cáncer colorrectal

Casi la mitad de los cánceres colorrectal y cervicouterino y más de un tercio de los de mama son diagnosticados en estadios tardíos en Estados Unidos, aún cuando hay disponibles métodos de control para identificarlos tempranamente, señaló un informe oficial.
Expertos sanitarios indicaron que se requiere más trabajo para asegurar que las personas se realicen los controles, lo que podría permitir una detección temprana y salvar más vidas.
«Este informe causa preocupación porque demasiados cánceres prevenibles no están siendo diagnosticados cuando el tratamiento es más efectivo», señaló en un comunicado el doctor Marcus Plescia, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Investigadores de los CDC estudiaron las tasas de los cánceres de mama, útero y colon según el estadio y las características demográficas en diferentes estados del país.
También usaron datos nacionales sobre nuevos casos de cáncer recolectados a través de diferentes registros de los CDC.
Los investigadores hallaron que las tasas de cáncer colorrectal en estadio tardío aumentaban con la edad y eran mayores entre los hombres y las mujeres de raza negra.
Las tasas de cáncer de mama en estadio avanzado eran mayores entre las mujeres de 70 a 79 años y las negras, informan los expertos en el reporte semanal sobre muerte y enfermedades de los CDC.
Además, los científicos indicaron que las tasas de cáncer cervicouterino en estadio tardío eran mayores entre las mujeres de 50 a 79 años y las hispanas.
Según los CDC, el lugar de residencia de las personas también juega un rol importante en la frecuencia de los controles y en la tasa de diagnóstico.
Por otra parte, los CDC indicaron que la nueva ley de reforma de salud firmada por el presidente Barack Obama en marzo, que cubre los test de control del cáncer, eliminaría las barreras presupuestarias que impedirían que las personas se sometan a evaluación.
El cáncer colorrectal es la segunda causa de muertes por tumores en Estados Unidos después del cáncer pulmonar, con 53 000 defunciones anuales. Las pruebas de control pueden hallar los cambios precancerosos llamados pólipos, posibles de removerse antes de convertirse en cánceres.
Unas 12 000 mujeres son diagnosticadas con cáncer cervicouterino en Estados Unidos cada año. Se trata del cáncer ginecológico más fácil de prevenir con pruebas de control y seguimiento.
En tanto, más de 191 000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama invasivo en 2006, y más de 40 000 murieron por la enfermedad. Las mamografías son la mejor herramienta de control para la mayoría de las pacientes ya que pueden detectar los tumores antes de que sean lo suficientemente grandes como para sentirse o causar síntomas.
Chicago, noviembre 28/2010 (Reuters)

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Nuevos exámenes para la detección de sangre en la materia fecal son, a juicio de investigadores canadienses, los métodos más adecuados y menos costosos para la prevención del cáncer colorrectal.
En este análisis, denominado examen inmunoquímico fecal (FIT), se busca detectar rastros de sangre en las heces con la ayuda de anticuerpos.
Los investigadores dirigidos por Branden Manns de la Universidad de Calgary, Canadá, compararon los exámenes usados actualmente para la detección precoz del cáncer colorrectal con la colonoscopía. Los resultados fueron publicados en la revista Plos Medicine (volumen 7, noviembre 2010), en su edición online.
La ventaja del FIT, que se realiza anualmente, con respecto a la colonoscopía que se lleva a cabo de manera preventiva cada diez años, es que ofrece más oportunidades para detectar anomalías, indicaron los especialistas.
Para el estudio, Manns y colegas usaron datos de dos grupos de personas de 50 a 64 años y de 65 a 75 años, que tenían un riesgo promedio de desarrollar cáncer colorrectal.
Según las estadísticas, si no se realizan exámenes preventivos, de 100 000 personas; 4857 sufrirán de cáncer colorrectal, de las cuales 1782 morirán por la enfermedad. Si las personas se someten anualmente al FIT, las cifras disminuirán a 1393 enfermos y 457 decesos por la afección.
La realización de este análisis es el más conveniente desde el punto de vista de los costos para el sistema de salud. En cambio, una colonoscopía cada diez años reportó unos 624 casos mortales y un examen anual común de sangre oculta en materia fecal unas 1300 muertes, según los cálculos.
Si bien los nuevos exámenes inmunológicos detectan con más precisión las anomalías, en la actualidad todavía reportan gran cantidad de «falsos positivos», advirtieron los expertos.
Calgary/San Francisco, noviembre 24/2010 (dpa)

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Investigadores de la Universidad de Michigan (UM), Estados Unidos, encontraron que un tratamiento de cáncer de próstata basado en las hormonas masculinas se encuentra vinculado a un incremento de 30 a 40% del riesgo de desarrollo del cáncer colorrectal.
El estudio descubrió estas consecuencias en el uso de la terapia de privación de andrógeno, un tipo común de tratamiento del cáncer de próstata al que se somete más de medio millón de hombres en Estados Unidos. La terapia  consiste en el bloqueo de la hormona masculina testosterona mediante la remoción quirúrgica de los testículos o inyecciones regulares.
Datos de la Sociedad Estadounidense de Cáncer indican que durante el 2010 un total de 217 730 hombres en este país tendrán un diagnóstico de cáncer de próstata y unos 32 050 morirán a causa de la enfermedad.
En la investigación de la UM, cuyos resultados fueron publicados en la Journal of the Nacional Cancer Institute, se analizaron datos de 107 859 hombres mayores de 67 años con cáncer de próstata. Los expertos comprobaron que el riesgo es más alto en los varones que recibieron la terapia de privación de andrógeno por un período más prolongado.
Este tratamiento, denominado orquiectomía, demostró beneficios para los hombres con cáncer avanzado, pero es menos claro su resultado en pacientes en que la enfermedad está menos desarrollada, explicó Vahakn S. Shahinian, profesor de la Escuela de Medicina de la UM.
Los resultados mostraron el desarrollo de tumores colorrectales en casi el 1% -anual- en pacientes que se habían sometido a orquiectomía, por lo que los investigadores advierten sobre el uso de esta terapia en los casos donde el beneficio no sea claro, debido a la posibilidad de incremento de cualquier riesgo.
«La terapia de privación de andrógeno sigue usándose en situaciones en las cuales no hay estudios sustentados en pruebas que muestren su beneficio. Cuando se sabe claramente que será beneficiosa no debería haber dudas en usarla, pero cuando no hay pruebas sólidas, esto se transforma en otro posible daño», precisó.
Esta terapia podría salvarles la vida a ciertos hombres con cáncer de próstata, por lo que no se debería dudar en usarla. Pero se recomienda adicionar el cuidado preventivo rutinario, incluido el examen para detectar el cáncer colorrectal durante el tratamiento del cáncer de próstata, reconoció.
Chicago, noviembre 15/2010 (Notimex)

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