mayo 2012 Archivos

Investigadores del CNIO generaron anticuerpos específicos de ephrinB2 y comprobaron que el tratamiento de células endoteliales con estos anticuerpos provocaba una inhibición en la movilidad de estas células.
Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han demostrado la utilidad de la proteína ephrinB2, implicada en angiogenésis y linfoangiogénesis, como diana para el desarrollo de terapias antiangiogénicas y antitumorales, basadas en el bloqueo de la citada proteína.
El hallazgo, que aparece en la edición impresa de Blood, ha sido desarrollado por el grupo de investigación, encabezado por Jorge L. Martínez-Torrecuadrada, de la Unidad de Proteómica del CNIO.
Para su desarrollo, los investigadores generaron anticuerpos específicos de ephrinB2 mediante la tecnología de despliegue en fagos (Phage display) y comprobaron que el tratamiento de células endoteliales con estos anticuerpos provocaba una inhibición en la movilidad y en la capacidad de formación de estructuras tubulares de estas células.
En estudios con ratones xenoinjertados con células tumorales de carcinomas de páncreas, pulmón y colon, la administración sistémica de los anticuerpos anti-ephrinB2 originó una reducción importante en el número de vasos sanguíneos y linfáticos en los tumores. Como consecuencia de ello, se produjo una reducción en el crecimiento tumoral muy significativa en los tres modelos empleados.
Este descubrimiento puede representar la base del desarrollo de una nueva terapia antiangiogénica, que suponga una alternativa o pueda ser empleada en combinación con las estrategias antitumorales utilizadas en la actualidad para el tratamiento de pacientes con cáncer.
Asimismo, podría hacerse extensiva a otras patologías relacionadas con angiogénesis, un proceso por el cual se crean nuevas redes vasculares sanguíneas a partir de las preexistentes y que, en determinadas patologías como el cáncer- en las que el tumor promueve la formación de nuevos vasos sanguíneos- permiten la llegada de nutrientes a la zona tumoral, a la vez que facilita la diseminación de células tumorales.
La angiogenesis es un proceso que ha sido muy estudiado en los últimos años ya que las investigaciones han tratado de encontrar dianas cuyo bloqueo permita inhibir la formación de los vasos sanguíneos que alimenten al tumor y por tanto frenen el desarrollo tumoral.
Precisamente, se han desarrollado varios anticuerpos que ya se utilizan en clínica para el tratamiento de varios tipos de tumores, se sabe que pueden volverse resistentes y pueden volver a crecer e incluso hacerse más agresivos. Mayo 10/2012 (Jano)

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Un equipo de investigadores del Instituto del Cáncer de Nueva Jersey (Estados Unidos), dirigido por Darren Carpizo, ha identificado un compuesto que destruye de forma selectiva las células tumorales al restaurar la estructura y la función del supresor de tumores p53.
El nuevo trabajo, que se publica en Cancer Cell , se ha basado en una nueva estrategia de búsqueda de posibles fármacos anticancerosos frente a distintas dianas, entre ellas la mutación R175H de p53, que es una de las más frecuentes.
Se calcula que el gen que codifica p53 está mutado en aproximadamente la mitad de los cánceres humanos y la pérdida de la función de esta proteína está vinculada a diferentes factores, como una mayor agresividad o la peor respuesta a la quimioterapia y la radiación. «Restablecer la función de p53 con fármacos constituye una estrategia terapéutica muy interesante», ha explicado Carpizo. Sin embargo, ha agregado que este tipo de compuestos no son fáciles de encontrar. De ahí la necesidad de desarrollar herramientas innovadoras que faciliten la búsqueda.
En este caso, los investigadores emplearon un método de cribado informático para identificar compuestos dirigidos de forma exclusiva a las células tumorales portadoras de mutaciones de p53. Uno de los principales atractivos de este método es que se puede utilizar en células tumorales con diversos contextos genéticos, configurando un modelo que recapitula lo que se observa in vivo en los cánceres.
Gracias al nuevo sistema, los autores del trabajo identificaron diversos compuestos que destruían las células  con mutaciones de p53. Uno de ellos cumplía dicha misión restaurando la estructura y la función de la mutación R175H.
Carpizo y sus colaboradores consideran que su método se inscribe dentro de lo que se conoce como medicina personalizada y servirá para diseñar estrategias basadas en el conocimiento del genotipo tumoral de cada paciente. Mayo 15/2012 (Diario Médico)

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