embarazo

El embarazo es la principal causa de muerte para las adolescentes de todo el mundo, cobrándose la vida de miles de ellas cada año o dejándolas gravemente enfermas, según denunció la organización defensora de los derechos de la infancia Save the Children.
El grupo con sede en Londres indicó en el informe «El derecho de toda mujer: cómo la planificación familiar salva vidas de niños», que los países con tasas más altas de mortalidad infantil tienen también índices de fertilidad elevados.
Save the Children concluyó además que los embarazos y partos causan anualmente el fallecimiento o serias lesiones a un millón de adolescentes, la mayor parte de ellas jóvenes de escasos recursos, con un difícil acceso a la educación y residentes en países en desarrollo.
Según el organismo británico, la raíz del problema está en la falta de acceso a métodos anticonceptivos y la poca planificación familiar que reina en muchos países, generalmente los más poblados del planeta.
En ese sentido, destacó que niñas y adolescentes de entre 15 y 18 años de edad se casan y quedan embarazadas poco después del matrimonio, cuando sus cuerpos aún no están preparados para gestar una vida.
En la investigación, la ONG británica sostuvo también que el hecho de que se produzca otro embarazo demasiado pronto después de un parto, es peligroso tanto para la madre como para el bebé.
Por ello, consideró que es cuestión de facilitar a las mujeres la elección sobre cuándo se quieren quedar embarazadas y cuánto tiempo quieren dejar pasar entre un embarazo y otro.
Save the Children afirmó que permitir el acceso de las mujeres a la planificación familiar de manera que puedan retrasar la concepción por lo menos tres años después de haber dado a luz «reduce el riesgo de complicaciones para la madre y el niño, y puede salvar hasta 1,8 millones de vidas cada año».
«Pero la realidad indica que cerca de 222 millones de mujeres de todo el mundo que no desean quedarse embarazadas, no tienen acceso a la contracepción», continuó.
Se calcula que este año habrá cerca de 80 millones de embarazos sin atender o mal planificados en los países en desarrollo.
En su informe, Save the Childen indicó que globalmente, una de cada cinco niñas habrá sido madre antes de los 18 años, y destacó que las complicaciones de un embarazo son la primera causa de muerte entre niñas y adolescentes de entre 15 y 19 años en el mundo.
Además, subrayó que cada año, 50 000 adolescentes y jóvenes mueren durante el embarazo o el parto, en muchos casos porque sus cuerpos no están listos para gestar bebés.
De acuerdo a la organización humanitaria, el riesgo de una mujer de morir por causas relacionadas con la maternidad es de 1 entre 3800 en los países desarrollados pero de 1 entre 150 en los países en desarrollo.
Y señaló que el riesgo de muerte para los recién nacidos aumenta un 60% si la madre tiene menos de 18 años, comparado con los bebés que nacen de mujeres mayores de 19 años.
La investigación concluyó que al menos 10 millones es el número estimado de chicas menores de 18 años que se casan cada año, el equivalente a 25 000 cada día.
Gobernantes mundiales tienen previsto reunirse el mes próximo en Londres para asistir a una conferencia sobre planificación familiar en la que el gobierno británico y la Fundación Bill y Melinda Gates serán los anfitriones.
En ese sentido, Save the Children llamó a las autoridades a respaldar la planificación familiar «como parte clave de la solución junto con otras inversiones en salud, nutrición y educación para niñas».
También pidió satisfacer la necesidad global de contracepción «para prevenir el 30% de muertes maternas y el 20% de muertes de recién nacidos en los países en desarrollo, además de salvar potencialmente 649 000 vidas al año».
junio 27/2012 (ANSA)

