Solo hace dos días en la prestigiosa Revista de materiales peligrosos Science Direct se publicó el articulo científico «La interacción de los microplásticos con el sistema ruminal in vitro» escrito por seis autores de universidades de Alemania, Suiza y Finlandia, quienes realizaron un estudio que contiene hallazgos de relevancia toxicológica de interés para los especialistas de esta rama.
La contaminación por plásticos constituye una de las crisis ambientales más apremiantes del siglo XXI. Tradicionalmente centrada en los ecosistemas marinos, la atención científica se ha desplazado hacia los entornos terrestres y agrícolas, donde el ganado, particularmente los rumiantes (vacas, ovejas, cabras), se encuentra cada vez más expuesto a los microplásticos a través de piensos, pastos y suelos contaminados.
La exposición de estos animales a las partículas plásticas no es solo un problema de manejo de residuos, sino una cuestión crítica de toxicología ambiental y seguridad alimentaria. A pesar de la creciente evidencia de la presencia de microplásticos en el ambiente ganadero, el impacto directo de estas partículas en la función y composición del microbioma ruminal, y sus posibles consecuencias metabólicas y toxicológicas, ha permanecido en gran medida inexplorado.
En este estudio, los investigadores utilizaron un modelo in vitro riguroso (el Test de Gas de Hohenheim) para evaluar la interacción de cinco tipos diferentes de polímeros plásticos (incluyendo polietileno de alta densidad, cloruro de polivinilo y polipropileno) y dos rangos de tamaño de partícula con el ecosistema ruminal, analizando cambios en la fermentación y en la estructura de la comunidad microbiana.
Hallazgos con Relevancia Toxicológica:
Los resultados de esta investigación son de vital importancia para la toxicología y la salud animal. Se encontró que, independientemente del tipo de polímero, los microplásticos impactaron consistentemente en la función microbiana: se observó una reducción en la producción acumulada de gas (un indicador de la eficiencia de fermentación), mientras que la degradación de la materia seca se vio modificada.
Más notable aún fue el análisis a nivel molecular. La presencia de microplásticos indujo un cambio en la composición microbiana y alteró la abundancia de categorías proteicas clave, sugiriendo que la microbiota redirigió su actividad hacia funciones de «replicación y reparación», posiblemente como una respuesta al estrés tóxico o físico impuesto por las partículas.
La implicación más crítica para la toxicología es la evidencia de que los microplásticos interactúan e incluso son degradados, al menos parcialmente, por la microbiota ruminal. Este proceso microbiano lleva a una reducción progresiva en el tamaño de las partículas plásticas dentro del rumen.
Esta fragmentación es un factor de riesgo toxicológico fundamental, ya que las nanopartículas resultantes tienen una mayor capacidad de translocación a través de la pared intestinal y de acumulación en tejidos animales (músculo, grasa) que son consumidos por los humanos. Este hallazgo subraya la necesidad urgente de realizar estudios in vivo para cuantificar el riesgo real de transferencia de microplásticos del ganado a la cadena alimentaria, consolidando este trabajo como un pilar fundamental en la comprensión de la toxicología de los microplásticos en sistemas ganaderos.
Acceda al articulo completo en idioma inglés en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0304389425034016













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