cáncer de estómago

Un metanálisis publicado por la Biblioteca Cochrane aporta argumentos a favor de la erradicación universal de «H. pylori».
Un tratamiento de corta duración basado en antibióticos e inhibidores de la bomba de protones (IBP) tiene el potencial de reducir el riesgo de cáncer gástrico en los individuos infectados por «Helicobacter pylori». Es la principal conclusión de una revisión que publica la Biblioteca Cochrane, cuyos autores sugieren que tal vez ha llegado la hora de empezar a pensar en introducir cambios en las guías internacionales de manejo de la bacteria.

No obstante, el principal responsable de la revisión, Alex Ford, de la Universidad de Leeds (Reino Unido) y el resto de firmantes puntualizan que es necesario realizar más estudios antes de aconsejar la erradicación de «H. pylori» en la población general para reducir la incidencia de cáncer gástrico.

Seguimiento de dos años
Los investigadores analizaron todos los ensayos clínicos controlados y aleatorios que han comparado la eficacia de al menos una semana de terapia con la administración de placebo o con la ausencia de tratamiento en adultos sanos y asintomáticos con «H. pylori». La revisión solo incluyó estudios con un seguimiento de los participantes de al menos dos años y en los que un mínimo de dos individuos hubiesen desarrollado cáncer gástrico.

Seis ensayos con casi 6500 participantes en conjunto reunían los criterios establecidos. Uno de ellos se llevó a cabo en Colombia y el resto en países asiáticos. La mayoría empleó una combinación de antibióticos con un IBP. Los resultados del análisis muestran que el 1,6 % de los pacientes tratados con la combinación terapéutica durante un periodo de entre una y dos semanas desarrollaron cáncer gástrico, frente al 2,4 % de quienes no recibieron tratamiento o ingirieron un placebo.

No obstante, los investigadores constataron que el número de muertes por cáncer gástrico fue bajo y no se obtuvo una evidencia científica suficiente para demostrar que la erradicación puede mejorar la supervivencia.

«Los hallazgos de esta revisión sistemática y metanálisis se añaden a las crecientes evidencias de que la erradicación de H. pylori en la población general tiene el potencial de prevenir el cáncer gástrico», ha señalado Paul Moayyedi, de la Universidad McMaster, en Canadá. «Este análisis pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo más ensayos en diferentes grupos de población para incrementar la evidencia científica, y deben estar encaminados a esclarecer tanto los beneficios como los perjuicios de este tipo de estrategia», ha añadido Ford.
julio 22/2015 (Diario Médico)

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Optimum duration of regimens for Helicobacter pylori eradication

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Uno de cada siete casos de cáncer de estómago podría evitarse si las personas disminuyeran su consumo diario de sal, según los resultados de un estudio difundido por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer.
La dosis recomendada de sal son 6 gramos, sin embargo, se ingieren 8,6 gramos muy por encima de la cantidad saludable, indica el organismo que realizó una investigación en el Reino Unido.
Los alimentos procesados, precisa la WCRF, tienen 25 % de sal y el otro 25 % lo añaden las personas en la mesa.
El cáncer de estómago es una enfermedad de difícil diagnóstico y generalmente cuando se hace se encuentra en un estado avanzado.
Cada año se producen 980 mil casos de cáncer de estómago a nivel mundial y fallecen 800 mil personas por esa causa, cifras que la convierten en la segunda causa de muerte por esa enfermedad después del tumor pulmonar.
Para que las personas conozcan la dosis de sal saludable a ingerir WCRF propone una guía en el etiquetado de los paquetes como luces de semáforo.
El color rojo denotaría un alto contenido, el ámbar mediano y el verde bajo. Otras organizaciones como Cáncer Research también solicitan una guía en el etiquetado.
«La mejora de los etiquetados, como los que incluyen el sistema de semáforo, podría ser un paso útil para ayudar a los consumidores a reducir su consumo», indicó Lucy Boyd, de Cancer Research.
julio 24/2012 (PL)

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Un grupo de científicos identificó mutaciones genéticas que parecen estar asociadas con los cánceres de esófago y estómago, indicaron dos estudios en China, lo que sugiere que ambas dolencias compartirían disparadores.
Este hallazgo se suma a la comprensión de cómo se desarrollan estos cánceres y podría ayudar en la búsqueda de curas.
En el primer estudio, expertos chinos analizaron los genes de 9053 pacientes con cáncer de estómago y 2766 personas con tumor estomacal.
Dos mutaciones -la PLCE1 y la C20orf54- fueron consistentes en ambos grupos, escribieron los investigadores.
“Estos resultados muestran que las variaciones genéticas (…) contribuyen significativamente al riesgo de cáncer de esófago y estómago”, señaló el equipo, dirigido por Wang Lidong, de la Universidad Médica de Xinxiang, en la provincia china de Henan.
China porta aproximadamente la mitad de la carga mundial de estos dos cánceres. El de estómago, el más letal después del pulmonar, causa 803 000 muertes a nivel global cada año, mientras que el de esófago provoca 400 000. Estos cánceres son comunes en las zonas de China en que las personas consumen muchos alimentos conservados y salados. Esos habitantes suelen comer menos frutas y vegetales.
En el segundo estudio, investigadores dirigidos por Christian Abnet, del Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, Estados Unidos, analizaron el ADN de 2240 pacientes chinos con cáncer de estómago y otros 2115 con tumores esofágicos.
Los expertos hallaron que la variante PLCE1 aparecía consistentemente en ambos grupos, según escribió el equipo en un artículo también publicado en la misma publicación científica.
Hong Kong, agosto 25/2010 (Reuters)

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