Ben Stanger, profesor de Medicina de la División de Gastroenterología de la Escuela de Medicina Perelman en la Universidad de Pensilvania, y Andrew Rhim, que trabaja con una beca de Gastroenterología en el laboratorio de Stanger, han descubierto en un modelo animal que las células del cáncer pancreático comienzan a diseminarse antes de que el tejido tumoral sea detectado clínicamente. Lo que es más, estos investigadores han mostrado que la inflamación potencia la progresión del cáncer en parte facilitando una transformación celular que conduce a la entrada de las células cancerígenas en la circulación. El hallazgo se publica en Cell. Usando un modelo murino de cáncer pancreático desarrollado en la Universidad de Pensilvania en el año 2005, el equipo produjo mutaciones en un oncogén y una proteína supresora de tumores, KRAS y p53 respectivamente, en el páncreas. También indujeron un marcador verde en el páncreas de los embriones de ratón que aún estaban formándose. Al transcurrir alrededor de uno o dos meses, los ratones jóvenes desarrollaron lesiones premalignas, y en torno a los cuatro o cinco meses el cáncer pancreático estaba completamente desarrollado. Durante este tiempo, las células epiteliales del páncreas del ratón perdieron sus características epiteliales y llegaron a ser células más parecidas a las mesenquimales, mezclándose y entrando en el torrente sanguíneo. El equipo planea usar la metodología empleada en este estudio para potenciar la detección de diseminación de células en humanos. Enero 20/2012 (Diario Médico)
Un equipo dirigido por Matthias Hebrok, de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos), estableció una relación entre ciertas moléculas presentes en los primeros signos de inflamación del páncreas y la incipiente formación de cáncer pancreático, lo que abre nuevas vías para detectar, monitorizar y tratar esta mortal enfermedad.
En los datos, publicados en el último número de Cancer Cell, se indica que dos señales moleculares, las proteínas denominadas Stat3 y MMP7, que se producen muy abundantemente cuando existe inflamación pancreática podrían ser las responsables de los procesos de iniciación tumoral, la primera, y de metástasis, la segunda.
Una vez conocidas estas actividades, Hebrok considera que «si se pudieran regular las señales inflamatorias precozmente, ello revertiría en una detección de lesiones en fase inicial».
La inhibición de estas proteínas en modelo experimental es uno de los caminos adoptado por el equipo de investigación. De hecho, el grupo muestra en el estudio que con el bloqueo de la actividad de MMP7 se frena la metástasis y se reduce el número de lesiones tumorales. Además, en colaboración con un equipo de la Universidad de Utah (Estados Unidos) analizaron las muestras de sangre de personas afectadas de cáncer pancreático y observaron que aquéllas con niveles más elevados de MMP7 en plasma tenían más riesgo de progresión tumoral.
Abril 12/ 2011 (Diario Médico)
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El cáncer pancreático evoluciona lentamente y le lleva años e incluso décadas desarrollarse, un hallazgo que ofrece la posibilidad de detectarlo antes y curarlo, informaron investigadores.
Los expertos indicaron que sus resultados confirman que uno de los cánceres más letales causa la muerte no porque se expanda como el fuego sin control, sino porque no provoca síntomas hasta que está realmente avanzado.
«Eso brinda una gran ventana de oportunidad para tratar de detectar la presencia de estos cánceres en los primeros 20 años de su existencia, antes de volverse letal», dijo el doctor Bert Vogelstein, de la Johns Hopkins University en Baltimore, quien ayudó a dirigir el estudio.
«Si uno puede hacer eso, se puede en principio curar (este cáncer) con cirugía», añadió Vogelstein en una entrevista telefónica.
El cáncer de páncreas es uno de los tumores más letales, ya que causa la muerte del 95% de sus víctimas dentro de los cinco años del diagnóstico.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer señala que 42 000 estadounidenses recibieron el diagnóstico de la enfermedad en el 2009 y más de 35 000 murieron como consecuencia de ella.
El equipo de Vogelstein, que trabajó con investigadores británicos en el Instituto Sanger y la Universidad de Cambridge, realizó una especie de investigación genética arqueológica sobre los tumores pancreáticos.
Los expertos recolectaron muestras de tejido durante autopsias inmediatas a la muerte de pacientes con cáncer de páncreas, así como también de tres pacientes cuyos tumores fueron removidos quirúrgicamente en un intento por salvar sus vidas.
En dos artículos publicados en la revista Nature, el equipo describió cómo usaron mutaciones en los tumores como un «reloj molecular» para medir la evolución de los tumores en el tiempo.
El ADN muta a una tasa que puede calcularse y los investigadores ya conocen qué mutaciones fueron causadas por el cáncer pancreático. Los expertos compararon las variaciones del ADN en el tumor primario -el primero que crece en el páncreas- con las de los tumores secundarios en el hígado y otros órganos.
«Pudimos crear una especie de árbol genealógico con cada generación sucesiva, teniendo mutaciones adicionales en los genes que comenzaron el proceso», dijo Vogelstein.
«Fue obvio que tomó al cáncer un largo tiempo, de hecho décadas, desarrollarse hasta su estado maligno completo. Eso significa (…) que estos cánceres, al menos la mayoría de ellos, no se desarrollan rápidamente como otros tumores, incluido el cáncer de colon», agregó.
Los científicos estimaron que lleva un promedio de 11,7 años antes de que se desarrolle la primera célula cancerosa real dentro de una lesión precancerosa. Se requieren otros 6,8 años para que un tumor crezca y la primera célula cancerosa se disemine a otra parte del cuerpo y, luego, unos 2,7 años cuando el paciente muera.
Washington, octubre 30/2010 (Reuters)
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Los jóvenes con exceso de peso tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de páncreas a lo largo de su vida que los que tienen peso normal, según un estudio divulgado el martes. «Se trata de la primera investigación que analiza a qué edades el exceso de peso incrementa la predisposición de una persona a tener cáncer de páncreas», explicó el doctor Donghui Li, profesor de medicina del Centro de Cáncer Anderson de la Universidad de Texas, principal autor de este estudio, divulgado por el Journal of the American Medical Association (JAMA) de la edición de junio. Los científicos determinaron que el riesgo de que los jóvenes de 14 a 19 años con exceso de peso sufran cáncer de páncreas es 60% mayor de los que tienen un peso normal. El sobrepeso multiplica -por dos o tres- el riesgo de padecer la enfermedad en personas con alrededor de los 20 o 30 años y parece reducirse en los que tienen unos 40 años y se vuelve insignificante para los que tienen 50 años o más. El cáncer de páncreas es la cuarta causa de mortalidad por cáncer en Estados Unidos en hombres y mujeres, según la American Cancer Society (ACS). Más de 42 470 estadounidenses serán diagnosticados con cáncer de páncreas en el 2009 y 35 240 morirán por esta causa. La tasa de supervivencia a cinco años es menos del 5%.
JAMA: http://jama.ama-assn.org/
Fuente: Washington, junio 23/2009 (AFP)N 93
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