El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente en la población general y uno de los motivos más habituales de solicitud de atención médica . Se define como la incapacidad para iniciar y/o mantener el sueño, así como la presencia de despertar precoz o sueño no reparador. Los episodios pueden aparecer y desaparecer, durar entre 2 y 3 semanas (a corto plazo) o ser duraderos (crónicos).
Signos y síntomas
El consenso de las directrices de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM) establece que, como mínimo, los pacientes con insomnio deben completar las siguientes evaluaciones:
– Un cuestionario médico y psiquiátrico general para detectar trastornos comórbidos.
– Una evaluación de la somnolencia, como la Escala de somnolencia de Epworth
– Un registro de sueño de 2 semanas para definir los patrones de sueño-vigilia y su variabilidad.
Se recomienda la realización de la historia clínica completa (incluido el examen físico) y el examen psicológico con énfasis en la detección de trastornos psiquiátricos, centrándose particularmente en la ansiedad y la depresión.
Tanto el diagnóstico como el tratamiento de las molestias del sueño son todo un reto; el insomnio suele pasar desapercibido o no tratarse, lo cual contribuye al empeoramiento de las condiciones médicas y psiquiátricas de los que lo padecen
Ver texto completo en inglés en Medscape.
Fuente: Jasvinder Chawla, Youngsook Park; et al. Insomnia (sep 11, 2018). Medscape.com
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