La reciente escasez de medicamentos críticos, incluida la de determinados antibióticos durante el invierno del año 2022, demuestra que es necesaria una acción coordinada continua para hacer frente a las dificultades de abastecimiento y hacer que las cadenas europeas de suministro de los medicamentos sean más resilientes a largo plazo.
La Unión Europea sufre escasez de medicamentos. Antibióticos como la amoxicilina, o los medicamentos para aliviar el resfriado, la gripe y otras infecciones respiratorias son algunos de los más afectados. Aunque también las medicinas infantiles.
La pandemia de la COVID-19 y la guerra en Ucrania han puesto de manifiesto las dependencias de las cadenas de suministro europeas y el riesgo de que la dependencia económica pudiera utilizarse como arma. Garantizar la disponibilidad de los medicamentos en la Unión Europea (UE) es fundamental para construir una Unión Europea de la Salud sólida.
Para prepararse mejor para el invierno de 2023 se han tomado muchas medidas. Por ejemplo, la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (Health Emergency Preparedness and Response, HERA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han identificado antibióticos fundamentales (incluidas las formulaciones pediátricas específicas) para los que anticipan riesgos de penurias críticas antes del invierno. Se han adoptado medidas para garantizar la disponibilidad de esos antibióticos.
La disponibilidad permanente de medicamentos seguros, eficaces y asequibles para los europeos es una prioridad absoluta, constituye el sólido cimiento de la Unión Europea de la Salud creada a resultas de una de las enseñanzas clave extraídas de la pandemia de la COVID-19.
Fuente: Euronews
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