerpo seleccionado in vivo, este último se localiza selectivamente en el tumor.

Además, también se observa que el bacteriófago con el anticuerpo tumor-específico no solo se localiza en el interior de los vasos, sino que se difunde hacia zonas próximas a las estructuras vasculares, lo que sugiere que interactúa con alguna diana presente en el estroma tumoral. Así, con el procedimiento empleado por el grupo del inmunólogo Luis Álvarez-Vallina, se identifican antígenos que con las estrategias convencionales no se apreciarían.

Esta técnica podría resultar útil para encontrar marcadores, más allá de las enfermedades oncológicas, en diferentes enfermedades, como, por ejemplo, las cardiovasculares, las inflamatorias y las neurológicas.

Ayudar a la decisión clínica

El antígeno prostático específico o PSA es el biomarcador más utilizado en el cribado del cáncer de próstata, pero dista de ser perfecto. De ahí que se busquen otros marcadores que ayuden a afinar de forma más precisa tanto el riesgo de desarrollar el tumor en los varones, como el pronóstico una vez que ya se ha detectado el cáncer. Esta semana, un trabajo que aparece en Science Translational Medicine  propone un marcador de pronóstico del cáncer de próstata a partir de las muestras de pacientes. Un grupo de científicos coordinado por Cory Abate-Shen (Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York) ha descubierto que el nivel de expresión de tres genes asociados con el envejecimiento puede ayudar al clínico a decidir si intervenir o no al paciente.
septiembre 19/2013 (Diario Médico)

David Sánchez-Martín,   Jorge Martínez-Torrecuadrada,   Tambet Teesalu,   Kazuki N. Sugahara,   Ana Alvarez-Cienfuegos,   Pilar Ximénez-Embún,  et. al.  Proteasome activator complex PA28 identified as an accessible target in prostate cancer by in vivo selection of human antibodies. PNAS 2013 110 (34) 13791-13796; doi:10.1073/pnas.1300013110.

S. Irshad, M. Bansal, M. Castillo-Martin, T. Zheng, A. Aytes, S. Wenske, et. al. A Correction to the Research Article Titled: «A Molecular Signature Predictive of Indolent Prostate Cancer.  Sci Transl Med 18 September 2013 5:203er9. DOI:10.1126/scitranslmed.3007585.

Un equipo de científicos descubrió una proteína denominada isocitrato deshidrogenasa (IDH1) presente en altos niveles en el cáncer pulmonar, que podría favorecer el diagnóstico no invasivo de esta enfermedad.

Según la revista especializada Clinical Cancer Research (doi: 10.1158/1078-0432.CCR-13-0046.), la sustancia es identificable en la sangre por lo que puede ser un nuevo biomarcador para detectar el cáncer de pulmón de células no pequeñas, el cual es el más común que existe.

Los expertos encontraron que IDH1 se pudo hallar en la sangre de los pacientes con un 76 % de sensibilidad y un 77 % de especificidad.

De igual forma, cuando utilizaron un modelo matemático para combinar la identificación de esta proteína con la detección de los marcadores existentes CEA, Cyfra21-1 y CA125, la sensibilidad aumentó al 86 %.

El equipo de científicos empleó muestras de sangre de 943 pacientes con NSCLC y 479 controles sanos, reclutados entre 2007 y 2011.

De acuerdo con los autores del trabajo, ninguno de los enfermos tenía diagnóstico de cáncer ni fue tratado por esa dolencia en los tres años anteriores al estudio.

En base a los datos obtenidos, los expertos plantean que el IDH1 se puede utilizar para detectar cáncer de pulmón en estadio 1; sin embargo, también podría ser utilizado para detectar la fase precancerosa.

No obstante, el grupo investigativo advierte que se necesitan más estudios para arribar a conclusiones contundentes sobre esa posibilidad.

Investigaciones anteriores explican que cuando se respira, el aire pasa a través de la nariz, baja por la tráquea y llega hasta los pulmones, donde se disemina a través de conductos llamados bronquios.

