Las infecciones de la piel y de los tejidos blandos son el resultado de la invasión microbiana de la piel y de sus estructuras de soporte. El manejo está determinado por la severidad y localización de la infección y por las comorbilidades del paciente. Las infecciones pueden clasificarse como simples (sin complicaciones) o complicadas (o no necrotizantes necrotizantes), o como supurativas o no supurativas. La mayoría de las infecciones adquiridas en la comunidad son causadas por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina y por estreptococo beta-hemolítico.
Las infecciones simples suelen ser monomicrobianas localizadas y presentan hallazgos clínicos. En contraste, las infecciones complicadas pueden ser mono- o polimicrobianas y pueden presentarse con síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica. Las pruebas de laboratorio pueden ser necesarias para confirmar un diagnóstico incierto, evaluar infecciones profundas o sepsis, determinar la necesidad de atención hospitalaria, y evaluar y tratar las comorbilidades.
La elección antimicrobiana empírica inicial es, y en infecciones simples debería cubrir especies de Staphylococcus y Streptococcus. Pacientes con infecciones complicadas, incluyendo fascitis necrotizante y gangrena, requieren cobertura antibiótica empírica, tratamiento hospitalario y consulta quirúrgica para el desbridamiento. Los abscesos superficiales y pequeños responden bien al drenaje y rara vez requieren antibióticos. Los pacientes inmunocomprometidos requieren tratamiento temprano y cobertura antimicrobiana para posibles organismos atípicos.
Este artículo amplia información clínica sobre estas entidades.
Ramakrishnan K, Salinas RC, Agudelo Higuita NI. Skin and Soft Tissue Infections. Am Fam Physician. 2015 Sep 15;92(6):474-83.