Agosto 2010
El catedrático de Fisiología y patrono de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), José Viña, ha asegurado que los hábitos diarios pueden alterar los ‘genes de la longevidad’, llamados así porque tienen la capacidad de retrasar el envejecimiento.
Durante su ponencia en los cursos de verano de la UCV, Viña ha precisado que los hábitos «influyen en el envejecimiento saludable en una proporción cercana al 70%». El experto ha destacado también que está científicamente demostrado que realizar ejercicio físico de forma moderada activa este tipo de genes, mientras que tomar vitaminas antioxidantes cuando se hace deporte puede contribuir a lo contrario.
Viña ha confirmado, además, que los estrógenos femeninos son unos poderosos activadores de estos genes, de ahí que las mujeres vivan más tiempo que los hombres. No obstante, todavía no hay unanimidad por parte de los científicos sobre la administración de esta hormona después de la menopausia, ya que puede conllevar efectos secundarios asociados al cáncer, según ha explicado.
Sin embargo, ha remarcado que esos efectos adversos no existen en el caso de los fitoestrógenos, compuestos químicos de origen vegetal que se comportan de forma similar a los estrógenos femeninos, por lo que pueden ser considerados como «potentes activadores» de los genes de longevidad. Estos estrógenos vegetales se encuentran en alimentos como la soja, la uva, los vegetales y el chocolate.
Viña también ha insistido en que el primer paso para lograr un envejecimiento saludable debe ser la prevención, que, en su opinión, debería comenzar alrededor de los 30 años, evitando el tabaco y las drogas, ingiriendo menos carne y más verduras, reduciendo la ingesta de sal y practicando ejercicio físico moderado. «Aunque parecen simples gestos de sentido común -ha apuntado Viña- su eficacia ha quedado demostrada científicamente en los últimos años».
Además, ha reclamado también la necesidad de que la carrera de Medicina incluya la asignatura de Geriatría. Según Viña, muchos facultativos no están preparados para tratar los problemas específicos de las personas mayores de 65 años, que representan más de la mitad de los hospitalizados en España.
Fuente: JANO.es
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