La mayoría de los cánceres pulmonares comienzan en las células que recubren estos conductos y el consumo de cigarrillo es la principal causa de este tipo de dolencia.
septiembre 17/2013 (PL)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Sun N, Chen Z, Tan F, Zhang B, Yao R, Zhou C.Isocitrate dehydrogenase 1 is a novel plasma biomarker for the diagnosis of non-small cell lung cancer.Clin Cancer Res. 2013 Sep 15;19(18):5136-45.

La saliva podría utilizarse con fines diagnósticos debido a que en ella se encuentran componentes del plasma y presenta numerosas ventajas por su accesibilidad.

La saliva como fluido diagnóstico supone más ventajas frente a otros fluidos corporales, ya que es un método no invasivo, sencillo y accesible, en la que se pueden encontrar componentes plasmáticos. Por eso, un grupo de investigadores de la Universidad Europea (UE) de Madrid asegura que su uso en pacientes ancianos permitiría una mejor monitorización de enfermedades sistémicas y medicamentos.

Esta investigación forma parte de un estudio sobre la saliva que está realizando el departamento de Odontología de la UE desde 2011, donde están haciendo una revisión bibliográfica de las principales aplicaciones diagnósticas actuales de este fluido descritas hasta el momento. Concretamente se han centrado en el uso de biomarcadores salivales para el estrés, cortisol y alfa-amilasa salival, así como el estudio de la respuesta cardiovascular ante la presencia de un agente estresor.

El equipo de investigadores tomó en cuenta a los pacientes geriátricos, puesto que «se encuentran en la mayoría de los casos polimedicados, y resulta interesante poder monitorizar, el uso de mediante la saliva, medicamentos como el paracetamol o las benzodiacepinas, que son los fármacos más habituales entre los ancianos, «, afirma Carmen Martín Carreras-Presas, profesora de Patología Médica Bucofacial y Clínica Integrada de Pacientes Especiales de la UE y autora principal del estudio. Además, comenta que este grupo de pacientes «parece ser una población diana importante para implementar nuevas técnicas diagnósticas».

Menos riesgo de contagio
Por este motivo, los expertos señalan que utilizar la saliva como método diagnóstico supondría mayores beneficios tanto para profesionales sanitarios como para los pacientes. «La saliva se puede recoger de manera sencilla, y de forma no invasiva, de manera que el paciente está más cómodo y además se podría minimizar el riesgo de contagio de enfermedades como el VIH o la Hepatits C en facultativos».

De hecho, según este trabajo, en la actualidad se utilizan los análisis de saliva de forma rutinaria en controles policiales o estudios forenses debido a que numerosos componentes del plasma se pueden encontrar en la saliva, incluso ciertas hormonas, como el cortisol. En el estudio, los autores señalan que se ha demostrado que el 27 %  del proteoma salival coincide con el proteoma plasmático.

«También se ha descrito la utilización de saliva para identificar enfermedades infecciosas víricas (VIH, Hepatits, Herpes simple, Rubeola, Sarampión), fúngicas (Candidiasis) y bacterianas (Caries, Enfermedad Periodontal, Helicobacter Pylori), enfermedades cardiovasculares, cáncer, celiaquía o fibrosis quística, entre otras», añade Martín.

Sin embargo, tal y como reflejan las conclusiones del trabajo, la saliva no se utiliza normalmente como indicador de salud, y la implantación de una teconología diagnóstica supone un reto a causa de su dimensión económica. «Se están desarrollando nuevas tecnologías que eliminarán la necesidad de los análisis por radioinmuniensayo o enzimoinmunoensayo, obteniéndose los resultados directamente con una pequeña muestra de saliva mediante biosensores y biochips», puntualiza la autora.
agosto 5/2013 (Diario Médico)

Desarrollan un test genómico que ofrece un diagnóstico más preciso del perfil molecular del cáncer de mama.

Un estudio internacional coordinado por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) evaluará la utilidad de un nuevo test genómico de segunda generación, denominado  ProsignaTM o PAM50, que además de ofrecer un diagnóstico más exacto del perfil molecular del cáncer de mama, ayuda a predecir el riesgo de recaída. Geicam se encargará de realizar el estudio original en Europa, el primero que se hace en el mundo en tal sentido para esta prueba de diagnóstico in vitro.

