Los datos anteriores han sido limitados en la estimación de la contribución del estrés de la vida al desarrollo del envejecimiento inmunitario acelerado y en la investigación de mediadores como el estilo de vida y la infección por citomegalovirus (CMV).
Este estudio utiliza una muestra nacional de 5744 adultos estadounidenses mayores de 50 años para evaluar la relación del estrés social (es decir, discriminación cotidiana, eventos estresantes de la vida, discriminación a lo largo de la vida, trauma vital y estrés crónico) con estimaciones de citometría de flujo del envejecimiento inmunitario, que incluyen porcentajes de células T vírgenes y diferenciadas terminalmente y la proporción de células CD4+:CD8+.
Experimentar un trauma vital y estrés crónico se relacionó con un porcentaje más bajo de células vírgenes CD4+. La discriminación y el estrés crónico se asociaron cada uno con un mayor porcentaje de células CD4+ diferenciadas terminalmente. Los eventos estresantes de la vida, la alta discriminación de por vida y el trauma de la vida se relacionaron con un porcentaje más bajo de células vírgenes CD8+.
Los eventos estresantes de la vida, la alta discriminación a lo largo de la vida y el estrés crónico se asociaron con un mayor porcentaje de células CD8+ diferenciadas terminalmente. La alta discriminación a lo largo de la vida y el estrés crónico se relacionaron con una proporción más baja de CD4+:CD8+. Los factores del estilo de vida y la seropositividad al CMV redujeron parcialmente estos efectos.
Los resultados identifican el estrés psicosocial como un factor que contribuye a acelerar el envejecimiento inmunitario al disminuir las células T vírgenes y aumentar las células T diferenciadas terminalmente.
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