hígado

El hallazgo refuerza la idea de que las señales generadas en un órgano están relacionadas con la circulación y la influencia de otros tejidos, tales como las células de grasa y el hígado.

Aunque está claro que el ejercicio puede mejorar la salud y la longevidad, los cambios que se producen en el cuerpo para facilitar estos beneficios están menos claros. Un equipo de investigadores norteamericanos ha descubierto una molécula que se genera durante el ejercicio y contribuye a los efectos beneficiosos del ejercicio sobre el metabolismo, tal y como describen en la edición de enero de la revista «Cell Metabolism».

«Nuestro hallazgo refuerza la idea subyacente de que las señales generadas en un órgano están relacionadas con la circulación y la influencia de otros tejidos tales como las células de grasa y el hígado», apunta el autor principa del trabajo, el doctor Robert Gerszten, de la División de Cardiología y Cardiovascular del Centro de Investigación en el Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos.

Estudios iniciales del laboratorio de Spiegelman, que colaboró en este estudio, han demostrado que una proteína denominada PGC-1alfa regula genes metabólicos en el músculo y contribuye a la respuesta del músculo al hacer ejercicio. En experimentos realizados en células y ratones, Gerszten y sus colegas forzaron la expresión de PGC-1alfa en las células musculares y luego buscaron metabolitos que se secretan de las células.

Así, identificaron el ácido beta aminoisobutírico (BAIBA) como uno de esos metabolitos y encontraron que aumenta la expresión de los genes que están involucrados en la quema de calorías en las células de grasa. Asimismo, ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre en ratones.

Los análisis realizados en estudios sobre el ejercicio en humanos y participantes en el Estudio del Corazón de Framingham revelaron que los niveles de BAIBA aumentan durante el ejercicio y se asocian inversamente con factores de riesgo metabólicos. En concreto, los niveles de BAIBA se correlacionaron inversamente con los niveles de azúcar en sangre en ayunas, insulina, triglicéridos y colesterol total y hubo una tendencia hacia una asociación inversa con el índice de masa corporal (IMC).

Los hallazgos sugieren que BAIBA puede contribuir a la protección frente a las enfermedades metabólicas inducida por el ejercicio. «La manipulación de BAIBA o las enzimas que generan BAIBA puede tener un potencial terapéutico -asevera Gerszten-. La quema de grasa podría influir en múltiples aspectos de la salud metabólica relacionados con la diabetes, enfermedades cardiacas y otras condiciones».
enero 9/2014 (JANO.es)

ß-Aminoisobutyric Acid Induces Browning of White Fat and Hepatic ß-Oxidation and Is Inversely Correlated with Cardiometabolic Risk Factors. Cell Metabolism 2014, V 19(1), págs. 96-108, 7.

En: Noticias #

Un estudio elaborado por el grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre de Madrid ha concluido que células madre de la placenta pueden transformarse en células del hígado y permitir así la regeneración de este órgano si está lesionado.

El trabajo, publicado en la revista «Cytotherapy» (doi:10.3109/14653249.2012.706706), de la Sociedad Internacional de Terapia Celular, resuelve que las células madre mesenquimales -que dan lugar a diferentes tipos de tejido- de placenta pueden llegar a transformarse en hepatocitos -células del hígado- en determinadas condiciones. Ampliar…

En: Noticias #

Detectar de forma temprana cambios en la función hepática puede identificar la sepsis horas después de haber comenzado, lo que puede ayudar en el tratamiento de enfermos críticos, según un estudio publicado en PLoS Medicine (doi:10.1371/journal.pmed).
Científicos del Hospital Universitario Jena (Alemania), en colaboración con investigadores austriacos e ingleses, han demostrado que, en modelos de animales, la disfunción hepática es un signo temprano de sepsis, y que un proceso conocido como señalización PI3K juega un papel importante en el desarrollo de esta disfunción. Además, la investigación también demostró que todos los aspectos de detoxificación por el hígado se ven afectados durante la sepsis. Asimismo, ciertos medicamentos administrados a pacientes con sepsis severa podrían dañar el hígado. El trabajo, donde también participaron 48 pacientes con sepsis grave, sugiere que realizar pruebas sobre la función hepática podría ayudar en el diagnóstico temprano de la sepsis así como ofrecer información sobre otros posibles resultados clínicos.
noviembre 14/2012 (Diario Médico)
Recknagel P, Gonnert FA, Westermann M, Lambeck S, Lupp A, et al. Liver Dysfunction and Phosphatidylinositol-3-Kinase Signalling in Early Sepsis: Experimental Studies in Rodent Models of Peritonitis. PLoS Med 9(11): e1001338. Nov 13, 2012.