A diferencia de otras técnicas genómicas disponibles, según Miguel Martín, presidente de Geicam e investigador principal del estudio, «los datos que aporta el PAM50 se correlacionan con la clínica diaria de los oncólogos, al estadificar el tumor en los subtipos intrínsecos originales -luminal A, luminal B, basal y HER2-, además de proporcionar información precisa sobre el riesgo de recaída y la necesidad de administrar tratamiento quimioterápico adyuvante».

Así, el estudio analizará el cambio de decisión terapéutica que el oncólogo médico realiza tras conocer el resultado de la prueba, en relación con la decisión tomada antes de conocerlo. Su uso ayudaría a reducir tratamientos innecesarios o incorrectos, a la vez que podría rescatar a algunas pacientes de aparente buen pronóstico pero que iban a recaer en ausencia de quimioterapia, con el aumento de calidad de vida y ahorro sanitario.

Acortar plazos
A diferencia de las pruebas actuales, las muestras no viajarían a otros países, sino que serían analizadas en nuestro país y los resultados estarán disponibles en un plazo de entre 5 y 10 días, la mitad del necesario para las técnicas genómicas actuales.

Los hospitales Gregorio Marañón, en Madrid, y  Valle de Hebrón Instituto de Oncología, en Barcelona, serán los primeros centros en el ámbito nacional y europeo en incorporar esta técnica genómica. En el Marañón se están analizando ya muestras de las 200 pacientes candidatas al estudio. Se efectuará un estudio idéntico en Alemania con el mismo protocolo diseñado por Geicam.
julio 22/2013 (Diario Médico)

Un grupo de investigadores dirigidos por Maribel Parra que trabajan en el Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) ha identificado un represor transcripcional, la histona desacetilasa HDAC7, implicado en la identidad de los linfocitos B del sistema inmunitario.

Cabe recordar que las células madre de la sangre pasan por un sistema muy complejo de diferenciación para formar las diferentes células sanguíneas. En el sistema hematopoyético existen dos líneas principales: la linfoide, que da lugar a las células T, los linfocitos B y las células NK, entre otros, y la mieloide, que formará los eritrocitos o los macrófagos, entre otros.

Según ha explicado Parra, para que se den estos pasos deben producirse una serie de cambios en el programa génico de las células.

Existen factores de transcripción que activan genes de cada linaje celular pero también existen represores transcripcionales que impiden que se expresen genes «inapropiados», que son característicos de otro linaje.

Este grupo científico estudia precisamente el papel de una familia de proteínas que son represoras transcripcionales en la diferenciación de las células del sistema hematopoyético. Se trata de las histonas desacetilasas (HDAC).

Genes inapropiados
En este trabajo los investigadores muestran que el papel de una de estas proteínas, la HDAC7, en linfocitos B es reprimir genes «inapropiados», característicos de otros linajes como los macrófagos.

Los investigadores reprogramaron células precursoras de linfocitos B en macrófagos -del linaje mieloide- y observaron que la expresión de HDAC7 disminuía de forma drástica mientras que cuando se vuelve a expresar esta proteína se bloquea la inducción de genes clave para la biología de los macrófagos.

Parra ha añadido que «a través de este mecanismo de represión transcripcional la célula B se asegura de que no se expresen genes de otros tipos celulares, manteniendo su identidad linfoide». Y ha señalado que, «dada su importancia en la biología de los linfocitos B, la función de HDAC7 podría estar alterada en enfermedades hematológicas como las leucemias y los linfomas. Hacia esta hipótesis se dirige ahora la investigación de nuestro grupo»
junio 7/2013 (Diario Médico)

Barneda-Zahonero B, Román-González L, Collazo O, Rafati H, Islam AB, Bussmann LH.HDAC7 Is a Repressor of Myeloid Genes Whose Downregulation Is Required for Transdifferentiation of Pre-B Cells into Macrophages. PLoS Genet. 2013 May 16 ;9(5):e1003503. doi: 10.1371/journal.pgen.1003503.