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Las mujeres embarazadas que viven o trabajan con fumadores correrían un mayor riesgo de parir un bebé muerto, tener un hijo con bajo peso al nacer o con una circunferencia cefálica más pequeña que la normal, reveló un estudio canadiense. Se considera que el tabaquismo pasivo expone a las personas a alrededor del 1% del humo que inhalan los fumadores activos y el estudio suma evidencia de que aún este humo de segunda mano puede dañar a los bebés en gestación. «Esta información es importante para las mujeres, sus familias y los proveedores de atención médica», escribió Joan Crane, de Eastern Health en St. John’s, Canadá. «El humo que se desprende del cigarrillo encendido contiene muchos químicos dañinos y en mayor concentración que el humo inhalado a través de un filtro», indicó la experta. Crane y sus colegas indicaron que esos químicos perjudicarían al feto de varias formas: por ejemplo, restringiendo el flujo sanguíneo y posiblemente dañando la placenta. A través de una base de datos de mujeres embarazadas de las provincias canadienses de Newfoundland y Labrador, el equipo observó la tasa de partos de bebés muertos así como también otros resultados durante el nacimiento, como la circunferencia cefálica del feto, que se ha vinculado con un desarrollo intelectual tardío en los niños. De las casi 12 000 mujeres de la base de datos, el 11% dijo que había estado expuesta a humo de segunda mano. La tasa de nacimientos de bebé muerto, en el cual el feto muere durante el tercer trimestre de gestación, fue del 0,83% en las fumadoras pasivas, comparado con el 0,37% en las mujeres que no respiraban humo de tabaco. Esto no prueba que el humo en sí sea el culpable. Aún cuando los investigadores tomaron en cuenta otros factores de riesgo -incluida la edad materna y los hábitos de consumo de alcohol y drogas-, las fumadoras pasivas todavía tenían el triple de posibilidades de parir a un bebé muerto. En otras palabras, si el humo es por lo tanto el culpable, moriría un bebé en el útero materno por cada 117 mujeres expuestas al tabaquismo pasivo. «Esto es enorme», dijo Hamisu Salihu, experto en partos de feto muerto de la University of South Florida en Tampa. «Ahora podemos informar a las pacientes que el humo de segunda mano puede hacer que pierdan a su bebé», añadió. Esa relación no se había establecido de manera concluyente hasta ahora, dijo  Salihu, quien no participó del estudio. Los investigadores canadienses también hallaron que los bebés nacidos de fumadoras pasivas pasaban unos 54 gramos menos que aquellos cuyas  madres vivían y trabajaban en lugares «libres de humo». Asimismo, sus circunferencias cefálicas eran levemente más pequeñas, con un promedio de 0,24 centímetros menos. Salihu dijo que la circunferencia cefálica se ha vinculado con el coeficiente intelectual, aunque esa relación es indirecta. «Los diseñadores de políticas deberían tomar este tema realmente de manera seria. Debemos poner en marcha leyes para proteger a estos bebés», agregó Salihu. A escala global, las causas más comunes de nacimiento de bebé muerto son las omplicaciones durante el parto, las infecciones en el embarazo como sífilis, los problemas de salud maternos como la hipertensión arterial o la diabetes mellitus, el crecimiento fetal retardado -por el cual los bebés no crecen a la tasa adecuada- y los defectos congénitos.
Nueva York, mayo 2/2011 (Reuters)

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La neumonía vírica grave asociada a la gripe A (H1N1) es cinco veces más frecuente en mujeres embarazadas. Esta es una de las conclusiones que se recogen en un estudio prospectivo sobre la gripe A (H1N1) en mujeres en edad fértil en el que han participados médicos del Complejo Hospitalario de Navarra.
El trabajo, titulado «La Gripe grave A (H1N1) 2009 en las mujeres embarazadas en España», ha sido presentado por el facultativo Enrique Maraví, primer autor del mismo, en un acto en el que ha estado acompañado por los médicos del CHN José Ramos e Isabel Jiménez, adscritos a la UCI del antiguo Hospital Virgen del Camino. Ha estado presente también, el director gerente del CHN, Fernando Boneta.
Este artículo ha sido aceptado para su publicación en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, siendo la primera vez que un médico navarro logra publicar un trabajo de esta magnitud en dicha revista.
Se trata de un proyecto de investigación conjunto con facultativos de los hospitales Vall d’Hebrón (Barcelona), Juan XXIII (Tarragona), Hospital Clínico (Valladolid) y de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias.
El estudio consistió en el seguimiento, entre abril del 2009 y febrero del 2010, de los casos de mujeres en edad reproductiva (entre 15 y 44 años) ingresadas en las 148 Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) con neumonía viral asociada a la gripe A (H1N1).
En total, se estudiaron 234 casos de mujeres en este rango de edad, de los que 50 fueron mujeres embarazadas, más del 20%. Los resultados del mismo ponen de manifiesto que la neumonía era cinco veces más frecuente en las mujeres embarazadas que en las que no lo estaban.
El desarrollo de esta enfermedad en las mujeres en edad reproductiva estaba relacionado con el momento del inicio del tratamiento antiviral, correspondiendo la tasa más baja con el comienzo de la terapia dentro de las primeras 48 horas de poseer los síntomas.
Sin embargo, solo una minoría había recibido tratamiento con antivirales en este periodo de tiempo. La tasa de mortalidad de las mujeres afectadas por este tipo de neumonía alcanzó el 14%. La obesidad, la demora en el diagnóstico de la infección viral y el retraso en el ingreso en la UCI y en el comienzo del tratamiento antiviral fueron factores negativos en la gravedad y evolución de la enfermedad.
Por ello, los autores recomiendan la vacunación, especialmente en este grupo de riesgo, cada año, ya que otro factor añadido de la gripe A (H1N1) es su continua mutación anual.
En Navarra, durante el periodo de pandemia, el tratamiento terapéutico de los pacientes afectados por neumonía viral asociada a la gripe A (H1N1) se reforzó con medicamentos antivirales específicos, y con la adquisición de 15 aparatos ‘respiradores’ de última generación, dado el difícil manejo de la insuficiencia respiratoria que provocaba este tipo de neumonía, hasta entonces desconocida.
Pamplona, enero 3/2011 (EUROPA PRESS)

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