El día de su cumpleaños 66 José Miguel Hernández Hernández estaba en el quirófano. Era la quinta vez que a aquella muchacha de 26 años le abrían el abdomen y su vida dependía de las decisiones que se tomaran allí. Ni a él ni al resto del equipo les tembló el pulso para hacerlo bien. No volvería a ser madre, pero saldría del hospital viva y con su bebé en los brazos.
. En: De la Sociedad Científica.
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