Los síntomas suelen pasar desapercibidos o se toman como parte del cuadro clínico de otras enfermedades. Los llamados Tumores Neuroendocrinos (TNE) son masas anormales de tejido que se originan en las células neuroendocrinas.

Este tejido anormal se forma porque las células se multiplican a un ritmo superior al normal, son poco frecuentes y muy complejas. Generalmente son de difícil diagnóstico debido a que estos tumores tienen la capacidad de liberar hormonas, produciendo cuadros clínicos confusos.

Las células neuroendocrinas suelen estar en glándulas como: la tiroides, la hipófisis, las suprarrenales y el páncreas o dispersas en el sistema digestivo, razón por la cual la mayoría de los TNE se originan en estas áreas y son denominados gastro-entero-pancreáticos. Dentro de esta categoría, los más frecuentes son los llamados tumores carcinoides, ubicados en el intestino delgado, recto, apéndice y estómago.

Aunque su aparición es baja en comparación con otros tipos de tumores (piel, cuello uterino,  próstata, mamas, u  otros) se sabe que su prevalencia es de aproximadamente 35 casos por cada 100 000 habitantes en el mundo, lo cual representa una probabilidad de 9800 casos en Venezuela. La aparición de la enfermedad es de aproximadamente 2.5-5 casos por 100 000/año, es decir un total de 700 a 1400 nuevos casos por año. El  grupo más numeroso son los tumores carcinoides del intestino medio, con una tasa de incidencia de 2.4/100 000/año2, lo cual representa en nuestro país unos 672 nuevos casos por año.

El Dr. Gerber Gómez, asesor médico de Sanofi, explicó que «cuando la liberación de hormonas es excesiva, se producen manifestaciones clínicas dependiendo del efecto de la hormona secretada y los tumores son denominados Tumores Neuroendocrinos Funcionantes. Los TNE que no liberan grandes cantidades de hormonas, no generan síntomas y son denominados Tumores Neuroendocrinos  No Funcionantes».

«En términos de tratamiento, éste debe tener un enfoque multimodal; es decir, un enfoque en el que se considere integralmente al individuo y su calidad de vida. Todo con el propósito de extirpar o reducir la tumoración en los casos posibles, así como controlar los síntomas, prolongar y mejorar la calidad de vida del paciente. Es importante señalar que el tratamiento va a depender del sitio del tumor primario y si se trata de tumores funcionantes o no» señaló el Dr. Gómez.

La calidad de vida de los pacientes con tumores neuroendocrinos funcionantes puede verse severamente comprometida, por los síntomas que acompañan la enfermedad. La mayoría de los tumores gastro-entero-pancreáticos secretan serotonina, un neurotransmisor  necesario para que el cerebro y el cuerpo en general, puedan funcionar correctamente. Los trastornos asociados a fallas en este neurotransmisor producen síntomas como  diarrea, broncoespasmos y bochornos (sensación de calor, principalmente en el rostro acompañada de enrojecimiento) que experimentan los pacientes.

Para controlar estos síntomas se prescriben principios activos que buscan aliviar el cuadro clínico del  paciente. Recientemente ha sido aprobado en Venezuela el registro del Lanreotide, un principio activo muy parecido a la somatostatina, para el tratamiento de los síntomas asociados a los tumores carcinoides. El Lanreotide ha demostrado ser muy efectivo en el control de los síntomas clínicos asociados a la hipersecreción de hormonas hasta en un 60% de los pacientes e incluso más,  de acuerdo a diversos reportes 5.

La terapia con Lanreotide es similar a la terapia estándar con análogos de somatostatina (SSA); sin embargo, se diferencia de manera positiva de otros por una serie de razones que benefician significativamente al paciente.  El Lanreotide es capaz de controlar dentro de las primeras 24 horas síntomas como bochornos y diarrea (efecto que se optimiza y mantiene en el largo plazo) y en tratamientos de larga duración o que alcancen control puede utilizarse  en intervalo de dosis extendido de 6 a 8 semanas6, controlando la enfermedad en forma similar a otros SSA administrados cada 28 días, reduciendo de esta forma el número de dosis al año y mejorando significativamente la calidad de vida del paciente.
mayo 10/2013 (Diario Salud).