Metotrexato vs. Ciclosporina en psoriasis

Dres. Flytstöm, B. Stenberg, A. Svensson y col.
Comentario: Dra. Geraldina Rodriguez Rivello
British Journal of Dermatology. Vol 158 I 1. Pág 116-121. Enero 2008

La psoriasis es una enfermedad crónica, que independientemente de su extensión, puede afectar la calidad de vida de los pacientes.  Está indicado el tratamiento sistémico cuando fueron insuficientes los tratamientos tópicos y ultravioletas y la calidad de vida del paciente está alterada.  El objetivo es controlar satisfactoriamente la enfermedad.  Los tratamientos sistémicos como metotrexato, ciclosporina y acitretin son utilizados como prácticas rutinarias a lo largo del mundo.  En los años recientes, se introdujeron nuevas terapias biológicas, como etanercept, efalizumab, alefacept e infliximab.  En la era de éstas nuevas terapias, el metotrexato y la ciclosporina siguen siendo de primera elección al momento de elegir una terapia sistémica.

El metotrexato se utiliza desde el año 1950.  Es un antagonista del ácido fólico con efectos inmunosupresores y citostáticos.  Bajas dosis de metotrexato tienen efecto anti-inflamatorio.  Es necesario un monitoreo cuidadoso ya que puede producir mielosupresión y fibrosis/cirrosis hepática.  El primer estudio controlado con ciclosporina fue publicado en 1986.  La ciclosporina tiene características inmunosupresoras fuertes, inhibiendo la producción y liberación de linfoquinas y de la función de las células presentadoras de antígeno.  El principal efecto adverso es la nefrotoxicidad, hipertensión arterial y riesgo potencial de desarrollar cáncer de piel no-melanoma.

El objetivo de éste estudio fue comparar metotrexato y ciclosporina con respecto a su efectividad, calidad de vida y efectos adversos.
El estudio se llevó a cabo desde febrero del 2002 hasta febrero del 2005.  Luego de la aleatorización, se realizaron los siguientes laboratorios.  A los pacientes aleatorizados para metotrexato se le realizaban los siguientes laboratorios: hemograma completo, albúmina, creatinina, aspartato aminotranferasa y alanino aminotranferasa, fosfatasa alcalina, bilirrubina, orina y péptido procolágeno III.  El hemograma, y las transaminasas se medían a las semanas 2, 4 y 8; a la semana 12 se repetía el análisis de inicio.

A los pacientes aleatorizados para ciclosporina se les realizó el siguiente laboratorio: hemograma completo, estudio de electrolitos, creatinina sérica, urea, transaminasas, fosfatasa alcalina, bilirrubina, colesterol, triglicéridos, magnesio y análisis de orina.  Se realizaba medición de la tensión arterial 3 veces antes de iniciar el tratamiento.  Durante el estudio, se medía la creatinina sérica, y la tensión arterial cada 15 días.  A las 4 semanas de tratamiento, se analizaba la concentración de ciclosporina.  A la semana 12, se repetían los exámenes iniciales.  Se permitía el tratamiento tópico durante el estudio.

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