La Habana: ciudad de todos
Pareciera que fuera un aniversario más – aunque cada onomástico siempre ha sido especial –: las mazas del Cabildo con su salida del otrora Palacio de los Capitanes Generales custodiadas por niños; la llegada al Templete, sitio fundacional; una multitud reunida…
Pero este 2019 es un año especial, y por eso el acto de la Oficina del Historiador de la Ciudad adquiere una especial relevancia. San Cristóbal de La Habana, la capital de todos los cubanos, ha llegado a su 500 aniversario. Cinco siglos de historia, de tradiciones, de encanto, de magia.
Una ciudad llena de historia, cantada por poetas, admirada por foráneos; una urbe ecléctica no solo por su arquitectura sino por las raíces que la conforman, fue exaltada y amada durante este momento, el cual contó con la presencia de Luis Antonio Torres Iríbar, Primer Secretario del Partido en La Habana, así como directivos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) y otras autoridades del gobierno e instituciones de la capital.
Las palabras centrales del acto fueron pronunciadas por el historiador Félix Julio Alfonso, Vicedecano del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, quien comenzó expresando: “¡Qué bella es mi ciudad!”; una de las frases que siempre ha pronunciado “la criatura más perseverante y batalladora para que no se pierda la esperanza y la fe de los habaneros, el creador de esa utopía maravillosa que es la ciudad restaurada, conservada, limpia y hermosa”, el Historiador de la Ciudad de La Habana, Doctor Eusebio Leal Spengler.
“Aquí estamos contigo, Eusebio, junto a la obra inmarcesible que durante más de medio siglo tú has realizado para ennoblecer la ciudad y, con ella, a Cuba”, sentenció Alfonso, quien también recordó los momentos fundacionales de La Habana, aquel 1519, al pie de una ceiba y donde luego se levantó un templo para recordar a sus habitantes ese instante. Asimismo evocó que en el fuste de la columna se grabaron estas hermosas palabras: “Detén tu paso caminante, un árbol adorna este sitio, una frondosa ceiba, signo memorable de la prudencia y de la naciente religiosidad de la joven ciudad. Pues bajo su sombra se celebró solemnemente al Creador de nuestra salvación y se reunió por primera vez el Cabildo. Sin embargo el árbol protegido por una sempiterna tradición cedió ante el tiempo. Así pues. Ciudad, que no perezca en el porvenir la buena fe habanera”.
Félix Julio Alfonso rememoró cómo en La Habana nació el más universal de los cubanos, José Martí, así como otras figuras de gran valía –Félix Varela, José de la Luz y caballero, Manuel Sanguily y tantos otros próceres de la independencia–. La ciudad también ha recibido diversas culturas a lo largo de los siglos: la africana, la española, la china, franceses de Haití, italianos, alemanes, polacos, rusos, judíos; en fin, somos resultado de una mezcla de culturas.
“La ciudad que encontró la Revolución triunfante era una de las grandes metrópolis del Caribe, y su notable acervo patrimonial, que había estado amenazado de muerte en tiempos de dictadura, logró ser preservado gracias a la gestión de manera sobresaliente de la Oficina del Historiador de La Habana”, afirmó Alfonso.
Recordó que hace exactamente un año, en este mismo lugar, el Historiador de la Ciudad “nos convocaba a consumar todos los esfuerzos posibles, y hasta los imposibles, para restañar las heridas causadas por el devenir inexorable de cinco siglos. Y así ha sido, la capital se ha levantado como una gigantesca multitud de compromiso y entrega sin límites”.
Es por eso que aseveró que hombres, mujeres y hasta los niños han trabajado sin descanso, y no ha quedado un solo lugar de La Habana que no haya sido embellecido o renovado.
Para Alfonso, “La Habana crece, vive, canta, baila y sueña. Ni amenazas ni bloqueos han podido quebrantar la voluntad ni la alegría del pueblo que recibió con júbilo la Revolución victoriosa, que se fue a los campos a alfabetizar y a cuidar la salud de los que nada tenían. La ciudad donde se proclamó el carácter socialista de la Revolución cubana y donde innumerables veces el pueblo acudió a la Plaza para dar su apoyo a la Revolución y a Fidel”.
“Quiero terminar estas palabras recordando el mandato que nos ha pedido Eusebio, el Partido y el Gobierno de la capital y del país: que el 500 aniversario no sea una meta cumplida, sino un punto de partida para alcanzar nuevas realizaciones, y un desafío permanente para la imaginación y la utopía por una ciudad mejor. La joven dama que mañana cumplirá 500 años y todos sus habitantes, así Io merecen”, concluyó.
Luego de culminar el acto comenzó lo que muchos esperan cada noviembre, y lo que se ha convertido en una singular tradición: las tres vueltas a la ceiba para pedir los deseos. También el público se deleitó con un gran espectáculo de fuegos artificiales en saludo a la fecha.
Pidamos por La Habana para que se mantenga bella y cautivante no solo cinco siglos más, sino por mucho más tiempo. Porque fue la de nuestro antepasados y será la de las futuras generaciones. Porque esa es La Habana, la que todos amamos y la que sigue siendo la “ciudad de todos”.
Fuente: Habana Radio 15 de noviembre de 2019
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