Científicos británicos han descubierto una enzima a la que dirigir los medicamentos para combatir la leucemia mieloide aguda, un cáncer muy agresivo con un porcentaje bajo de supervivencia, según explicó el investigador Tim Somervaille.
En el Reino Unido se diagnostican anualmente 2380 casos de esta enfermedad, que produce un descenso de los glóbulos rojos y las plaquetas en la sangre y cuya incidencia aumenta con la edad.
En la actualidad, el 40 % de los pacientes menores de sesenta años logra sobrevivir a la enfermedad cinco años o más después de haber sido diagnosticados.
Un equipo del Paterson Institute for Cancer Research de la Universidad inglesa de Manchester descubrió que esta enzima, denominada LSD1, ayuda a controlar si los genes responsables de este cáncer se activan o no.
Según los expertos, bloquear esta enzima permitiría prevenir la producción de las proteínas que impulsan la enfermedad, lo que supone un enfoque «totalmente nuevo» a la hora de tratar esta dolencia, según detalló Somervaille, de la organización pública Cancer Research UK.
Gracias a este hallazgo, expertos de este organismo lograron frenar el crecimiento de las células de la leucemia en muestras extraídas de ratones y de humanos, para lo que utilizaron un conjunto de moléculas que detuvieron la actividad de la enzima responsable.
«Hemos descubierto un nuevo objetivo, una enzima en las células, que cuando se inhibe provoca que las células de la leucemia dejen de crecer. Estamos muy emocionados», afirmó a Efe Somervaille, a raíz de la publicación de un artículo sobre su estudio en el último número de la revista médica británica Cancer Cell.
«Es difícil tratar con éxito a estos pacientes porque no hay muchos medicamentos diana (aquellos que se dirigen a un objetivo terapéutico determinado) disponibles y los tratamientos tradicionales como la quimioterapia agresiva y el trasplante de médula ósea no funcionan en todos los enfermos. Es urgente desarrollar nuevas curas», subrayó Somervaille.
La investigación, que comenzó hace casi cuatro años, se encuentra todavía en la primera fase en el proceso de desarrollo de un nuevo medicamento, subrayó el experto, quien se mostró optimista con los plazos porque en su opinión la industria ha mostrado interés por esta enzima.
«Esperamos que los ensayos clínicos en humanos comiencen muy pronto, en un año o dos como mucho, porque varios laboratorios trabajan ya en medicamentos para inhibir esta enzima», apuntó Somervaille.
Sin embargo, si los ensayos clínicos tuviesen éxito aún harían falta entre tres y cinco años para que el medicamento estuviese disponible.
Marzo 1/2012 (EFE)