La tasa de mortalidad materna en los Estados Unidos es de 2 a 3 veces mayor que la de otros países. Si bien se han desarrollado muchas iniciativas nacionales para combatir la mortalidad materna, estos esfuerzos a menudo no incluyen las enfermedades mentales.
Objetivos
Destacar la contribución poco reconocida de las enfermedades mentales a la mortalidad materna, que es casi el doble que la hemorragia posparto.
Revisión de la evidencia
Se desarrolló un esquema temático para incluir los desafíos en la medición de las condiciones mentales perinatales y las tasas de mortalidad; contribuciones de los determinantes sociales de la salud a las condiciones mentales y la mortalidad; caracterización del trastorno psiquiátrico perinatal; mecanismos por los cuales la enfermedad mental materna aumenta la mortalidad, específicamente el suicidio y los trastornos adictivos; limitaciones de acceso y “desiertos” de atención; estrés prenatal y su impacto en los resultados reproductivos; aumentar la experiencia de los médicos a través de la educación interdisciplinaria; sitios y modelos de intervención; y afirmar que la salud mental es fundamental para la salud materna.
Se priorizaron las publicaciones de los últimos 3 años, particularmente las relacionadas con políticas. Las referencias fueron seleccionadas mediante consenso.
Las fuentes fueron PubMed, Ovid, datos directos publicados en sitios web gubernamentales y fuentes de políticas de salud como el Centro de Políticas para la salud mental Materna.
Hallazgos
Se dio prioridad a las fuentes recientes. Las citaciones de 2022-2023 fueron 26; en los últimos 5 años, 14; y referencias históricas, 15. Las recomendaciones para abordar cada área temática sirven como declaraciones finales para cada sección.
Para mitigar las contribuciones de las enfermedades mentales al riesgo de mortalidad materna, se requiere un esfuerzo coordinado entre organizaciones profesionales y gubernamentales.
Conclusiones y relevancia
Se necesitan cambios programáticos y de políticas concretos para reducir el estrés perinatal y abordar el trauma, estandarizar la recopilación de datos sobre los determinantes sociales de la salud entre los pacientes perinatales, aumentar el acceso a los planes de estudio de psiquiatría reproductiva entre los prescriptores, reducir los desiertos obstétricos y de salud mental perinatal, instituir programas remunerados licencia parental y apoyar la perfecta integración de la atención de salud perinatal y conductual.
Además, en lugar de centrarse en una porción relativamente menor de los contribuyentes a la salud a los que se dirige la práctica médica actual, fortalecer la base social fortalece las perspectivas de salud de las familias para nuestras generaciones actuales y futuras.
Fuente: psiquiatría.com
Acceso al artículo completo: http://psiqu.com/2-73316
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