Un equipo de científicos de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, desarrolló un test en sangre a través del cual se puede saber si el hígado ha sufrido daños no aparentes debido al consumo de alcohol, publicará en la próxima edición la British Journal of General Practice.
La prueba, que se sirve de un código de semáforo para revelar el nivel del daño, podrá ofrecerse a aquellas personas que beben alcohol de forma regular y en cantidades que no se consideran seguras. De hecho, los expertos que la desarrollaron señalan que será una herramienta valiosa para quienes no suelen reconocer que beben en exceso, lo que hace que el daño hepático se conozca en fase avanzada.
El hígado tiene una notable capacidad autorreparadora, pero cuando se le somete a un castigo continuo el daño se vuelve irreparable, y el abandono de la bebida puede no ser suficiente para revertir la situación.
En este nuevo test, el color verde significa que es poco probable que haya daño hepático; el amarillo, que el daño es del 50 %, y el rojo, que es muy probable que el hígado esté dañado y que la enfermedad sea potencialmente irreversible.
El análisis combina una prueba hepática que los médicos ya utilizan de forma rutinaria con otros dos exámenes que miden el nivel de cicatrización en el órgano, un trastorno llamado fibrosis hepática.
En un ensayo por el que pasaron más de 1000 pacientes, entre los que dieron código rojo (50 %) y que fueron sometidos a un seguimiento, cerca de 25 % murió dentro de los siguientes cinco años. Ninguno de los que mostraron un código verde murió o desarrolló complicaciones en ese periodo.
Se le recomienda a los hombres no beber más de tres o cuatro unidades diarias de alcohol (dos copas regulares de vino y dos botellas de cerveza) y a las mujeres dos o tres unidades (un vaso regular de vino y una botella de cerveza).
septiembre 4/2012 (Jano.es)

En: Noticias #

Investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Estados Unidos) han conseguido producir células del hígado a partir de células madre pluripotentes inducidas humanas. Los resultados del trabajo se publican en Science Translation Medicine. Los descubrimientos abren la vía al desarrollo de nuevas terapias con células madre para muchos pacientes de enfermedades hepáticas que se han quedado sin opciones debido a la falta de donaciones de tejido hepático para trasplante. Al producir un amplio suministro de células hepáticas que puedan trasplantarse a los pacientes sin riesgos de rechazo inmunitario, la terapia celular podría salvar vidas, afirman. El problema con la terapia de células madre es que las células madre adultas son difíciles de aislar o producir en cultivo. Pero las células madre pluripotentes inducidas (células iPS) pueden ser generadas a partir de pequeñas cantidades de los tejidos de los pacientes y pueden producirse de forma indefinida en cultivo. Por ello, las células hepáticas derivadas de las células iPS específicas de los pacientes, pueden generarse no solo en grandes cantidades sino también para cada paciente, evitando los problemas de rechazo inmunitario asociados con hígado de donantes no compatibles o células madre embrionarias. Los científicos generaron células iPS humanas de una variedad de células humanas adultas, incluyendo fibroblastos, células de médula ósea y células de la piel, y mostraron que las estructuras internas de las células o los escenarios moleculares son similares entre sí y las células madre. Después, los investigadores convirtieron a las células iPS humanas en células hepáticas maduras, utilizando un conjunto de procedimientos que imitan las diferentes fases del desarrollo del hígado. Con independencia del origen de los tejidos, todas las células iPS humanas muestran la misma capacidad para diferenciarse en células del hígado.Los investigadores las trasladaron a un modelo de ratón de la enfermedad hepática y evaluaron las células hepáticas derivadas de las células iPS humanas para su capacidad para regenerar tejido hepático.Descubrieron que las células del hígado derivadas de las células iPS humanas crecían en tejido hepático de ratón con una eficacia entre el 8 y el 15%. Las nuevas células hepáticas también eran completamente funcionales, las proteínas segregadas por las células hepáticas normales eran detectadas en la sangre de los ratones a los que se trasplantó células hepáticas derivadas de las células iPS humanas. Aunque los resultados indican que tejidos de fácil disponibilidad como los de la piel o la sangre podrían ayudar a sanar el hígado dañado, se necesitan más estudios antes de que se puedan utilizar las células hepáticas derivadas de las células iPS humanas, advierten.
Mayo 12/2011 (JANO)

En: Noticias #

Un equipo de expertos anunció que creó en laboratorio un mini-hígado humano a partir de células madres. El resultado de este estudio abre nueva posibilidades a la creación de esos órganos para trasplantes.
Aunque este es un paso de avance importante, es necesario comprobar si el hígado es funcional fuera del laboratorio, aclararon investigadores del Instituto de Medicina Regenerativa del Centro Médico Bautista, de la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Las conclusiones del trabajo fueron presentadas en la Conferencia de la Asociación Estadounidense para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas que se efectúa en Boston.
En el trabajo, los expertos formaron tejido hepático con el empleo de material de hígado de animales a modo de esqueleto. Tal estructura fue armada de una pequeña red de vasos sanguíneos.
Después de una semana en un biorreactor, donde las células eran alimentadas con una mezcla de nutrientes y oxígeno, los expertos observaron un crecimiento celular en el interior de la estructura y señales de un normal funcionamiento en el diminuto órgano.
Los resultados de este estudio resultan alentadores, pero aún se encuentra en una etapa preliminar y será necesario superar muchos obstáculos antes de que los pacientes puedan obtener algún beneficio. «No solo debemos aprender a producir miles de millones de células hepáticas a la vez para poder crear hígados suficientemente grandes para los pacientes, también debemos comprobar si estos órganos son seguros», indicó Shay Soker, director de la investigación.
Londres, noviembre 3/2010 (PL)

En: Noticias #