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El pasado 23 de julio el jurado del Premio Anual de Salud en la Instancia Central, galardonó a los autores del trabajo Experiencias en la realización de autopsias a puérperas fallecidas por la COVID-19 publicado en la Revista Cubana de Medicina Militar. Ampliar…

La afectación placentaria, causada por la infección del SARS-CoV-2, produce un comportamiento anómalo del flujo sanguíneo entre la madre y el bebé en desarrollo, debido a la necrosis del trofoblasto. Investigadores españoles han observado que, a pesar de que resulta muy infrecuente, puede ser mortal para el feto. Ampliar…

El virus del Zika, además de su posible vinculación con la microcefalia, podría provocar muerte fetal, hidropesía e hidranencefalia cuando se contagia una mujer embarazada, según un nuevo estudio publicado recientemente en la revista especializada “PLOS Neglected Tropical Diseases”. Esta hipótesis se basa en el caso de una mujer brasileña con el virus que en enero tuvo un parto de feto muerto, el primero que indica, según los investigadores, una posible asociación del zika congénito y el daño de tejidos fuera del sistema nervioso central. Ampliar…

El aumento de la probabilidad de fallecimiento es de 7,1 veces si la madre presenta hipertensión arterial preexistente y el parto es prematuro.

Las mujeres que sufren complicaciones durante el embarazo presentan un mayor riesgo de morir por enfermedad cardiaca que las que tienen embarazos sin complicaciones, según un estudio que se publica en «Circulation», la revista de la Asociación Americana del Corazón. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en mujeres estadounidenses, con 399 503 mujeres fallecidas en 2013, según la Asociación Americana del Corazón. Las ECV son también la causa principal de muerte entre hombres estadounidenses.

Los investigadores analizaron el «Public Health Institute»s Child Health and Development Studies» (CHDS), en el que participaron 15 528 mujeres embarazadas del área metropolitana de Oakland, California, en Estados Unidos, desde 1959 hasta 1967. A partir de 2011, 368 mujeres (con una media de 66 años de edad) habían muerto de ECV.

Los científicos confirmaron varias complicaciones en el embarazo asociadas con las enfermedades cardiovasculares detectadas en otros estudios (preeclampsia, parto prematuro y bebés pequeños para la edad gestacional del parto), pero también detectaron que la preeclampsia en el embarazo temprano predice la muerte prematura por ECV antes de los 60 años.

Asimismo, estos expertos detectaron que el riesgo de muerte por ECV se incrementó significativamente por la combinación de eventos durante el embarazo: 7,1 veces cuando la madre tenía hipertensión arterial preexistente (diagnosticada hasta 20 semanas de embarazo) y un parto prematuro.

El riesgo de fallecimiento por enfermedad cardiovascular fue también 5,6 veces más elevado cuando la mujer embarazada padecía hipertensión preexistente y preeclampsia (caracterizada por presión arterial alta y alto nivel de proteínas en la orina); 4,8 veces superior cuando había hipertensión preexistente y tamaño del bebé pequeño para la edad gestacional, y 5 veces más riesgo cuando la mujer presentaba hipertensión gestacional y parto prematuro.

Los investigadores también identificaron dos nuevas complicaciones en el embarazo que predisponen a las mujeres a la muerte por ECV: 4,2 veces con glucosuria en la orina, o altos niveles de azúcar en la orina, y 1,7 veces en el caso de descenso de la hemoglobina, una medida de la capacidad de las células rojas de la sangre para transportar oxígeno por todo el cuerpo.

El embarazo, una prueba de esfuerzo

La glucosuria y la disminución de la hemoglobina son dos nuevas complicaciones en el embarazo identificadas por los investigadores, que también ponen a las mujeres en riesgo de enfermedad cardiovascular. «El embarazo es realmente una prueba de esfuerzo para el sistema cardiovascular», afirma la doctora Barbara A. Cohn, autora principal del estudio y directora del CHDS en Berkeley, California.

«Estos factores de riesgo, que están en el registro de salud del paciente, deben llevar a los médicos a hablar con estas mujeres acerca de las maneras de reducir su riesgo de ataque cardiaco y otras enfermedades cardiovasculares», subraya esta investigadora.

Los autores también revelan un resultado inesperado: la hipertensión arterial que se desarrolló después de las 20 semanas de embarazo se asoció con ECV solo en las mujeres afroamericanas. Las afroamericanas, que constituían el 22 % de la población de estudio, tenían 1,7 veces más probabilidades de morir de patologías cardiovasculares, mientras que las mujeres blancas, asiáticas e hispanas presentaban mayor riesgo de hipertensión gestacional.
septiembre 25/2015 (JANO.es)

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Las mujeres embarazadas fumadoras pueden alterar el ADN de sus hijos, según una investigación del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de Carolina del Norte publicada por la revista científica Environ Health Perspect.(DOI:10.1289/ehp.1307892).

De acuerdo con la fuente, los bebés nacidos de madres fumadoras tienden a ser más pequeños, con alteración de la función pulmonar y una mayor incidencia de defectos de nacimiento.

Los especialistas señalan que incluso cuando arriban a adultos, estos individuos presentan problemas de salud y de comportamiento.

Además, son más propensos a sufrir asma, adicción a la nicotina y el abuso de sustancias.
julio 30/2014 (PL)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Christina A. Markunas, Zongli Xu, Sophia Harlid, Paul A. Wade, Rolv T. Lie, Jack A. Taylor, Allen J. Wilcox. Identification of DNA Methylation Changes in Newborns Related to Maternal Smoking during Pregnancy. Environ Health Perspect.Oct 26–29, 2014

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