Un grupo de investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) lleva tiempo buscando proteínas vinculadas con el ensamblaje del citomegalovirus humano.
A principios del año pasado , Alberto Fraile y María Victoria Cepeda, del Grupo de Biología Celular del Citomegalovirus Humano, identificaron dónde llevaba a cabo el virus la última fase de ensamblaje . A finales del mismo año descubrieron que la GTPasa RAB27a, proteína celular implicada en el transporte de los orgánulos celulares relacionados con los lisosomas, estaba vinculada con el proceso.
Como evolución de ambos trabajos, Fraile y Cepeda han descubierto ahora que la proteína sintaxina-3 también está vinculada con el proceso de adquisición de la envoltura de los viriones, un paso necesario para que produzca nuevas partículas virales capaces de infectar a otras células. El trabajo se publica en Cellular Microbiology.
Fraile ha explicado a Diario Médico que la sintaxina-3 está relacionada con la fusión de membranas y con el transporte de proteínas hacia los orgánulos relacionados con los lisosomas, lo que la relaciona con RAB27: «Proponemos que la formación del virus y la biogénesis de estos orgánulos comparten mecanismos moleculares comunes a través de estas proteínas celulares».
Tras dar con la sintaxina-3 y con RAB27, Fraile y Cepeda están ahora siguiendo la pista a una tercera proteína, MUNC134, vinculada también con la fusión de membranas y hasta ahora relacionada con la inmunología, concretamente con la secreción de gránulos citotóxicos: «Hemos comprobado que, igual que ocurre con la sintaxina-3 y con RAB27, el virus aumenta la expresión de MUNC134. Estamos estudiando si el silenciamiento de esta proteína afecta a la producción viral».
Junto a Manuel Izquierdo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, y Víctor Calvo, de la Universidad Autónoma de Madrid, el equipo de Fraile está investigando si la sintaxina-3 está implicada en procesos de transporte de linfocitos. A su juicio, el citomegalovirus humano es una herramienta para comprender la formación de sinapsis inmunológicas.
En definitiva, las investigaciones del grupo de Fraile muestran cómo el citomegalovirus humano manipula la maquinaria celular implicada en el tráfico de membranas para su propio beneficio. El investigador del CNB apunta que «la importancia del trabajo radica en que habríamos dado con la clave a nivel molecular de una ruta celular conservada que es explotada por el virus». A partir de ahora la labor consistirá en desentrañar cómo consigue el virus controlar estos componentes celulares.
Para llegar a todas estas conclusiones, Fraile y Cepeda estudiaron cómo el citomegalovirus induce la expresión de los ARN mensajeros y de la sintaxina-3 en las células infectadas. Mediante técnicas de microscopía óptica y valiéndose de marcadores fluorescentes de proteínas, localizaron la sintaxina-3 en la zona de ensamblaje viral (región donde se producen los virus maduros e infectivos).
Posteriormente, mediante microscopia electrónica con marcadores de proteínas acoplados a oro, detectaron la incorporación de esta proteína celular en las envolturas virales. A continuación, estudiaron el efecto del silenciamiento de la sintaxina-3 mediante interferencia por ARN en las células infectadas y determinaron que la producción viral se encontraba reducida en las células silenciadas. Además, examinaron las zonas de ensamblaje en las células silenciadas para la sintaxina-3 y detectaron que la producción de partículas virales maduras se encontraba ralentizada.
Según explica Fraile, es muy pronto todavía para desarrollar fármacos partiendo de estos hallazgos, principalmente porque «los componentes celulares que hemos descubierto no pueden ser blancos adecuados para el desarrollo de nuevos antivirales al tratarse de proteínas esenciales para la célula». Pero el camino ya está abierto y cree que, «si profundizamos más en este sentido, daremos con alguna proteína diana».
Junio 10/2011(Diario Médico).
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