Comentamos un lamentable caso clínico de intoxicación por Policloruro de vinilo PVC. Paciente KASO femenina de 2 años de edad con antecedentes de salud anterior que accidentalmente ingirió 5-10 mL de pegamento PVC para tubos plásticos.
Inicialmente es atendida en su área de salud una hora después de la ingestión, la paciente se mantenía asintomática, solo se detectó olor a acetona en la cavidad oral…
Autora: MSc. Dra. Sonia Pérez Rodríguez. Especialista de primer grado en Medicina Interna. Máster en Toxicología. Profesora e Investigadora Auxiliar del Centro Nacional de Toxicología.
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Pasada la segunda hora postingestión aparecen vómitos incoercibles, somnolencia y relajación de esfínteres anal y vesical, con parámetro vitales normales; la remiten al hospital donde la medican con dimenhidrinato y le realizan descontaminación de la piel. Se interconsulta con toxicología, donde se le informa la composición de los pegamentos a base de disolventes orgánicos sugiriéndole tratamiento sintomático y observación clínica.
Se ingresa en terapia intensiva y en las siguientes 48 horas la paciente empeora, aparece polipnea y se detectan estertores crepitantes en ambas bases pulmonares, edema facial y de los miembros inferiores y superiores, ascitis, derrame pleural bilateral y anuria.
En los próximos dos días la paciente desarrolla coma, acidosis metabólica severa, inestabilidad hemodinámica, fallo renal, hepático y ventilatorio requiriendo intubación endotraqueal y apoyo de aminas presoras, hipoperfusión tisular, hipoglicemia severa refractaria al tratamiento con dextrosa hipertónica. En las 72 horas posteriores a la ingestión se le realiza hemodiálisis de 2 horas de duración, al término de la cual hizo parada cardiorespiratoria. Al día siguiente se reporta como crítica extrema, con alteración del tiempo de protrombina y sangramiento por los sitios de puntura, se le realiza otra hemodiálisis. Fallece a los cinco días postingestión en fallo multiorgánico.
El estudio del producto por cromatografía gaseosa arrojó una mezcla de solventes orgánicos y metabolitos: alifáticos (n-hexano, pentano, ciclohexano), aromático (tolueno) y halogenado (tricloroetano, tetracloruro de carbono).
Comentario
El policloruro de vinilo o PVC del inglés (poly vinyl chloride) es un polímero termoplástico.
Se presenta como un material blanco que comienza a reblandecer alrededor de los 80 °C y se descompone sobre 140 °C. Cabe mencionar que es un polímero por adición y además una resina que resulta de la polimerización del cloruro de vinilo o cloroeteno.
La ingestión de disolventes orgánicos puede evolucionar desfavorablemente a fallo multiorgánico, provocar síntomas gastrointestinales y como consecuencia de su absorción, pueden aparecer manifestaciones neurológicas, cardiovasculares, hepáticas y/o renales. Otro problema con estos productos es la broncoaspiración en caso de vómito con riesgo de neumonía lipoidea. La dosis ingerida y la vía de exposición son elementos importantes a considerar en estos casos.
El tetracloruro de carbono puede absorberse por cualquier vía. Los órganos diana son el SNC, el hígado y el riñón. La afectación hepática y renal puede aparecer a las 24-48 horas de la exposición, e incluso más tarde, sin afectación neurológica previa. La hepatitis tóxica es objetivable analíticamente a partir de las 24 h de la ingestión, y puede evolucionar de forma fulminante y ser causa del exitus en 4-5 días. La insuficiencia renal aguda puede aparecer también como primera manifestación y abocar hacia la uremia. La afectación neurológica puede ser rápida con la aparición de vértigo, cefalea, confusión, convulsiones, obnubilación y coma. Se han descrito arritmias malignas con resultado de muerte.
El tolueno puede producir intoxicaciones mortales por ingestión. El órgano diana inicial es el SNC, con una fase de excitación (euforia, deshinibición, etc.) y otra posterior de depresión (cefalea, vértigos, debilidad muscular, ataxia, convulsiones y coma). La ingestión provoca vómitos, dolores abdominales y diarreas. Se ha descrito afectación hepática y renal, con una típica acidosis tubular renal. La muerte puede sobrevenir por depresión respiratoria o arritmias malignas.
El tricloroetano se absorbe bien por vía respiratoria y digestiva, y mal a través de la piel. La ingesta produce esofagitis y gastritis erosiva, con náuseas, vómitos y diarreas. El órgano diana es el SNC sobre el que produce manifestaciones clínicas similares al tolueno, que puede llevar al coma convulsivo con parada respiratoria. Es irritante para la piel y mucosas con las que contacta. Se han descrito varios casos de hipotensión, arritmias y trastornos electrocardiográficos con parada cardíaca secundaria. La exposición reiterada a este producto es causa de leucoencefalopatía tóxica.
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