Un nuevo informe, escrito en parte por investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona orientación sobre cómo implementar la detección universal del riesgo de suicidio de jóvenes en entornos médicos.
El informe describe una forma en que los hospitales pueden abordar el aumento de la tasa de suicidios de una manera flexible y consciente de los recursos limitados.
Solo en 2016, más de 6,000 jóvenes en los Estados Unidos menores de 25 años murieron por suicidio, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los estudios han encontrado que la mayoría de los jóvenes que murieron por suicidio visitaron a un proveedor de atención médica o un establecimiento médico en el mes anterior a suicidarse. Las interacciones de estos jóvenes con el sistema de atención médica hacen que los entornos médicos sean un lugar ideal para posicionar los esfuerzos de intervención suicida.
«El suicidio es una preocupación importante para la salud pública y la detección temprana es una estrategia de prevención crítica», dijo el Director del NIMH, Joshua A. Gordon, M.D., Ph.D. «Parte del portafolio de investigación de prevención del suicidio de NIMH se enfoca principalmente en probar e implementar estrategias efectivas para identificar personas en riesgo de suicidio. Los resultados de estos esfuerzos de investigación están listos para hacer una diferencia real y ayudar a salvar vidas».
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Fuente: IntraMed – 21 diciembre 18
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